“Cuando los diagnostican con hepatitis C, los pacientes creen que morirán”

Por el Dr. Muhammad Khawar Aslam, que trabaja para MSF en Karachi.

Por el Dr. Muhammad Khawar Aslam, que trabaja para MSF en Karachi. 
 
Médicos Sin Fronteras comenzó su proyecto enfocándose en la hepatitis C en Karachi en abril de 2015. Paquistán tiene la segunda prevalencia más alta de hepatitis C en el mundo, casi 5%, después de Egipto. La gente lucha por ser diagnosticada y acceder al tratamiento debido a los elevados costos y al hecho que la atención está centralizada en los hospitales en vez de en sus clínicas locales. Es un problema de salud significativo: implica que, en una mega ciudad como Karachi, casi un millón de personas están potencialmente infectadas. 
 
MSF gestiona una clínica en el barrio Machar Colony, en el límite del puerto pesquero de Karachi, un área muy poblada y contaminada sin un sistema sanitario adecuado, en donde la gente tiene acceso limitado a la atención médica. Nosotros brindamos atención médica básica y de emergencia, incluyendo consultas a pacientes externos, servicio de triage, estabilización de pacientes y referencias de emergencia. El apoyo durante el parto a mujeres embarazadas también está disponible, al igual que los servicios prenatales y postnatales. 
 
Decidimos comenzar a tratar la Hepatitis C en Machar Colony no sólo porque el sistema de salud es muy deficiente en el área, sino también porque muchas personas no pueden costearse el ser diagnosticadas y tratadas. Al brindar atención en una clínica, los pacientes pueden tener acceso a un diagnóstico gratuito y a tratamiento de calidad sin tener que ir a un hospital lejano a sus hogares, que a veces no pueden costear debido al costo del transporte.
 
Puesto que es un proyecto piloto, este año, en este primer proyecto de MSF enfocado al tratamiento de la hepatitis C, tendremos alrededor de 400 pacientes bajo tratamiento, que obviamente es una cifra muy limitada en comparación al número de pacientes potenciales, pero el objetivo es mostrar que este modelo de atención puede funcionar y ser replicado. 
 
Recibimos a dos tipos de personas en este lugar: algunas de ellas saben que tienen la enfermedad, pues fueron diagnosticadas en otras instalaciones; y otras no lo saben y se enteran aquí en  nuestra clínica. En su mayoría, vienen a la clínica porque experimentan síntomas como dolor corporal, fatiga, falta de apetito, fiebre o, a veces, infecciones. Se les hace la prueba de diagnóstico en el departamento para pacientes externos y después son referidos al área de hepatitis C en caso de que la prueba dé positivo. 
 
La hepatitis C es una infección del hígado. Hay muchos tipos diferentes, pero los tipos B y C son los más serios, ya que estos nacen de infecciones sanguíneas virales. En el caso de la hepatitis C, no hay vacuna disponible y la principal causa de la alta prevalencia en Paquistán se debe a las transfusiones sanguíneas. En algunas áreas rurales pobres, los trabajadores médicos reutilizan las jeringas, lo que contribuye a la propagación del virus.  
 
En su primera etapa, la hepatitis C es asintomática: los pacientes no saben que tienen la enfermedad muchos años antes de que comiencen a experimentar síntomas. Ya que muchos pacientes no saben que están infectados, ellos transmiten el virus, incluso a sus parejas a través del contacto sexual.
 
 
Cuando le decimos a un nuevo paciente que está infectado, la mayoría de las veces reaccionan con miedo. Hay muchas ideas erróneas sobre la enfermedad,y la mayoría de los pacientes piensan que no pueden curarse y que este diagnóstico es una sentencia de muerte. La gente cree que su salud se deteriorará lentamente hasta que mueran. Tenemos todo un equipo trabajando con los pacientes, para ayudarlos a lidiar con la mala noticia y para darles la información correcta.
 
También informamos a la comunidad sobre cómo se transmite la enfermedad, para ayudar a reducir el estigma de la gente. Un paciente que sufre de hepatitis C no debería ser aislado del resto de su comunidad, no hay problema en trabajar o vivir con él. La gente no debería tener miedo de tomar el test de diagnóstico porque no es una sentencia de muerte. 
 
Hay algunos tratamientos disponibles en Paquistán, pero la mayoría de nuestros pacientes no pueden costearlos, pues son bastante caros. Así mismo, el tratamiento que se usa actualmente en muchos lugares del mundo (Interferon) es muy difícil de seguir. Requiere muchas inyecciones dolorosas, más de 70, con muchos efectos secundarios. Tiene un impacto en la habilidad de la persona de vivir su vida normalmente.
 
El tratamiento los debilita, no se sienten bien y están demasiado débiles como para trabajar. Al mismo tiempo, tienen que ir a la clínica varias veces por semana para recibir sus inyecciones. Es muy difícil, y muchos pacientes no logran completar su tratamiento. E incluso cuando los pacientes sí concluyen su tratamiento, hay una gran posibilidad de que falle. 
 
Tratamientos de hepatitis C nuevos y mejores están disponibles en los últimos dos años, mismos que pueden curar la hepatitis C en tan sólo 12 semanas y que implican tomar una sola pastilla al día. Con el nuevo tratamiento que ofrecemos en nuestra clínica, el Sofosbuvir, que fue registrado hace un año en Paquistán, los efectos secundarios son menores y los pacientes pueden regresar a su vida cotidiana mucho más rápido. Hay una posibilidad muy elevada de recuperación. 
 
Sinceramente esperamos que el tratamiento esté disponible a un bajo precio muy pronto. Definitivamente será un parteaguas en el tratamiento de pacientes afectados con hepatitis C.
 
Hace unas semanas, nuestro primer paciente dio negativo después de terminar su tratamiento en nuestra clínica. Había pasado a través de dos largos y dolorosos regimenes de interferon antes de ser tratado con sofosbuvir. Finalmente está curado. Ese fue un momento increíble para todo el equipo, ver a este paciente finalmente dando negativo en su test y saber que podrá regresar a su vida normal. 
 

Sobre el sofosbuvir

 
El sofosbuvir, un nuevo medicamento oral para tratar la hepatitis C, es un “antiviral de acción directa” (ADD) cuyo uso fue aprobado a finales de 2013. El sofosbuvir y otros nuevos medicamentos ADD tienen el potencial de revolucionar el tratamiento de esta enfermedad. Los estudios muestran una probabilidad de cura más alta del 90% para personas con algunos genotipos de la enfermedad. Pero la compañía farmacéutica estadounidense que lanzó el medicamento, Gilead Sciences, ha puesto un precio de $1,000 dólares por pastilla de sofosbuvir ($84,000 por un tratamiento de 12 semanas) en los Estados Unidos, y ha cobrado precios igualmente elevados en los países en desarrollo. 
 
Gilead ha entrado a tratos para licenciar con varios manufactureros en India que han desarrollado y han comenzado a comercializar versionas genéricas, pero estos tratos excluyen las ventas del medicamento a algunos países de ingresos medios con una alta prevalencia de hepatitis C. Esto deja alrededor de 49 millones de personas en estos países, representando alrededor del 40% de la prevalencia de Hepatitis C en el mundo, sin acceso al medicamento. A pesar de que su precio es menor en Paquistán, dado que múltiples compañías farmacéuticas están produciendo y han registrado el producto en el país, el sofosbuvir sigue estando fuera del alcance de la mayoría de los pacientes con hepatitis C. 
 

Sobre MSF en Paquistán

 
MSF comenzó a trabajar en Paquistán en 1986 y ahora brinda atención médica urgente a la población de Balochistan, Khyber Pakhtunkhwa, Áreas Tribales bajo Admistración Federal y Sindh. Las actividades de MSF en Paquistán están financiadas únicamente por las donaciones de privados, sin contribuciones institucionales ni gubernamentales. 
 
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