Liberia: Sobreviviendo al Ébola después de la epidemia

A pesar de que la epidemia de Ébola ya es cosa del pasado, muchos liberianos siguen luchando física y psicológicamente con la enfermedad, y continúa la necesidad por abordar los desafíos causados por el estigma que rodea el Ébola.

A pesar de que la epidemia de Ébola ya es cosa del pasado, muchos liberianos siguen luchando física y psicológicamente, y continúa la necesidad por abordar los desafíos causados por el estigma que rodea a la enfermedad.
 
El enfoque y forma de atención de MSF ha cambiado para responder a esta necesidad. La psicóloga Rebecca Bennett describe algunos de estos cambios tras regresar de su segunda misión para combatir el Ébola junto a MSF, proporcionando atención a los sobrevivientes en Monrovia, la capital de Liberia.
 
“Trabajar en un contexto de Ébola es muy diferente a todos los demás contextos en los que he trabajado. Cuando estaba en Liberia, durante la epidemia (en el centro de tratamiento conocido como ELWA 3), había un gran equipo de atención psicosocial que trabajaba con los pacientes y sus familiares en el centro, formaba un vínculo entre pacientes y el personal médico, que apoyaba a los pacientes al momento de darles el alta. El equipo también llevaba a los sobrevivientes de regreso a sus hogares y daba apoyo a las familias que estaban de luto, incluyendo al momento de reconocer el cadáver.
 
 
La comunicación es esencial para este tipo de trabajo, pero en el ELWA 3, realizábamos nuestro trabajo usando un traje protector completo, que nos cubría de pies a cabeza. Esta ropa, inevitablemente, afectaba nuestra habilidad de comunicación verbal y no-verbal. En la clínica para sobrevivientes ya no utilizábamos el traje, así que podíamos usar al máximo nuestras habilidades de comunicación para desarrollar relaciones terapéuticas con los pacientes. Las necesidades de los sobrevivientes de Ébola están siendo documentadas cada vez más, y la clínica está en una posición única para apoyar a los sobrevivientes y cubrir sus necesidades. 
 
El principal servicio que ofrecemos es apoyo en salud mental, pero también hay un componente enfocado a la salud física; ambos se complementan entre sí, desarrollamos una forma de hacerlos funcionar conjuntamente. Para abril de 2016, había más de 500 pacientes registrados, aproximadamente un tercio de todos los sobrevivientes de Ébola en el condado de Montserrado. 
 
Nuestros pacientes estaban muy afligidos. Ellos tenían la opción de asistir a consultas individuales o grupales en la clínica. Era muy conmovedor el ver unida a la gente, escuchar sus historias y ser testigo del apoyo que se proporcionan entre sí. En uno de estos grupos, una mujer nos contó la historia de su esposo, que había sido un doctor que atendió a gente con Ébola. Su esposo enfermó y murió a causa del virus. Ella, la esposa, también fue infectada, al igual que varios de sus familiares. Ella era una de las pocas sobrevivientes y básicamente perdió su apoyo moral: su familia y su esposo, que era el soporte económico de su familia. Desde que se le dio el alta del centro de tratamiento, encontró difícil seguir realizando sus actividades diarias. Mencionó que ya casi no sale de su hogar, que casi todo el tiempo se siente triste, y que llora frecuentemente. Ahora es la responsable de proveer para sus hijos, y se la ha hecho difícil cubrir sus necesidades. 
 
El tema del dolor físico que experimentan los pacientes también es común en las consultas grupales. Los pacientes con casos más complicados presentaban problemas de la vista, algo que ha sido común en sobrevivientes de Ébola, así que hicimos referencias médicas para las personas que presentaban problemas como este, que nosotros no podíamos atender.  También se establecieron rutas de referencia para mujeres embarazadas, para que puedan recibir un seguimiento específico o, para decirlo de una manera más general, recibir atención prenatal. Fue verdaderamente lindo regresar a trabajar con algunos de mis colegas locales, que se quedaron como parte del equipo de apoyo en la clínica para sobrevivientes. El trabajar con el personal nacional siempre ha sido increíble; ellos son el soporte de los proyectos.”
 

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