En MSF pedimos una respuesta inmediata a la crisis de refugiados sudaneses en Chad

Unidad nutricional de la clínica de MSF en Adré, Chad
Unidad nutricional de la clínica de MSF en Adré, Chad, 23 de agosto de 2023. ©MSF

El conflicto en Sudán ha provocado el desplazamiento de más de cuatro millones de personas, de las cuales 3,3 millones están desplazadas dentro del propio Sudán.

Del millón de personas que han abandonado el país, más de 380,000 han cruzado al este de Chad. La mayoría ha buscado refugio en campos y asentamientos en la ciudad fronteriza de Adré y sus alrededores. Los equipos que tenemos en Médicos Sin Fronteras (MSF) están atestiguando las terribles condiciones de vida que hay en estos asentamientos, donde las personas refugiadas se enfrentan a una grave escasez de alimentos, agua, saneamiento, refugio y atención médica.

Desde MSF llamamos a las agencias de la ONU, a los donantes internacionales y a las organizaciones humanitarias a que den una respuesta urgente a las enormes necesidades humanitarias de las personas refugiadas en Adré y en toda la provincia de Ouaddai.

“Es difícil describir lo que está viviendo esta gente”, afirma Susana Borges, coordinadora de emergencias de MSF en Adre. “Las personas esperan con desesperación a que les distribuyan raciones de comida. Algunas llevan cinco semanas sin recibir alimentos. Dan de comer a sus hijas e hijas insectos, hierba y hojas. Tienen mucha menos agua de la que necesitan y muchas carecen de cualquier tipo de refugio. ¿Cómo pueden sobrevivir así? Y aunque tuvieran alimentos, ni siquiera tienen suministros básicos para cocinar”, concluye.

Nuestras consultas médicas están llenas de pacientes que presentan problemas de salud relacionados con las precarias condiciones en las que se ven obligados a vivir y con la falta de alimentos. “En términos de necesidades médicas, lo más urgente en estos momentos es cubrir todas las actividades relacionadas con la malaria, la diarrea y la desnutrición”, explica Borges. “Hacemos todo lo que podemos, pero las necesidades de las personas son inmensas y no damos abasto”.

Al otro lado de la frontera, en Sudán, el número de personas obligadas a huir de sus hogares aumenta cada día. Los equipos médicos que MSF tenemos en el país han atendido a un gran número de heridos de bala o por explosiones. El sistema de salud se tambalea por la intensidad del conflicto. Varias instalaciones médicas han resultado dañadas en los combates, mientras que otras están desbordadas de pacientes y carecen de personal médico, de suministros y, en algunos casos, de agua y electricidad.

“Nos preocupa enormemente la situación en la que se encuentra la población en Sudán y la falta de acceso a la atención médica. También nos preocupa como el incremento del riesgo de que surjan epidemias a causa de la situación actual”, afirma Trish Newport, coordinadora de emergencias de MSF. “También nos preocupan las personas que han huido de Sudán hacia Chad y Sudán del Sur. La situación en el este de Chad es una emergencia grave y corre el riesgo de deteriorarse aún más si no se incrementa rápida y sustancialmente la ayuda humanitaria. Y en Sudán del Sur, las personas refugiadas de ese país que estaban en Sudán y que regresan ahora a su país se encuentran en una situación también muy delicada. Los centros de tránsito desbordados, hay una falta de refugio adecuado y de atención médica y escasez de alimentos”.

En la provincia oriental chadiana de Ouaddai, nuestros equipos brindan atención médica de urgencia en colaboración con el Ministerio de Salud. Hemos ampliado a 420 camas la capacidad de hospitalización del hospital de Adre y de cuatro centros de salud vecinos. Nuestros equipos atienden unas 460 consultas diarias en la clínica de Camp Ecole. Ésta cuenta con una capacidad de 38 camas, y están tratando actualmente a 372 niños y niñas con desnutrición.

En el hospital de Adre, 150 pacientes están recibiendo actualmente tratamiento traumatológico, la mayoría por heridas de bala sufridas en Sudán. Además, 133 niños están siendo tratados por complicaciones médicas potencialmente mortales relacionadas con la malaria y la desnutrición.

Los equipos que MSF tenemos en Chad también proporcionan atención materna y asisten a sobrevivientes de violencia sexual. Contamos además con un equipo de personal de psicología en Camp Ecole que ha recibido numerosos informes de mujeres y niñas sudanesas que han sufrido violaciones y otras formas de violencia sexual en su camino hacia Chad. Muchas relataron haber sido confinadas en habitaciones y haber sido violadas allí por grupos de hombres. Dada la gravedad de sus traumas y sufrimientos psicológicos, estas personas necesitan apoyo continuo e integral.

En MSF pedimos a las agencias de Naciones Unidas, a los donantes internacionales y a las organizaciones de ayuda humanitarias un que atiendan las necesidades más urgentes de los refugiados sudaneses en Chad para evitar un sufrimiento aún mayor y la pérdida de vidas humanas.

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