Carta abierta sobre un alto al fuego inmediato y sostenido en Gaza

Desde MSF pedimos un alto al fuego en Gaza

José Luis Michelena, director ejecutivo de Médicos Sin Fronteras para México y Centroamérica, escribió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre la situación en Gaza.

 


 

Sr. Andrés Manuel López Obrador

Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos

 

PRESENTE

 

Carta abierta al presidente de México Andrés Manuel López Obrador sobre un alto al fuego inmediato y sostenido en Gaza.

 

Distinguido Señor presidente,

 

Reciba un cordial saludo de Médicos Sin Fronteras.

 

Le escribo en nombre de Médicos Sin Fronteras (MSF) para solicitar urgentemente que el gobierno mexicano haga todo lo que esté a su alcance para lograr un alto el fuego inmediato y sostenido en Gaza. Poner fin a la violencia indiscriminada es la única manera de evitar más muertes y aumentar la asistencia humanitaria que se necesita desesperadamente.

A pesar de que la tregua temporal recientemente pactada es el primer signo de humanidad después de semanas de violencia implacable, esto no constituye una solución de ningún tipo. Cualquier respiro para las personas de Gaza es bien recibido, especialmente si les ofrece acceso a suministros médicos, alimentos y agua. Sin embargo, considerando las inmensas necesidades, estos breves días de pausa al fuego no son suficientes para organizar la entrega de ayuda suficiente para satisfacer las inconmensurables necesidades.

Mis colegas y yo, como tantos mexicanos más, nos sentimos agraviados e indignados por el ataque deliberado e inescrupuloso de Hamás contra civiles israelíes. Ahora, después de siete semanas, estamos horrorizados por los ataques incesantes e indiscriminados de Israel contra civiles palestinos y espacios civiles, incluidos los hospitales en Gaza.

Israel ha demostrado su flagrante y total desprecio por la protección de las instalaciones médicas de Gaza. Estamos viendo cómo los hospitales se convierten en morgues e incluso en ruinas. Están siendo impactados por ataques, tanques y armas de fuego, rodeados y allanados, matando a pacientes y al personal médico.

La Organización Mundial de la Salud ha documentado 178 ataques en contra de instalaciones y personal médico, incluyendo 22 muertes y 48 heridos integrantes del personal sanitario en servicio. El personal médico, incluyendo el propio de MSF, está completamente exhausto y más allá de la desolación. Han tenido que amputar extremidades de niños que sufren quemaduras severas, sin anestesia o con herramientas quirúrgicas sin esterilizar.

Las personas mueren de dolor. Debido a las evacuaciones forzosas de los soldados israelíes, algunos médicos han tenido que dejar atrás a sus pacientes y se han enfrentado a una elección inimaginable: sus vidas o las de sus pacientes. No hay justificación concebible para actos tan atroces.

MSF envió recientemente un equipo internacional de emergencia a Gaza para ayudar a nuestros colegas palestinos a llevar capacidades médicas y quirúrgicas a los centros de salud. Lamentablemente, sus actividades se han visto gravemente limitadas debido a la magnitud del número de víctimas, a la destrucción de la infraestructura, a la falta de suministros esenciales como combustible y a la constante inseguridad. Queremos y deberíamos poder hacer mucho más. Hoy en día esto es simplemente imposible debido al asedio y la implacable guerra generalizada que está desatando Israel.

Cuatro miembros de nuestro personal de MSF han sido asesinados y muchos más han perdido a sus familiares. Muchos otros colegas han resultado heridos. Otras organizaciones humanitarias compañeras han informado de la muerte de decenas de miembros de su personal.

El norte de Gaza está siendo borrado del mapa. El sistema de salud está colapsado. Mas de 14 mil personas han sido asesinadas, la mitad siendo niñas y niños, según las autoridades sanitarias de Gaza. Eso representa una de cada 200 personas en Gaza. Miles están heridas. Las familias están escarbando en los escombros para encontrar a sus familiares muertos. Al menos 1,7 millones de personas han sido desplazadas, según las Naciones Unidas. Esos civiles han sido obligados a desplazarse al sur, pero esas áreas también están siendo bombardeadas por Israel. Ningún lugar es seguro.

Los implacables asesinatos, la destrucción de infraestructuras esenciales y la retención de suministros, incluidos el agua y los medicamentos esenciales para la supervivencia constituyen violaciones descaradas y repetidas del Derecho Internacional Humanitario (DIH). El DIH sigue siendo la expresión más clara de nuestro acuerdo global para preservar un espacio para la humanidad en medio de la guerra. Para los gobiernos comprometidos con este principio y marco legal, incluido México, ahora es el momento de defenderlo con todo ahínco y de manera inequívoca.

 

Estamos siendo testigos de la abierta deshonra del principio fundamental de humanidad.

 

Un cese al fuego sostenido es la única manera de detener el asesinato de miles de civiles más y permitir la desesperadamente necesaria ayuda humanitaria.

MSF también hace un llamado al establecimiento de un mecanismo independiente para supervisar el adecuado flujo de suministros humanitarios en Gaza.

 

Los ataques indiscriminados e implacables deben detenerse ahora.

Los desplazamientos forzados deben detenerse ahora.

Los ataques a hospitales y personal médico deben detenerse ahora.

El asedio y las restricciones a la ayuda deben detenerse ahora.

 

TODO DEBE DETENERSE AHORA.

Por eso le pedimos, presidente Andres Manuel López Obrador, ser parte de la solución y usar todos los medios a su alcance para prevenir más masacres y pérdida de vidas, tanto en Gaza como en Cisjordania, donde más de 200 personas también han sido asesinadas desde el 7 de octubre, de acuerdo con las Naciones Unidas.

 

México debe insistir en un alto el fuego inmediato y sostenido en Gaza.

Recientemente, la embajadora Alicia Buenrostro Massieu, Representante Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas hizo un llamado “al cese inmediato y duradero de las hostilidades en todo el territorio palestino ocupado, especialmente los ataques indiscriminados y la violencia contra civiles por parte de todas las partes en el conflicto”. -, que añadió, “podrían constituir crímenes de guerra”.

 

Sin embargo, hacer más es hoy un deber humanitario que nuestro país no puede ignorar.

 

Es hora de elegir si México continuará haciendo meros llamamientos para que “se respete la protección de los civiles”, o si utilizará su influencia y reputación diplomática para convencer al Estado de Israel de que la sentencia de muerte que ha impuesto al pueblo de Gaza es inhumana e indefendible.

 

Le instamos a tomar medidas para defender nuestra humanidad compartida.

 

Hicimos lo que pudimos. Recuérdenos”. Estas son las palabras que uno de nuestros colegas, médico de urgencias de MSF, escribió en la pizarra de un hospital de Gaza donde solíamos escribir la lista semanal de casos quirúrgicos. Cuando las armas callen y la verdadera escala de la devastación sea revelada, ¿el gobierno de México podrá decir lo mismo?

 

Le pido a usted y al gobierno mexicano que hagan algo más que simplemente recordar a los civiles, a los trabajadores de la salud y a los pacientes en Gaza cuando ya sea demasiado tarde. Le pedimos impulsar con más vehemencia medidas para defender nuestra humanidad compartida exigiendo urgentemente un alto el fuego inmediato.

 

Sin otro particular, aprovechamos la ocasión para reiterarle las muestras de nuestra consideración.

 

Cordialmente,

 José Luis Michelena

Director Ejecutivo, Médicos Sin Fronteras México

 

 

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