El veto estadounidense a la resolución por un alto el fuego en Gaza es un voto contra la humanidad

“El veto de Estados Unidos le hace cómplice de la carnicería en Gaza”, declaró Avril Benoît, directora ejecutiva de Médicos Sin Fronteras en Estados Unidos.

Alto al fuego en Gaza - WTC CDMX
Médicos Sin Fronteras iluminamos el World Trade Center de la Ciudad de México para pedir un alto al fuego en Gaza.

El 8 de diciembre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no adoptó una resolución que exigía el alto el fuego en Gaza, debido a que fue bloqueada por el veto de Estados Unidos.

El Consejo de Seguridad realizó una reunión de emergencia para debatir la catástrofe humanitaria en Gaza. Esto siguió a una carta del Secretario General de la ONU en la que invocaba el Artículo 99 para pedir al Consejo de Seguridad que impidiera una mayor escalada y pusiera fin a esta crisis.

Además de exigir un alto el fuego humanitario inmediato, el proyecto de resolución presentado por Emiratos Árabes Unidos reiteraba la exigencia del Consejo de Seguridad a todas las partes de que cumplan sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional, especialmente en lo que respecta a la protección de los civiles en Palestina e Israel. 

 

Avril Benoît, directora ejecutiva de Médicos Sin Fronteras (MSF) Estados Unidos, hizo la siguiente declaración: 

“Mientras las bombas siguen cayendo sobre la población civil palestina y causando una destrucción generalizada, Estados Unidos ha vuelto a utilizar su poder para bloquear un intento del Consejo de Seguridad de la ONU de exigir un alto el fuego en Gaza. Al vetar esta resolución, Estados Unidos vota en solitario contra la humanidad. 

El veto de Estados Unidos contrasta fuertemente con los valores que dice defender. Al seguir dando cobertura diplomática a las atrocidades que se están cometiendo en Gaza, Estados Unidos está demostrando que el Derecho Internacional Humanitario (DIH) puede aplicarse de forma selectiva y que las vidas de unas personas importan menos que las de otras.  

Israel ha seguido atacando indiscriminadamente a civiles y estructuras civiles, imponiendo un asedio que equivale a un castigo colectivo para toda la población de Gaza, forzando desplazamientos masivos y denegando el acceso a atención médica y asistencia humanitaria vitales. Estados Unidos sigue prestando apoyo político y financiero a Israel mientras prosigue sus operaciones militares sin tener en cuenta el terrible número de víctimas civiles.

Para que los trabajadores humanitarios puedan responder a las abrumadoras necesidades, necesitamos un alto el fuego ya. El veto de Estados Unidos lo hace cómplice de la carnicería en Gaza”. 

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