Derrumbando los obstáculos del acceso a la atención para víctimas de violencia sexual

Mundialmente, una de cada tres mujeres ha experimentado alguna forma de violencia sexual, pero en general, esto subestima la realidad de la mayoría de las mujeres afectadas. La violencia sexual es una experiencia traumática para los individuos, y algunas personas están sometidas a violencia física y sexual. 

 

Esto tiene consecuencias a corto y largo plazo en la salud física, mental y reproductiva de la mujer, afectando su capacidad de ser un miembro activo de la sociedad. De esta manera, la violencia sexual también es un problema social, de salud pública y de derechos humanos. 

 

Naturalmente, la violencia sexual es una preocupación creciente dentro de la acción humanitaria de Médicos Sin Fronteras. Demanda atención debido a su complejidad, sus duraderas consecuencias médicas y psicológicas, y sus atentados deliberados contra mujeres y niñas.

 

Por esta razón, el Día Internacional de la Mujer es un día perfecto para habla sobre la salud femenina en muchas sociedades. El problema de la violencia sexual involucra a todos los países y clases sociales, puede ocurrir en la familia o en la comunidad. Incrementa cuando hay pobreza, durante tiempos de conflicto o desplazamientos de personas, migración y catástrofes naturales, y tiene como presa a los niños. 

 

 

 

Nuestros equipos médicos trataron a unas 11,000 víctimas de violencia sexual en 91 proyectos en 29 países durante 2014 . Más del 90% de las víctimas eran mujeres y niñas, menos del 10% eran hombres y niños. Más de dos tercios de nuestros pacientes que han sufrido violencia sexual provienen de Kenya, República Democrática del Congo y Zimbabwe. La mayoría de las víctimas tiene menos de 18 años.

 

Nuestro apoyo a víctimas de violencia sexual comienza con atención médica y psicológica gratuita y confidencial. En muchos de los contextos en los que trabajamos hay asistencia limitada. Nuestro objetivo es aliviar el sufrimiento de las víctimas y apoyarlas durante su recuperación y cuando resumen su vida cotidiana. 

 

Estamos comprometidos en incorporar servicios para atender a víctimas de violencia sexual y a incrementar la provisión de atención a víctimas en nuestras respuestas de emergencia. Por ejemplo, logramos esto en todos nuestros proyectos en República Centroafricana durante 2014, que es un país en conflicto. También estamos comprometidos a acercar la atención a la población, brindando entrenamiento a enfermeras en centros médicos pequeños para que puedan brindar tratamiento de calidad, incluyendo primeros auxilios psicológicos. 

 

La evidencia sugiere fuertemente que la violencia sexual existe en todos los contextos en los que MSF trabaja. Si no vemos a víctimas en nuestras clínicas, no significa que no existen; sólo significa que no están viniendo hacia nosotros. Puede haber muchas barreras al buscar atención médica, pero sabemos que el acercamiento con la comunidad  es extremadamente importante para que nuestros servicios sean conocidos por la comunidad y para romper los estigmas que están fuertemente arraigados. Sólo con el acercamiento a la comunidad, y con medios prácticos que permitan a las víctimas acceder a esos servicios, la atención a las víctimas de violencia sexual será efectiva y eficiente. 

 

MSF también ofrece apoyo social a corto plazo como una forma de acceder a servicios de largo plazo ofrecidos por otros actores, si están disponibles. Estamos comprometidos a apoyar la creación de más servicios para víctimas de violencia sexual, y lo haremos saber a líderes de la comunidad, ministerios de salud, autoridades nacionales y otras instituciones de ayuda. MSF también ha identificado lagunas significativas en muchos de los contextos en los que trabaja, y esta pidiendo que esto sea solucionado inmediatamente.

 

Te invitamos a visitar nuestra galería fotográfica en exposure con fotos y testimonios de sobrevivientes. Este es el link.