De Qamishli a Zurich: el retrato de Nihad, de 36 años

Nihad, de 36 años, es un kurdo de Siria. Lo tenía casi todo. Un techo, un trabajo y una familia. Junto a su hermana, su esposa y su hija Fidanne de 3 años, huyó de su país en 2012 tras negarse a unirse a las filas del ejército y por temor a represalias. Su destino, el campo de refugiados de Domiz en Irak.

 

En ese campo, Nihad trabajó como psicólogo de Médicos Sin Fronteras. Durante tres años, ayudó a aliviar el sufrimiento mental que sus compatriotas sufren a raíz del conflicto armado que ha sacudido a Siria. Pero eso no le impidió cuestionarse acerca de su futuro y el de su familia. ¿Por cuánto tiempo soportarían vivir en esas condiciones tan difíciles? ¿Qué futuro le podría ofrecer a su familia, incluyendo a su hija? Después de meses de discusiones, la única solución que encontró fue partir nuevamente. Con sus ahorros y la venta de algunas joyas de su esposa, comenzaron un largo viaje que los llevó a Suiza.

 

A lo largo de la travesía, que les costó más de $12,000 dólares, Nihad y su familia utilizaron botes improvisados, coches y camiones. A su llegada a Suiza en septiembre de 2015, fueron admitidos en un centro de acogida para solicitantes de asilo, luego se trasladaron a un pequeño apartamento cerca de Zurich. Ahora los cuatro están tomando cursos de francés y alemán con el fin de integrarse mejor a la sociedad suiza.