Katanga: “Estamos preocupados por el riesgo de brotes de sarampión en otras regiones”

Caroline Voûte, Coordinadora de la respuesta a la epidemia de sarampión en Katanga, nos da una actualización de la situación actual de la epidemia en esta región minera de la República Democrática del Congo.

Caroline Voûte, Coordinadora de la respuesta a la epidemia de sarampión en Katanga, nos da una actualización de la situación actual de la epidemia en esta región minera de la República Democrática del Congo. Aunque la enfermedad parece disminuir en el territorio, los casos persisten en otras provincias y es importante tomar en consideración el riesgo de nuevos brotes. 
 
“Aunque la epidemia de sarampión parece estar disminuyendo en Katanga, seguimos preocupados por la persistencia de los casos de sarampión en la mayoría de las provincias de la República Democrática del Congo (RDC) y, por consiguiente, por el riesgo de nuevos brotes. La RDC ha experimentado una situación epidémica continua desde 2010.
 
Se dedican numerosos recursos financieros y humanos para combatir el sarampión, una enfermedad que se puede prevenir mediante la vacunación. Esta nueva crisis sanitaria de nuevo saca a la luz la pregunta ¿han sido efectivas las campañas de vacunación previas?
 
Es urgente que conozcamos más sobre esta epidemia y tomemos los pasos necesarios para mejorar las inmunizaciones rutinarias para prevenir un nuevo brote en los años por venir. Como recordatorio, en 2011, Katanga ya había experimentado uno de los más grandes brotes de sarampión. En ese entonces, MSF vacunó a 2.1 millones de niños.
 
 
Para finales de noviembre, se habían reportado oficialmente más de 39,000 casos y casi 500 muertes en Katanga en todo 2015, pero estas cifras están subestimadas, como ya lo han demostrado las encuestas retrospectivas sobre mortalidad en el área. 
 
En efecto, en las partes más remotas y con depresión económica de este inmenso territorio con ricas reservas minerales continuamente explotadas, el panorama médico luce desértico. 
 
El sistema de salud ha perdido su legitimidad y credibilidad, especialmente en las áreas rurales. Los centros de salud están experimentando fallas crónicas de medicamentos, el personal médico entrenado es escaso y los precios para acceder a un cuidador son exhorbitantes. Todo esto desalienta a la empobrecida población a buscar tratamiento. En este contexto, la falla en la vigilancia epidemiológica y las cifras reales no son referidas a las autoridades. Por esa razón, el reconocimiento y la respuesta a la epidemia se han retrasado.
 
MSF comenzó su intervención en abril, en la zona de salud de Malemba Nkulu. La epidemia ha estado ganando terreno y hemos tenido que expandir nuestras actividades a otras áreas rápidamente. 
 
Vacunamos a niños de entre 6 meses y 15 años, y apoyamos a los centros de salud en el tratamiento de los casos simples mediante donaciones de medicamentos, con entrenamiento del personal y supervisión. También tenemos equipos en hospitales tratando a niños con complicaciones. A lo largo de Manono, por ejemplo, las cifras de malnutrición son alarmantes, con más de 10% en algunas áreas. Además, 90% de los niños que hospitalizamos tienen malaria. Por eso decidimos enfocarnos también en estas dos patologías."
 
 
MSF ha estado trabajando en RDC desde 1981. En Katanga y en las regiones colindantes, desde el comienzo de la respuesta de emergencia ante el sarampión, MSF vacunó a más de 962,000 niños de entre 6 meses y 15 años, y ayudó a casi 30,000 niños afectados por la enfermedad.
 
 
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