Equipos de MSF responden a las necesidades médicas de las personas desplazadas en Sudáfrica ante la violencia xenófoba contra extranjeros

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Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha estado respondiendo a las necesidades de salud de las personas desplazadas luego de casi una semana desde que comenzaran los ataques xenófobos violentos en la provincia de KwaZulu-Natal (KZN).

Johannesburgo – Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha estado respondiendo a las necesidades de salud de las personas desplazadas luego de casi una semana desde que comenzaran los ataques xenófobos violentos en la provincia de KwaZulu-Natal (KZN).

El equipo ofrece atención médica básica como resultado de una evaluación de las necesidades en los tres campos de desplazados, que albergan a más de 5.000 personas alrededor de la ciudad costera de Durban. Un segundo equipo pronto realizará evaluaciones similares en la región Ekurhuleni cerca de Johannesburgo.

El equipo de seis personas en KZN que comenzó a trabajar el martes 14 de abril, se centra en proporcionar atención inmediata a las necesidades médicas y humanitarias de los temerosos inmigrantes y refugiados que han huido de sus hogares durante la violencia. La personas en los campamentos son predominantemente de Mozambique, Malawi, Zimbabwe y la República Democrática del Congo.

El equipo de MSF está proporcionando activamente servicios médicos y de agua y saneamiento para los tres campamentos (Isipingo, Chatsworth y Phoenix) en estrecha coordinación con el Departamento de Salud provinical (DOH) para desplegar clínicas móviles regulares dos veces por semana, para ofrecer consultas y tratamiento, asegurando la referencia de pacientes a los hospitales y proporcionando medicamentos para enfermedades crónicas como el VIH y la tuberculosis.

El objetivo del equipo es prestar apoyo cuando se identifican deficiencias en la respuesta de la atención médica, de agua y de servicios de saneamiento, así como asistir a las sobrevivientes de la violencia sexual y de género, al tiempo que ofrece elementos de apoyo para la mejora de la gestión de los campamentos.

"Hemos visto a niños con diarrea, fiebre, enfermedades de la piel y un caso de neumonía. También hemos tratado hombres que han sido gravemente heridos durante la violencia, pero que no han buscado recibir atención debido a que han estado demasiado asustados para acudir a un hospital o para salir de los campos para buscar ayuda", dice la Dra. Gemma Arellano, líder del equipo de emergencia de MSF en KwaZulu-Natal.

"En el campo de Chatsworth, un hombre sufrió fractura de costillas en un ataque hace 14 días, pero estaba demasiado asustado como para buscar ayuda. A pesar del dolor, incluso hoy en día, no quiere ir a un hospital por temor a ser atacado nuevamente", dice Arellano. "En el campo Phoenix, tratamos a un hombre que tenía múltiples fracturas de brazo. Sólo tres horas antes, había sido brutalmente golpeado por una turba de 15 hombres. Lo tiraron al río después del ataque, pero se las arregló para sobrevivir. Hemos visto puntos de violencia en los que se ataca directamente a las personas”.

El número de personas desplazadas en cada campamento se basa en estimaciones realizadas por nuestro equipo, debido a que inicialmente los administradores de los campamentos no han sido capaces de hacer registros rutinarios de población. El equipo de MSF informa de que algunos autobuses han comenzado a llegar para repatriar a la gente de vuelta a Malawi, Mozambique y Zimbabue.

Campo Phoenix (situado a unos 26 kilómetros al norte de Durban)

El campo Phoenix Camp está creciendo rápidamente -y en la actualidad alberga un estimado de 2.500 personas, incluyendo 600 personas que se han desplazado de otros campamentos.

MSF está ofreciendo ayuda proporcionando el manejo del agua y saneamiento, la gestión de la instalación de un tanque de agua de 1500 litros para aumentar el suministro de agua potable a partir de sólo dos grifos compartidos. El equipo también está determinando las necesidades médicas de los residentes del campamento con base en los perfiles médicos de las personas registradas. El equipo se está centrando en la prevención de riesgo de enfermedades transmitidas por el agua mediante el suministro de agua y jabón, así como de cubos para lavar.

También se centran en las necesidades de las mujeres embarazadas y los niños menores de cinco años. Las necesidades médicas de las personas con VIH y tuberculosis también están siendo monitoreadas y el Departamento de Salud restablecerá el acceso a medicamentos antiretrovirales (ARV) en el interior del campamento.

Campo Chatsworth (situado a unos 20 km al norte de Durban)

Actualmente hay un estimado de 3.500 personas en el campamento de Chatsworth que está al límite de su capacidad. Alrededor del 20% de la población del campamento se compone de niños menores de cinco años de edad, que son especialmente vulnerables.

MSF va a proveer servicios mediante clínicas móviles en el campo para complementar los servicios del Departamento de Salud. El equipo médico de MSF también evaluará muy de cerca la realización de exámenes nutricionales y dado que muchos de los niños pueden no haber sido vacunados contra el sarampión, se está planeando una campaña de inmunización.

Campo Isipingo (situado a unos 21 kilómetros al sur de Durban)

El campamento de Isipingo fue el primer campamento establecido y es el hogar de aproximadamente 400 personas. Los principales problemas identificados en la evaluación inicial están relacionados con el acceso a la atención primaria de salud y las necesidades psicosociales.

MSF urge a la reintegración y a no prolongar los campamentos

MSF es no está a favor de una prolongación de los campamentos de desplazados para los extranjeros.

"MSF insta a que la reconciliación entre las comunidades desplazadas y los sudafricanos empiece inmediatamente para desescalar las tensiones y reducir los temores. Esto podría permitir a las personas desplazadas regresar con seguridad a sus hogares, si así lo desean, y asegurar que la reintegración de nuevo en la sociedad sudafricana pueda comenzar. Las autoridades sudafricanas tienen la capacidad de responder a la emergencia actual, pero los esfuerzos de reconciliación y reintegración no deben abandonarse en el camino", dice Andrew Mews, coordinador general de MSF en Sudáfrica y Lesotho.

Respuesta adicional

MSF sigue preocupado por las crecientes tensiones, y nuestros equipos en otras ciudades de Sudáfrica (Johannesburgo, Rustenburg y Ciudad del Cabo) están monitoreando la situación y colaboran con grupos de la sociedad civil y las comunidades para denunciar actividades de violencia y apoyar la reconciliación.

En Johannesburgo, MSF está conformando un segundo equipo que se encargará de realizar evaluaciones médicas en los próximos días en Ekurhuleni y en otros lugares donde los desplazados han buscado refugio.

MSF elogia la valentía con la que la mayoría de los sudafricanos están de pie en contra de la xenofobia a través de acciones promovidas por organizaciones religiosas, grupos de la sociedad civil y personas que se movilizan en apoyo para detener la violencia y mostrar su solidaridad con los extranjeros desplazados.

En Malawi, Mozambique y Zimbabue, tres de los seis países del sur de África donde MSF actualmente ejecuta proyectos de rutina de VIH y tuberculosis, nuestros equipos están en alerta en caso de que los gobiernos locales expresen una necesidad de apoyo, frente a la llegada de algunos de sus ciudadanos después de las acciones de repatriación.

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