VIH en República Centroafricana: ‘Si proporcionas atención, la gente vendrá”

Sólo el 18% de las personas que viven con VIH en República Centroafricana están recibiendo tratamiento antirretroviral.

Por Dra. Christine Bimansha Mbombo, referente médico de MSF

 
Tan sólo tres meses después de haber comenzado un proyecto nuevo para ofrecer tratamiento a casos avanzados de VIH para apoyar al hospital comunitario de Bangui, ciudad capital de República Centroafricana, MSF está expandiendo sus actividades para responder a la gran demanda de tratamiento. 
 
La Dra. Christine Bimansha Mbombo, referente médico de MSF, es testigo de esta situación.
 
“Como médico de MSF desde hace bastante tiempo, he visto situaciones difíciles. Pero aun así quedé sorprendida cuando comencé a trabajar en nuestro proyecto de VIH/SIDA en Bangui. ¡Es increíble que en esta época la gente siga muriendo de SIDA!
 
Sólo el 18% de las personas que viven con VIH en República Centroafricana están recibiendo tratamiento antirretroviral, y somos testigo de las consecuencias de este acceso tan bajo a estos medicamentos vitales. También somos testigo de las consecuencias de la crisis, pues nos encontramos con personas que han interrumpido su tratamiento o que no han regresado para continuarlo.
 
En el gran hospital general, donde apoyamos al departamento de medicina general y al laboratorio, el 40% de los pacientes admitidos son VIH positivo y el 20% de las muertes son a causa de SIDA, a pesar de que se considera que el país tiene una prevalencia de VIH baja [1]. La mayoría de nuestros pacientes están en una etapa 3 o 4 de SIDA y tienen graves infecciones oportunistas que la gente bajo tratamiento antirretroviral rara vez contrae, como la tuberculosis, meningitis criptocócica o el sarcoma de Kaposi. 
 
A pesar de que sabíamos que había una necesidad de tratamiento antirretroviral que no estaba cubierta, no esperábamos que nuestros servicios tuvieran una demanda tan alta. Cuando abrimos el proyecto, en colaboración con el hospital comunitario, teníamos capacidad para 16 camas y estábamos equipados para atender aproximadamente a 55 pacientes por mes. Hoy recibimos alrededor de 100 pacientes mensualmente, una cifra que va mucho más allá de nuestra capacidad.
 
Como resultado, nuestros pacientes sólo pueden quedarse alrededor de cuatro o cinco días en el hospital para poder hacer espacio para otras personas, a pesar de estar lo suficientemente enfermos como para quedarse hospitalizados durante al menos dos semanas. Así que aumentaremos nuestra capacidad a 40 camas, incluyendo 10 camas más en el área de cuidados intensivos. 
 
Además, la mitad de nuestros pacientes ni siquiera sabe que son portadores del virus. El estigma es tan fuerte que quienes reconocen su enfermedad frecuentemente son vistos como parias por la sociedad y son abandonados por todos. Decirles a nuestros pacientes que son VIH positivos es extremadamente difícil. Diría que entre el 5% y el 10% de las personas recientemente diagnosticadas en nuestros servicios se niegan completamente a creer en el diagnóstico, especialmente los más educados.
 
 
Algunos pacientes aceptan el tratamiento para las infecciones oportunistas, pero se niegan a tomar los medicamentos antirretrovirales que mantendrán a raya al virus del VIH en su cuerpo y evitarán que enfermen otra vez. Yo diría que estos pacientes preferirían estar muertos antes que vivir con VIH. El mes pasado, la tasa de readmisión de nuestros pacientes fue de 5%.
 
Antes de llegar a Bangui estaba trabajando en Tete, Mozambique, en donde MSF apoya el acceso a tratamiento antirretroviral para la comunidad. Como suele ser el caso en países de alta prevalencia de África Central y Occidental, nuestros pacientes pueden decirte exactamente cómo está reaccionando su sistema inmune ante el virus, ellos piden que se les haga un examen para saber cuál es su carga viral. Pero Bangui es un mundo totalmente diferente. Cuando llegué, me preguntaba ‘¿qué está sucediendo aquí? ¿La gente no puede conseguir un mínimo de información, a través de los medios o de la comunidad?’ Pero no, de verdad no hay nada.
 
Mi trabajo aquí es difícil, pero el proyecto es necesario. No hay otro lugar en Bangui para conseguir atención médica para casos avanzados de SIDA. La enfermedad está tan desatendida que no hay un protocolo claro para el tratamiento de infecciones oportunistas, y los medicamentos son muy difíciles de conseguir. Al contrario de Mozambique, en donde las enfermeras pueden administrar desde un inicio el tratamiento antirretroviral, sólo un puñado de médicos en este país puede hacer eso.
 
La falta de acceso a la atención médica es una realidad para la mayoría de las personas en República Centroafricana, pero es aún más difícil para los pacientes con VIH que necesitan tratamiento de por vida, diario e ininterrumpido. Quienes han sido desplazados por la violencia no saben cómo ni dónde podrían retomar su tratamiento. Una vez que encuentran un centro de salud, puede ser difícil, costoso e inseguro viajar largas distancias para llegar hasta el lugar y recoger los medicamentos regularmente. 
 
No quiero decir que nuestro proyecto es sólo una gota de agua en el océano; estamos atendiendo a casi 100 pacientes mensualmente, y antes de nosotros no había nada. Pero no puedo evitar preguntarme: ¿qué pasa con esas personas a las que todavía no podemos llegar?
 
 
 
MSF trabaja en República Centroafricana desde 1997. El proyecto de Bangui, en colaboración con el hospital comunitario, comenzó en marzo de 2016 y, para julio de 2016 está ofreciendo tratamiento contra el VIH y la tuberculosis a unas 100 personas mensualmente. En instalaciones apoyadas por MSF en el país, hay 4,813 pacientes bajo tratamiento antirretroviral, alrededor de 19% de la cohorte nacional, incluyendo las prefecturas con la prevalencia más elevada de VIH. A los pacientes se les ofrece diagnóstico, tratamiento y apoyo de forma gratuita. La prestación de servicios de VIH en República Centroafricana es complicada debido a los recurrentes brotes de violencia que afectan aún más el ya frágil sistema sanitario.
 
 
 [1] Se estima que la prevalencia de VIH entre la población adulta de RCA se encuentra en 4.3% a nivel nacional y en 7.7% en Bangui. Aproximadamente 140,000 personas viven con VIH en RCA. (ONUSIDA, OMS/PNLS)
 
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