Demasiado joven para morir

En el este de RDC, MSF trabaja en reducir la tasa de mortalidad entre los niños menores de cinco años
En la tienda de aislamiento, el Dr. Maxim atiende a pacientes con sarampión, que generalmente se asocia con otras enfermedades. La mayoría han sido trasladados de sitios de vacunación o centros de salud. © Michel Lunanga/MSF

En Kalole, este de la República Democrática del Congo (RDC), Médicos Sin Fronteras trabaja en reducir la tasa de mortalidad entre las niñas y niños menores de cinco años

“Cuando vi que Nyota tenía un herpes labial, pensé que debía ser sarampión”, explica Louise, su madre. Nyota, de un año, contrajo la enfermedad durante un brote que afectó a su aldea en el territorio de Shabunda, en la provincia congoleña de Kivu del Sur, en julio de 2022.

“La mayoría de las mujeres de mi pueblo usan té negro para tratar a sus hijos e hijas cuando tienen sarampión. Yo también lo hacía. No tenemos suficiente dinero para llevar a nuestros hijos al centro de salud cuando enferman”, dice Louise. Dos días después, Nyota empeoró.

El pueblo de Nyota y su familia se encuentra en la zona de salud de Kalole, una región minera de muy difícil acceso, donde viven unas 166,000 personas. Cerca de la mitad son niñas y niños menores de 15 años.

En el este de RDC, MSF trabaja en reducir la tasa de mortalidad entre los niños menores de cinco años
Nyota Lusenge tiene un año. Contrajo sarampión durante el brote que afectó a su aldea y al resto de la zona sanitaria. Sus padres agricultores no tienen suficientes recursos financieros para pagar su atención médica y la de sus otros cinco miembros de la familia. © Michel Lunanga/MSF

 

“Este aislamiento, sumado a la falta de diversidad de productos de cultivo o disponibles en los pocos mercados de Kalole y alrededores, expone a la población a una situación permanente de inseguridad alimentaria, especialmente a las niñas y niños”, afirma Diego Ráfales, coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kalole. “La baja tasa de cobertura vacunal contra el sarampión que vimos cuando llegamos contribuía también a la vulnerabilidad a los más pequeños”.

Esta combinación de factores tiene consecuencias directas sobre la salud de los infantes, cuyo débil sistema inmunológico a causa de una dieta desequilibrada favorece la propagación del sarampión. Y de manera inversa, para los menores que sufren de desnutrición el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con el sarampión aumenta. Además, igual que en muchas zonas de salud en Kivu Sur la malaria es endémica en Kalole y las enfermedades diarreicas y las infecciones respiratorias afectan a muchas niñas y niños.

Por si fuera poco, las estructuras de salud aquí afrontan con frecuencia escasez de medicamentos y de personal. Y por falta de recursos económicos, la atención médica está fuera del alcance de la mayoría de las familias. Para mejorar el acceso a cuidados de salud y reducir la tasa de mortalidad entre los niños menores de cinco años, MSF ha estado trabajando desde mayo de 2022 en esta zona remota, donde hay muy pocas organizaciones humanitarias.

“Cuando el personal de salud comunitario llegó a mi aldea, informaron a los padres de que podían llevar a sus hijos e hijas con sarampión al centro de salud para recibir tratamiento gratuito”, dice Louise, madre de Nyota. “Inmediatamente fui con Nyota al centro de salud, donde la vacunaron. Luego la trasladaron al hospital para recibir tratamiento ya que también había contraído malaria. Después de una semana de hospitalización, está mejor y podemos irnos a casa”.

Médicos Sin Fronteras apoya la atención de niñas y niños menores de cinco años en doce centros de salud y en el hospital general de referencia en Kalole. En el hospital, la atención se extiende a menores de 15 años y MSF apoya los servicios de emergencia, pediatría, neonatología, la unidad de terapia nutricional intensiva, así como una sala de aislamiento para enfermedades contagiosas como el sarampión.

MSF trabaja en reducir la tasa de mortalidad entre los niños menores de 5 años en Kalole, RDC
Maria Paul tiene un año y es originaria de Kamba Nyama, un pueblo a 19 km del Hospital Kalole. Ha sido tratada durante un mes en la unidad nutricional terapéutica intensiva, apoyada por MSF. © Michel Lunanga/MSF

 

“A pesar de este panorama bastante sombrío, cuando un niño o niña recibe el tratamiento adecuado a tiempo, puede recuperarse rápidamente”, insiste Diego Ráfales. “Gracias al esfuerzo que han hecho nuestros equipos para sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de recibir atención pronto, y a pesar de la costumbre de la población de recurrir a los tratamientos tradicionales, hemos visto un aumento en el número de pacientes en los centros médicos apoyados por MSF en los últimos meses”.

Entre mayo y diciembre de 2022, los equipos de Médicos Sin Fronteras en la zona de salud de Kalole atendieron a 18,445 niñas y niños. MSF también llevó a cabo una campaña de vacunación contra el sarampión en la que 67,700 niñas y niños menores de 15 años fueron vacunados.

MSF trabaja en reducir la tasa de mortalidad entre los niños menores de 5 años en Kalole, RDC
Kalole es una ciudad ubicada en el territorio de Shabunda, provincia de Kivu Sur. Para llegar a los pacientes en esta área remota, los equipos de MSF salen de Salamabila y viajan 85 km por una carretera en ruinas donde los puentes se derrumban regularmente, lo que toma entre 5 y 8 horas de viaje dependiendo de las condiciones climáticas. © Michel Lunanga/MSF

 

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