El gobierno alemán debe exigir a la farmacéutica BioNTech que comparta la tecnología de vacunas de ARNm

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Vacunación COVID-19 en Venezuela
Maryuri Garcia, enfermera de MSF, aplicando la vacuna de COVID-19 a un migrante venezolano en Perú. © Max Cabello Orcasitas

Ante la reunión anual de accionistas de BioNTech, donde se espera que la farmacéutica alemana reporte miles de millones de euros en ganancias por las ventas de vacunas contra la COVID-19; Médicos Sin Fronteras (MSF) instó al gobierno alemán, que apoyó la investigación y el desarrollo de las vacunas de BioNTech con cientos de millones de euros en fondos públicos, a que presione a la corporación para que transfiera urgentemente la tecnología de las vacunas de ARNm a los fabricantes en países de ingresos bajos y medios.

MSF ha identificado a más de 100 fabricantes en países de ingresos bajos y medios que podrían producir vacunas de ARNm para la COVID-19, otras enfermedades y futuras pandemias, pero para esto es necesario compartir la tecnología y el conocimiento. BioNTech recibió casi 500 millones de euros en financiamiento público por parte de inversores públicos (375 millones de euros del Ministerio de Investigación Alemán y un préstamo de 100 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones) para la investigación y el desarrollo de la vacuna contra la COVID-19.

Mientras tanto, la corporación registró ventas de vacunas de COVID-19 por más de 18,800 millones de euros en 2021. “Dada la importante inversión pública en BioNTech, el gobierno alemán tiene la obligación de ayudar a cambiar el panorama mundial de fabricación de vacunas y debe actuar ahora”, dijo Christian Katzer, director general de MSF en Alemania. “Al instar a BioNTech a que transfiera la tecnología de las vacunas de ARNm a los fabricantes de países de ingresos bajos y medios, el gobierno alemán estaría ayudando a los países a avanzar hacia una producción autosuficiente de vacunas que podría aumentar el suministro global y hacer que los países estén mejor preparados para futuras pandemias. Esto ayudaría en gran medida a cumplir los compromisos del gobierno alemán de apoyar los esfuerzos locales de fabricación de vacunas, como se afirmó en muchos foros internacionales y específicamente en el reciente Comunicado de la Reunión de Ministros de Desarrollo del G7”.

La capacidad de producción local de vacunas de ARNm en países de ingresos bajos y medios sería una perspectiva futura que salvaría vidas en muchas regiones del mundo. A corto plazo, la tecnología de ARNm a nivel regional podría adaptarse con relativa rapidez para responder a variantes emergentes de COVID-19 y a las necesidades de suministro. Y en el mediano a largo plazo, la tecnología de ARNm podría presentar una opción prometedora para desarrollar vacunas para otras enfermedades infecciosas mortales como el VIH, la tuberculosis y la malaria.

También podría desempeñar un papel importante en la preparación ante futuras pandemias, especialmente porque una mayor distribución geográfica de la capacidad de producción de vacunas es un componente necesario de la preparación mundial para enfermedades.

“La pandemia de COVID-19 ha demostrado claramente que depender de un pequeño número de fabricantes de vacunas en países de ingresos altos y medios no es ni equitativo ni eficiente cuando se enfrenta a una emergencia sanitaria mundial”, aseveró Lara Dovifat, gestora de campañas de la Campaña de Acceso de MSF. “La buena noticia es que hay más de 100 fabricantes en África, Asia y América del Sur que tienen el potencial técnico para comenzar a producir vacunas de ARNm dentro de 6 a 9 meses si BioNTech transfiere la tecnología adecuada, lo que podría ayudar a dar respuesta a esta y futuras pandemias de una forma mucho más equitativa”.

El plan recientemente anunciado por BioNTech para establecer una fabricación de vacunas con el concepto “BioNTainer” en el continente africano durante los próximos 3 a 5 años parece prometedor, y tiene potencial para una región con una capacidad de fabricación limitada actualmente.

BioNTech también debería compartir la tecnología de ARNm con aquellos fabricantes que actualmente están operando en países de ingresos bajos y medios que podrían recibir e integrar completamente la producción de ARNm en sus instalaciones existentes.

“Si BioNTech está realmente comprometida con aumentar la capacidad de fabricación de vacunas en los países de ingresos bajos y medios, sus esfuerzos con ‘BioNTainer’ deberían ir de la mano con la transferencia de tecnología a los fabricantes que ya tienen capacidad de producción en los países de ingresos bajos y medios,” afirma Dovifat. “En este momento el mundo necesita dar todos los pasos posibles para asegurarse de que la oportunidad de reforzar la preparación global para una pandemia a través de la producción local sostenible de vacunas no se escape. Y eso implica exigir a las corporaciones farmacéuticas como BioNTech que compartan con urgencia la tecnología de ARNm”.

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