Atendemos a las comunidades ribereñas y quilombolas de Pará, en Brasil

MSF lleva atención a las comunidades aisladas del Amazonas, Brasil.
El responsable de Promoción de la Salud de MSF habla con los habitantes de la comunidad de São Tomé de Tauçu. Zona rural de la ciudad de Portel, en el norteño estado brasileño de Pará ©Diego Klein/MSF.

La distancia es algo relativo para los habitantes de Portel, un municipio de la región de Ilha do Marajó, en el estado brasileño de Pará. No hay una respuesta precisa para determinar el tiempo de viaje entre el área urbana y las comunidades ribereñas de esta ciudad amazónica. 

Los recorridos por las largas rutas fluviales varían según el tipo de embarcación, la época del año, el clima y la marea. Para llegar a la ciudad desde Belém, la capital, se necesitan al menos 15 horas en barco y catamarán. Apesar de que la distancia es de sólo unos 270 kilómetros. En Portel, acceder a comunidades ribereñas más alejadas puede tardar hasta 18 horas dependiendo del tipo de embarcación. 

Portel está conectada por cuatro ríos, y tiene una población de alrededor de 62 mil habitantes, la mitad de los cuales viven en zonas rurales, en comunidades ribereñas y de quilombos. Los paseos por los extensos ríos, el calor húmedo y los palafitos rodeados de altas palmeras de açaí resaltan el entorno amazónico. Sin embargo, viajar por la región nos lleva más allá de los estereotipos. Nos permite descubrir desafíos casi inimaginables para quienes no viven en esta zona. 

Fue así que Médicos Sin Fronteras (MSF) pudimos atestiguar las necesidades y dificultades locales referentes a la atención médica primaria y secundaria. Cuando trabajamos en el municipio en 2021 para responder ante la pandemia de COVID-19. La experiencia en el territorio permitió a nuestro equipo comprender cómo podrían trabajar con las autoridades locales para mejorar el acceso a la atención médica. En abril de 2023, esto tuvo como resultado la creación de nuestro proyecto en la región de Ilha do Marajó.  

MSF lleva atención a las comunidades aisladas del Amazonas, Brasil.
MSF lleva atención a las comunidades aisladas del Amazonas, Brasil. ©Diego Klein/MSF.

 

“Nuestro objetivo es mejorar el acceso a la atención médica para las personas de las zonas rurales, centrándonos en las mujeres, niñas y niños, que son los grupos más vulnerables. Trabajamos en colaboración con la Dirección Municipal de Salud de Portel para fortalecer la atención médica básica de la población y en temas relacionados con la salud sexual y reproductiva. En MSF también desarrollamos actividades de promoción de la salud y formación para profesionales locales”, explica nuestra compañera de MSF, Anne Gilon. 

 

Largas distancias y precios elevados 

Son muchos los desafíos que enfrenta la población de Portel en el sector de la salud. El acceso a los servicios médicos básicos está restringido. La atención primaria es precaria debido a factores como la escasez de profesionales y recursos financieros. 

La situación se ve agravada por las largas distancias y el transporte casi exclusivamente fluvial. Aproximadamente el 50% de las carreteras del estado de Pará son vías fluviales, una realidad lejana para muchos brasileños. El contexto geográfico es un obstáculo logístico y genera un alto costo financiero que impacta a todo el sistema de salud. Desde el suministro de medicamentos hasta el flujo de consultas con especialistas que provienen de las principales ciudades de la región, como personal de ginecología, pediatría o anestesiología. 

Para los habitantes de estas zonas remotas, resulta aún más desafiante cuidar su salud, y realizar actividades que en otros contextos serían sencillas. Por ejemplo, seguir el calendario de vacunación y realizarse exámenes de rutina. Las largas distancias y el alto costo del transporte dificultan que los pacientes lleguen a los centros de salud y que los profesionales trabajen en las comunidades. 

  

El trabajo de MSF en la región de Ilha do Marajó  

Para minimizar el impacto de estos desafíos, desde Médicos Sin Fronteras trabajamos para ampliar la oferta de salud básica, salud mental y salud sexual y reproductiva. También es una prioridad para MSF apoyar las autoridades en la mejoría del flujo de atención médica para sobrevivientes de violencia sexual. 

Actualmente, colaboramos con la Secretaría Municipal de Salud, apoyando en Unidades Básicas de salud y puestos de salud en las zonas urbana rural. Además, buscamos contribuir a través de la capacitación de profesionales (médicos, enfermeros y agentes comunitarios de salud). 

“Realmente necesitamos este servicio en la comunidad, ya que tardamos entre 10 y 12 horas desde aquí hasta Portel. En lugar de ir a la ciudad y pasar mucho tiempo allí, recibimos tratamiento de  MSF aquí en nuestro puesto de salud comunitario. Siempre hay mucha gente. Esta es la segunda vez que vengo, pero tengo un hermano que ha venido más veces, tiene ocho hijos y es muy caro ir a la ciudad. Para la gente que vive lejos de la ciudad esto ha sido muy bueno. Es bueno para nuestra salud, ayuda mucho”, dice Maria da Conceição Raposo, residente de la comunidad ribereña de Santo Amaro. 

Para desarrollar su trabajo en la región de Ilha do Marajó, MSF cuenta en Portel con un equipo multidisciplinar, formado por 40 profesionales de diferentes áreas: enfermería, medicina, psicología, ginecología, pediatría, promoción de la salud, asistencia social, logística, entre otras.  

MSF lleva atención a las comunidades aisladas del Amazonas, Brasil.
Un barco que lleva a nuestro personal a la zona rural de Portel atraviesa un río en el estado brasileño de Pará ©Diego Klein/MSF.

 

Escuchar y respetar los conocimientos tradicionales de las comunidades 

Los conocimientos y prácticas tradicionales son fundamentales para las poblaciones ribereñas y quilombolas, que a menudo se encuentran en una situación más vulnerable. Un ejemplo es el trabajo de las parteras como Maria Dinalva do Nascimento Andrade, habitante de la Comunidad Restante Quilombo São Tomé de Tauçu, ubicada en el río Acutipereira. 

“Ya he ‘salvado’ a más de 60 niños. La primera vez que asistí un parto tenía 15 años, fue cuando mi mamá tuvo a mi hermana”, dice mientras observa a los niños jugar pelota en el pasillo de la escuela local, donde nació, creció y es una líder quilombola. 

Escuchar e interactuar con personas como Dinalva permite a nuestros equipos en MSF comprender mejor las realidades de las personas y ayudar a mejorar su bienestar y salud. 

  

La información es clave para salvar vidas  

A través de la promoción de la salud, desde MSF hemos trabajado para aumentar el conocimiento de la población sobre diversos temas. Por ejemplo, información sobre salud sexual y reproductiva y la importancia de beber agua potable para la salud. 

Beber agua sin tratar es común en la región, que forma parte de la Cuenca Hidrográfica del Amazonas, la más grande del mundo. “El tema del agua es muy complicado aquí. Mucha gente bebe agua que no es para el consumo y eso termina generando muchos problemas que podrían evitarse”, explica Rosenildo de Almeida, agente comunitario de salud de MSF. 

Felipe Euzébio, responsable de promoción de la salud y participación comunitaria de MSF, destaca la importancia de estar junto a las comunidades compartiendo y recibiendo conocimiento. 

“Es una vía de doble sentido: entendemos mejor la realidad de las personas. Así podemos acercarles información que impacte y mejore su bienestar y salud”. 

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