Cerramos nuestro proyecto de atención de Enfermedad Renal Crónica en Guatemala

Terminamos nuestro proyecto para atender la Enfermedad Renal Crónica no tradicional (ERCnT), después de 2 años de trabajo. Resaltamos la urgencia de atención a pacientes con esta enfermedad.

© Arlette Blanco / MSF

La Enfermedad Renal Crónica no tradicional (ERCnT), también conocida como Nefropatía endémica Mesoamericana (NeM), es uno de los principales problemas de salud pública en Guatemala y su impacto ha prevalecido en los últimos años, manifestándose en un aumento de mortalidad.

En el 2023 se registraron doce nuevos casos diarios de personas con insuficiencia renal, agravados por condiciones como la hipertensión y diabetes. La mayoría de los pacientes están en fase avanzada de la enfermedad, por lo que requieren tratamientos de hemodiálisis y diálisis peritoneal.

En el 2020, el departamento de Escuintla destacó como el segundo con mayor prevalencia y el cuarto con mayor incidencia de ERC en el país. Ante esta situación y desde 2021, Médicos Sin Fronteras (MSF) junto al Ministerio de Salud y otras entidades, iniciamos un proyecto en tres municipios del departamento de Escuintla. Nuestro objetivo fue fortalecer el sistema de salud local para la prevención, el diagnóstico temprano, tratamiento y vigilancia de la enfermedad crónica renal.

 

“Durante el transcurso de nuestras actividades hemos comprobado que las consecuencias de esta enfermedad han impactado la calidad de vida de los pacientes y sus familias, desde la necesidad de abandonar empleos por búsqueda de la atención y tratamientos requeridos o perdida de trabajo por estar con afectación renal, hasta cambiar los hábitos alimenticios y cambio de rutinas de vida que también afectan a sus personas cercanas”, explica la Dra. Miriam de León, coordinadora del proyecto.

En los últimos tres años, Médicos Sin Fronteras nos enfocamos en mejorar el acceso de los pacientes a través de un modelo de atención de salud integral que buscó garantizar un diagnóstico para reducir la morbilidad provocada por la ERC. El modelo comprendía la realización de tamizajes, análisis de laboratorio, capacitaciones y mejoramiento de centros de salud.

El involucramiento comunitario y el trabajo en conjunto con las comisiones de salud fue un componente fundamental del proyecto, pues permitió promover espacios para explicar en qué consiste la enfermedad renal crónica a través de talleres informativos y capacitaciones para la promoción y sensibilización.

Por las dificultades económicas de muchos pacientes y a que los principales centros de diálisis están en Ciudad de Guatemala, desde MSF también apoyamos con los gastos del transporte, alimentos para paliar la crisis por pérdida de empleo, soporte en hospedaje y pago de exámenes complementarios.

© MSF

 

En total, MSF realizamos 5,353 tamizajes entre el 2021 y el 2023, en el rango de la población mayor a 13 años y menor a 60 años. De ellos, identificamos a 1,029 pacientes con sospecha de ERC, de los cuales el 39% confirmaron un diagnóstico tres meses más tarde.

También encontramos a 687 pacientes presentaron comorbilidades como diabetes e hipertensión. Fidel Ruíz, un paciente diabético con ERC atendido por MSF, nos habló sobre las consecuencias que le ha traído la enfermedad: “mis actividades diarias se afectaron desde que me diagnosticaron con la enfermedad, hace catorce años que no puedo trabajar y a consecuencia de la diabetes me amputaron la pierna hace tres años. Definitivamente es difícil que me den una oportunidad laboral y seguimos teniendo necesidades en nuestra vida diaria. Movilizarse es difícil, porque si subo a los autobuses para viajar a Guatemala los pilotos no quieren parar porque lo ven a uno enfermo, también hay temor a lastimarse si los pacientes con catéter se suben a un autobús”.

Pese a los avances logrados durante este tiempo, las restricciones presupuestarias enfrentamos nos obligaron a tomar la decisión de cerrar el proyecto para enfocarnos en otras actividades humanitarias en el país. Sin embargo, persiste la necesidad urgente para que las autoridades sanitarias implementen programas de salud renal en todas las zonas afectadas y aseguren la continuidad de las acciones iniciadas en los tres municipios.

Para promover coordinaciones interinstitucionales que garanticen la terapia de reemplazo renal de los pacientes (diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante renal) y la prevención de la enfermedad Renal Crónica Tradicional y Enfermedad Renal Crónica Mesoamericana.

A pesar de los esfuerzos realizados, la enfermedad renal crónica es una preocupación grave para Guatemala. “Es urgente que las autoridades de salud brinden un servicio adecuado a los pacientes y faciliten el acceso oportuno a la atención médica, para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Lo que falta no es una tarea fácil, también implica asignar recursos y colaborar con instituciones para abordar la atención de la ERC de manera integral y sostenible”, concluye De León.

Seguimiento de atención a pacientes con Enfermedad Renal Crónica en Guatemala. © MSF
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