En Mali, la violencia extrema hace que ir al médico sea un riesgo

El equipo de MSF evacua a un paciente de urgencia al hospital regional de Mopti.
El equipo de MSF evacua a un paciente de urgencia al hospital regional de Mopti. © Lamine Keita/MSF

Se recrudece la violencia entre el ejército de Mali y los grupos armados no estatales en el centro y el norte del país. El resultado es que cada vez hay menos acceso a la salud para la población y las personas que no participan en el conflicto.

“Algunas personas nos dijeron que llevaban siete años sin ver a un médico”, explica nuestro compañero Aissami Abdou. Tombuctú, la capital, y sus alrededores han sido prácticamente inaccesibles por tierra y por río.

En MSF estamos preocupados por la intensificación de la violencia en el centro y norte de Mali. La rivalidad entre las distintas partes en conflicto está restringiendo el acceso de la población a la atención médica. Durante la semana del 27 de noviembre de 2023, tuvimos que evacuar a nuestros equipos de Nampala a la ciudad de Niono, en la región de Ségou, porque ya no podíamos garantizar su seguridad. Miembros de la comunidad local, tanto pacientes como colegas, nos informaron de muertos y heridos en los pueblos y aldeas de Toulé y Toladji. MSF éramos la última organización médica que seguía operativa en la ciudad de Nampala.

El ejército maliense, con el apoyo de sus socios rusos, lucha contra grupos armados no estatales en el centro y el norte de Mali.

“En las últimas semanas, hemos tenido que evacuar a algunos de nuestros equipos y suspender parcialmente algunas actividades médicas en las regiones de Ségou y Tombuctú. A menudo somos la última organización humanitaria que trabaja en zonas sensibles. Cuando decidimos marcharnos, es porque la situación se ha vuelto muy crítica. Nos preocupan las personas que no participan en el conflicto, pero que sin embargo están expuestas a la violencia y cuyo acceso a la atención sanitaria se ve comprometido. Cuando empezamos las operaciones en Toulé y Toladji, algunas personas nos dijeron que llevaban siete años sin ver a un médico, explica Aissami Abdou, coordinador de operaciones.

En los últimos meses, otros episodios de violencia también han tenido el efecto de restringir el acceso de la población a la atención sanitaria.

De agosto a diciembre de 2023, el grupo armado no estatal Jama’at Nusrat al Islam wal Muslimin, JNIM, impidió la entrada de mercancías y artículos de primera necesidad en Tombuctú. La ciudad y sus alrededores eran prácticamente inaccesibles por tierra y por río. Como consecuencia de los diversos ataques y amenazas, las autoridades decretaron el toque de queda, y el costo de la vida aumentó al tiempo que se reducían las raciones de alimentos y combustible.

“El aislamiento de esta ciudad también afectó a algunas de nuestras actividades”, explica Jean Jacques Nfon Dibie, nuestro responsable de proyectos en Tombuctú. “Debido a la dificultad de acceso y a la falta de seguridad, en MSF hemos tenido que limitar nuestras actividades y movimientos, evacuar a parte del personal y hacer frente a los problemas de suministro de medicamentos, equipos logísticos y combustible. Algunas supervisiones médicas se han suspendido temporalmente. Esto ha repercutido en nuestras actividades”. 

MSF brinda atención a las personas afectadas por el conflicto en Mali
En la sala de desnutrición del hospital de Douentza, el equipo de MSF explica la dosis a una madre y a su hijo enfermo. © Lamine Keita/MSF

 

En Niafounké, también en la región de Tombuctú, los equipos de MSF y del Ministerio de Salud atendimos a 29 heridos, entre ellos dos mujeres, en el servicio de urgencias del hospital tras un ataque a un campamento militar el viernes 24 de noviembre. Para tratar a los heridos, ayudamos a clasificarlos según la gravedad de su estado y les proporcionó medicamentos y material médico.

En septiembre, uno de nuestros vehículos que transportaba una referencia médica de Hombori a Douentza fue tiroteado en Mopti. El vehículo transportaba a una mujer embarazada que, debido a complicaciones, había sido derivada al hospital de Douentza. La embarazada iba acompañada de su madre, que murió, mientras que ella y otros dos pasajeros resultaron heridos.

Los accidentes mortales con artefactos explosivos también son cada vez más frecuentes. En la noche del sábado 22 al domingo 23 de octubre, tres vehículos de feria que regresaban del mercado fueron volados por artefactos explosivos en tres lugares diferentes de la carretera Gossi – Hombori, en el centro de Mali. Ocho personas murieron en el acto y unas cuarenta resultaron heridas, 11 de ellas de gravedad, todas ellas ingresadas en el centro de salud comunitario de Hombori, donde trabajamos.

La situación general de seguridad en el centro y norte del país es preocupante. La violencia está afectando tanto a la población, que se encuentra atrapada, como a MSF.

“Recordamos a todas las partes en conflicto que nuestro personal, nuestras ambulancias y nuestras estructuras sanitarias deben ser respetadas y preservadas. Nuestra misión se lleva a cabo de acuerdo con la deontología médica, que impone en particular el deber de brindar cuidados sin causar daño y de asistir a toda persona en peligro, con humanidad, imparcialidad y respeto del secreto médico. Nuestras actividades médicas deben preservarse. Los niños y niñas, las mujeres embarazadas y los heridos deben ser atendidos”, concluye Abdou.

MSF brinda atención a las personas afectadas por el conflicto en Mali
El doctor Sidiki Souleymane, a cargo de las actividades médicas en Douentza desde 2019. © Seydou Camara/MSF

 

 

MSF estamos presentes en Mali desde 1985. En 2022, realizamos 552,800 consultas externas, hospitalizamos a 68,000 personas, realizamos 1,830 intervenciones quirúrgicas y tratamos a 900 personas por violencia física intencionada y heridas de guerra. 

Actualmente, desarrollamos proyectos regulares en las regiones de Kidal, Gao (Ansongo), Tombuctú, Niafounké, Mopti (Ténénkou, Douentza y Koro), Ségou (Niono) y Sikasso (Koutiala), así como en la capital, Bamako. También ofrecemos una amplia gama de servicios de urgencia para atender las principales necesidades de la población de todo el país. 

Nuestros servicios incluyen atención materna (consultas, partos y cesáreas), pediatría, neonatología, salud mental, prevención (vacunación y promoción de la salud), detección y tratamiento del cáncer, protección, asistencia a desplazados (kits no alimentarios, acceso al agua y construcción de letrinas), construcción y rehabilitación de instalaciones sanitarias y derivación de pacientes a los centros sanitarios adecuados.

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