Atendemos a sobrevivientes de malos tratos en Siria

Al salir de las dependencias de seguridad y las prisiones donde estuvieron detenidas, las personas recuerdan sus terribles experiencias cotidianas, lo que dificulta su reintegración a la sociedad.

Ilustraciones que representan el testimonio de un sobreviviente de una detención en Siria, julio de 2025.
Ilustraciones que representan el testimonio de un sobreviviente de una detención en Siria, julio de 2025. © MSF

Si bien la detención arbitraria era una práctica arraigada en Siria, se volvió más común durante los casi 14 años de guerra civil. Las personas eran recluidas en celdas oscuras, sin saber por qué estaban detenidas, qué les sucedía a sus familias o si alguna vez serían liberadas. Podían pasar años sometidos y sobreviviendo a malos tratos bajo custodia, sin juicio ni investigación. 

 

Ilustraciones que representan el testimonio de un sobreviviente de una detención en Siria, julio de 2025.
Ilustraciones que representan el testimonio de un sobreviviente de una detención y malos tratos en Siria, julio de 2025. © MSF

 

Esto cambió en diciembre de 2024, cuando la caída del anterior gobierno sirio provocó la apertura de las prisiones. Al salir las personas sobrevivientes de los centros de detención, era evidente que necesitaban tratamiento médico por todo lo que habían sufrido, incluyendo abusos sistemáticos, negligencia y tortura.

“Me llevaron auna celda de aislamiento mientras mis hijas estaban encerradas en otra celda. No sabía nada de ellas”, dice Suha*, una mujer de 50 años que fue detenida en 2018 sin cargos y retenida durante seis años. “No me importaban las palizas que recibía, con la esperanza de que cuando terminaran, sabría qué había pasado con mis hijas”.

Suha, al igual que cientos de prisioneros y detenidos, obtuvo su libertad y salió de prisión a finales de 2024. Muchos sobrevivientes pasaron años detenidos en duras condiciones. Se les privó de alimentación adecuada y atención médica, y se les expuso a ciclos interminables de maltrato físico y psicológico, según informaron a los equipos médicos y de salud mental de Médicos Sin Fronteras (MSF). 

En respuesta a sus enormes necesidades médicas y de salud mental, los equipos de MSF iniciaron un programa para sobrevivientes de malos tratos en Siria. El programa se puso a prueba en el proyecto existente de MSF en la gobernación de Idlib. Posteriormente, MSF abrió una clínica especializada en Damasco, ubicada dentro del hospital Al-Mujtahid, y posteriormente implementó el programa en Kafr Batna, en Guta Oriental, de donde provienen la mayoría de nuestros pacientes. La zona fue históricamente un área de oposición y fue asediada y bombardeada intensamente.

La clínica para sobrevivientes de malos tratos brinda consultas médicas generales con derivaciones a atención especializada, apoyo psicosocial y servicios de trabajo social que vinculan a los pacientes con asistencia no médica a través de organizaciones y asociaciones locales que ofrecen apoyo más allá del alcance de los servicios de MSF.z

 

Ilustraciones que representan el testimonio de un sobreviviente de una detención en Siria, julio de 2025.
Ilustraciones que representan el testimonio de un sobreviviente de una detención en Siria, julio de 2025. © MSF

 

“Las consecuencias para la salud mental de la detención en Siria son bastante alarmantes”, afirma Laura Guardiola, asesora médica de MSF en Damasco. “Estar detenido en condiciones inimaginables de malos tratos, que equivalen a tortura física y psicológica, ha dejado heridas profundas y duraderas en personasque fueron detenidas y prisioneras: heridas que requieren tiempo, apoyo y atención para sanar”. 

MSF está trabajando para llegar a más mujeres, ya que el bajo número de pacientes mujeres en nuestra cohorte es preocupante. Incluso menos niños y niñas buscan tratamiento. Menos del 15% de las consultas fueron con una paciente mujer durante los dos primeros meses de actividades de la clínica en Damasco. Varias exdetenidas han sobrevivido a la violencia sexual durante la detención, lo que podría impedirles buscar apoyo, principalmente debido al estigma.

Al salir de las dependencias de seguridad y las prisiones donde estuvieron detenidas, las personas recuerdan sus terribles experiencias cotidianas, lo que dificulta su reintegración a la sociedad. Suha comenta que nunca olvidará el túnel de Mezzeh en Damasco, donde se dio cuenta de que no regresaría ilesa a su hogar. 

“Ese túnel no tenía ninguna luz al final”, dice. “A menudo pienso en la venganza. Reacciones anormales a acciones normales se han convertido en mi norma. No quiero que me invadan sentimientos de odio y amargura. Quisiera deshacerme de todo lo que mi experiencia dejó en mí”.

 

Ilustraciones que representan el testimonio de un sobreviviente de una detención en Siria, julio de 2025.
Ilustraciones que representan el testimonio de un sobreviviente de una detención en Siria, julio de 2025. © MSF

 

Suha es una de las 113 pacientes de nuestra cohorte de sobrevivientes de malos tratos en las tres ubicaciones. Está en seguimiento con nuestro equipo de sobrevivientes de malos tratos y, aunque le queda un largo camino por recorrer, está comenzando a recuperarse de todo lo que sufrió. Nuestro equipo cree que su firme voluntad de vivir, aunque se vio afectada durante su detención, nunca se perdió, y está reiniciando su vida por el bien de sus hijas. 

*El nombre ha sido cambiado.

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