Siria: desplazados y comunidades de acogida requieren ayuda humanitaria urgente

Médicos Sin Fronteras alerta que la pésima situación, sumada al colapso total del sistema de salud, hace temer un nuevo aumento de las enfermedades infantiles prevenibles en el país.

Tras el desplazamiento del frente de batalla y la ofensiva de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) en Menbij, el número de civiles que huyen de sus localidades hacia el área que circunda el río Éufrates ha aumentado. Tanto los desplazados internos como las comunidades de acogida necesitan ayuda humanitaria urgente.
 
Médicos Sin Fronteras alerta que la pésima situación, sumada al colapso total del sistema de salud, hace temer un nuevo aumento de las enfermedades infantiles prevenibles en el país.
 
"No hay médicos y no tenemos comida. Aquí no podemos movernos con libertad. Todos tenemos miedo. Sueño con regresar a mi pueblo y vivir seguro con mi familia. Una vez que regrese a mi hogar, nunca me iré de allí, pero por desgracia eso solo puede ocurrir cuando no seamos atacados una y otra vez como sucede ahora", afirma un desplazado de 51 años procedente del noreste de Abu Qalqal.
 

Vacunaciones

 
Hace solo unas semanas, el centro de salud de Sarrin, al noreste de Alepo, recibió 23 niños sospechosos de padecer sarampión. Todos procedían de comunidades ubicadas en las cercanías de los nuevos frentes de batalla. En estas zonas, las tasas de vacunación y el acceso a la asistencia sanitaria resultan extremadamente frágiles.
 
"El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa y los brotes se producen donde los sistemas de salud y los programas rutinarios de vacunación infantil están ausentes o son insuficientes", explica Vanessa Cramond, MSF responsable de emergencias médicas. "Los niños más pequeños son particularmente vulnerables al sarampión, especialmente cuando se complica con la presencia de desnutrición o de otras patologías”, añade Cramond.
 
 
 

Una crisis sanitaria inminente

 
Para ayudar a contener la propagación de la infección, MSF amplió sus programas de apoyo a las autoridades sanitarias locales en el norte de Siria que llevaron a cabo una campaña de vacunación en anillo en la zona este del río Éufrates, al noreste de la gobernación de Alepo. 2,784 niños fueron rápidamente vacunados contra el sarampión en comunidades que sufren las consecuencias de la guerra y de la reciente ofensiva terrestre.
 
Equipos locales de respuesta sanitaria llevaron a cabo, de forma simultánea, una distribución de emergencia de alimentos y examinaron a todos los niños que participaron en la campaña de vacunación para detectar casos de desnutrición aguda. Nueve niños fueron diagnosticados con desnutrición aguda severa y recibieron atención médica urgente; otros 30 niños que presentaban desnutrición aguda moderada recibieron tratamiento nutricional.
 
"Menbij no era un lugar un seguro, así que decidimos huir con nuestros cinco hijos. Al principio usamos una moto, pero durante la última parte del viaje nos vimos obligados a caminar. Tuvimos suerte de llegar hasta aquí. Los principales desafíos a los que nos enfrentamos son conseguir comida y atención médica. Solo hay una farmacia privada que cuenta con algunos medicamentos, pero no hay médico. Necesitamos vacunas para nuestros hijos", señala una mujer de 27 años originaria de Menbij.
 
Tras casi seis años de conflicto en Siria, las familias y las comunidades, tanto las que se encuentran en la trayectoria directa de los combates como las que viven tras la línea de batalla, continúan padeciendo brotes epidémicos y dificultades para recibir atención para enfermedades crónicas como diabetes, epilepsia, afecciones cardíacas y otras patologías tratadas previamente. Sin un aumento del acceso a la atención médica, la salud de la población continuará deteriorándose. 
 
Desde marzo de 2015, MSF ha trabajado junto a la Administración de Salud de Kobane para recuperar las instalaciones sanitarias básicas, proporcionar servicios ambulatorios, reintroducir los de vacunación, así como crear programas de apoyo psicosocial. Actualmente, MSF proporciona apoyo a la administración sanitaria local para la apertura de un nuevo hospital de 36 camas en la ciudad Kobane y de ocho clínicas de salud en las zonas vecinas.
 

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