Cuatro cosas que debes saber sobre el Ébola en Uganda

Desde la declaración del brote el 20 de septiembre y hasta el 2 de octubre, hay 43 casos confirmados y 29 muertes notificadas. Estamos trabajando en la zona para ayudar a detener la propagación de la enfermedad, cuya cepa actual carece de vacuna.

MSF abre dos centros de tratamiento en Mubende y Madudu, en Uganda.
MSF abre dos centros de tratamiento en Mubende y Madudu, en Uganda. ©Augustin Westphal/MSF

Desde la declaración del brote de Ébola en Uganda el 20 de septiembre de 2022 (y hasta el 2 de octubre), el Ministerio de Salud de Uganda ha confirmado 43 casos de Ébola y notificado 29 muertes (nueve muertes confirmadas por la enfermedad y 20 probables). En Médicos Sin Fronteras (MSF) estamos trabajando con el Ministerio de Salud para establecer una respuesta de emergencia inicial que ayude a detener la propagación de la enfermedad.

En Médicos Sin Fronteras hemos respondido a varios brotes de Ébola durante la última década, incluso en África occidental (Guinea, Liberia, Sierra Leona) de 2014 a 2016 y en la República Democrática del Congo (RDC) de 2018 a 2020. Estas epidemias fueron causadas por la cepa Zaire del virus y fueron seguidas por avances científicos, incluida la aprobación de dos vacunas y un tratamiento con anticuerpos para la enfermedad.

El brote actual en Uganda está causado por una variante relativamente rara del virus conocida como cepa Sudán, que plantea una serie de desafíos médicos y operativos para nuestros equipos en el terreno. La propagación de la enfermedad requiere el rápido desarrollo de soluciones efectivas de detección y tratamiento en un país que ha estado relativamente libre de epidemias durante la última década.

Por eso hoy te queremos contar cuatro cosas que debes saber sobre esta epidemia.

 

1. ¿Existen vacunas para hacer frente a esta epidemia?

No existe una vacuna para la cepa sudanesa del virus, responsable del brote en Uganda. Se están realizando discusiones en la Organización Mundial de la Salud (OMS) para determinar qué vacuna candidata podría implementarse en un nuevo ensayo clínico con miras a obtener una licencia potencial para su uso. Dado que actualmente no se ha demostrado que una vacuna sea efectiva, se debe repensar gran parte de la respuesta estándar.

La vacuna rVSV, fabricada por Merck, está autorizada para la cepa Zaire del virus del Ébola. En epidemias vinculadas a esta cepa, se puede utilizar para limitar la propagación de la enfermedad como parte de una estrategia de vacunación ‘en anillo’, vacunando a personas que han estado en contacto con personas enfermas, personas que han estado en contacto con estas personas y cuidadores de pacientes.

Médicos Sin Fronteras instaló un centro de tratamiento de Ébola en Uganda
El centro de tratamiento de Ébola en Uganda.© Augustin Westphal/MSF

 

Una segunda vacuna, fabricada por Johnson & Johnson, se puede usar durante epidemias para proteger a las personas en riesgo de exposición al virus, y también se puede usar como medida preventiva antes de que se declare una epidemia para las personas en la primera línea de respuesta o aquellos que viven en áreas que aún no han sido afectadas por la epidemia.

Con el actual brote de Ébola en Uganda, todas las organizaciones de salud involucradas en la respuesta tendrán que prescindir de esta herramienta hasta que se realicen los ensayos y se encuentre una vacuna eficaz. Al igual que con los ensayos clínicos realizados para la vacuna de Johnson & Johnson en la cepa Zaire en la República Democrática del Congo en 2019, estamos listos para ayudar en esta investigación.

 

2. ¿Existe un tratamiento médico disponible para la cepa de Ébola de Sudán?

Los ensayos clínicos realizados en la República Democrática del Congo entre 2018 y 2019 han identificado tratamientos basados ​​en el uso de anticuerpos monoclonales, que son específicos de una cepa de virus: Mab114 y regn-eb3. Estos permiten una mejora significativa en las posibilidades de sobrevivencia de un paciente.

Sin embargo, estos anticuerpos no son efectivos contra la cepa Sudán de la enfermedad. En ausencia de esta herramienta, el tratamiento implica controlar los síntomas de la enfermedad y proporcionar cuidados intensivos (incluida la compensación de la pérdida de líquidos, el suministro de oxígeno, el control de los parámetros sanguíneos y cardíacos, etc.) para mejorar las posibilidades de sobrevivencia de las y los pacientes.

Como en todas las epidemias de Ébola, las medidas de protección y control de infecciones dentro de los centros de salud son de suma importancia.

“La protección del personal sanitario de primera línea es una gran preocupación para MSF”, afirma el Dr. Guyguy Manangama, jefe adjunto de nuestros programas de emergencia. “Necesitamos proteger a las y  los trabajadores sanitarios para garantizar la continuidad del sistema de salud capacitándolos en la prevención y el control de infecciones y proporcionándoles equipo de protección”.

Desde que se declaró el brote, las autoridades ugandesas han confirmado la muerte de dos integrantes del personal de salud, un médico y una partera.

MSF ha creado una unidad de tratamiento de Ébola de 36 camas en el hospital de Mubende, Uganda.
En el contexto del brote de Ébola en Uganda, desde MSF creamos una unidad de tratamiento de Ébola con capacidad de 36 camas en el hospital de Mubende, para personas con casos sospechosos y confirmados.

 

3. ¿Qué tipo de instalaciones para el tratamiento del Ébola están disponibles en Uganda?

Durante un brote de Ébola es importante que la respuesta médica se lleve a cabo cerca de las comunidades afectadas. “Sabemos que cuanto antes reciban atención médica los pacientes, mayores serán sus posibilidades de sobrevivir”, asevera el Dr. Guyguy Manangama. “El problema principal es el acceso rápido a la información, el diagnóstico y la atención. En los brotes de Ébola, demasiadas personas siguen llegando a los centros de salud con la enfermedad avanzada o incluso mueren en casa, infectando a otros en el proceso. Esto es lo que debemos evitar”.

Recomendamos establecer pequeños centros o unidades de aislamiento donde las y los pacientes puedan recibir primeros auxilios lo más cerca posible de donde viven. Mientras tanto, los centros de referencia más grandes pueden brindar una gama más amplia de atención a pacientes en las etapas avanzadas de la enfermedad.

En brotes anteriores, los pacientes a menudo eran llevados directamente a grandes centros de gestión de casos fuera de sus comunidades, lo que en muchos casos generó rumores que circulaban dentro de la comunidad, hostilidad hacia el personal de la salud y rechazo a la respuesta.

Planeamos apoyar la respuesta en Uganda mediante la creación de pequeños centros en los subdistritos afectados, como Madudu (el epicentro del brote, ubicado a 20 km de la capital del distrito, Mubende), y la creación de una unidad de aislamiento más grande de 36 camas con cuidados intensivos y con capacidad de atención a pacientes sospechosos y confirmados en Mubende.

Nuestros equipos también planean trabajar con hospitales para que puedan convertirse en centros de referencia para trabajadores de la salud infectados por la enfermedad.

 

4. ¿Qué sabemos sobre la propagación de la epidemia?

Para controlar un brote de Ébola, es esencial poder detectar rápidamente a las personas infectadas e identificar a sus contactos, que pueden haber viajado lejos del epicentro del brote. En el brote actual, se han confirmado casos en cinco distritos de Uganda, por lo es necesario identificar y seguir a los pacientes y contactos en un área relativamente grande.

Aunque el brote se declaró oficialmente el 20 de septiembre, ya en agosto se registraron varias muertes sospechosas potencialmente relacionadas con la enfermedad en la región afectada. Como suele ser el caso al comienzo de un brote de Ébola, la detección de casos y el rastreo de contactos van a la zaga de la propagación de la epidemia. Es vital reconstruir las primeras etapas de la epidemia con la mayor precisión posible para detectar la enfermedad en las personas y brindar atención médica en los lugares correctos.

Para hacer frente a un brote de manera efectiva, también es esencial que las personas en las áreas afectadas tengan conocimiento y comprensión de la enfermedad y cooperen y se involucren en la respuesta. Se necesitan actividades de vigilancia basadas en la comunidad y rastreo de contactos para identificar rápidamente a las personas potencialmente infectadas.

Una vez identificados, ellas  y sus familias deben acceder a la atención médica adecuada o aislarse durante 21 días. Para facilitar esto, es necesario eliminar las barreras sociales y económicas (como el costo del transporte a los centros de salud o los costos relacionados con no poder salir a trabajar). Esto se puede hacer ayudando con los costos de transporte, distribuyendo alimentos o kits a las personas que se autoaislan en sus hogares y ofreciendo apoyo psicológico a pacientes y sus familias.

Las herramientas de tecnología informática también pueden facilitar el seguimiento en tiempo real de la epidemia. Durante el brote de Ébola de 2018-20 en República Democrática del Congo, Epicenter (nuestro centro epidemiológico) desarrolló nuevas herramientas para facilitar la coordinación de las actividades epidemiológicas, incluyendo herramientas para el seguimiento sistemático y la recopilación de datos de pacientes, informes automatizados y una plataforma web para visualizar datos sobre el manejo de casos y la evolución de la epidemia.

Por primera vez en un brote de esta magnitud, se utilizó la misma herramienta de vigilancia en todos los sitios de pacientes, lo que permitió la creación eficiente de un conjunto de datos completo y combinado sobre los establecimientos de salud relacionados con el Ébola. En MSF estamos listos para poner estas herramientas a disposición de las autoridades sanitarias de Uganda.

 

Sobre el Ébola

El Ébola es una enfermedad grave y frecuentemente mortal con una tasa de mortalidad de hasta el 90%. Los síntomas iniciales suelen ser parecidos a los de otras enfermedades: súbita aparición de fiebre, fatiga, dolor muscular, dolor de cabeza y de garganta. Estos síntomas iniciales pueden ser seguidos por diarrea, vómitos, salpullido, síntomas de falla renal y de hígado y, en algunos casos, sangrado interno y externo.

El Ébola se descubrió en 1976 en la República Democrática del Congo. Hay diversas variantes de la enfermedad, pero la Zaire ha sido la más común en la última década. La cepa Sudán está involucrada en el brote actual en Uganda. Ha habido siete brotes de esta cepa desde que se descubrió el virus: cuatro en Uganda y tres en Sudán. El último brote de Ébola en Uganda fue en 2019, pero el último que involucró a la cepa Sudán se presentó en 2012.

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