Hace un año se aplicó la primera dosis: urge que las farmacéuticas compartan la tecnología de las vacunas COVID-19

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A medida que se propaga la variante Ómicron, Médicos Sin Fronteras (MSF) pide a Moderna y Pfizer-BioNTech que compartan de inmediato su tecnología de las vitales vacunas de ARNm con los fabricantes que están listos para impulsar el suministro mundial.

A medida que se propaga la variante Ómicron, Médicos Sin Fronteras (MSF) pide a Moderna y Pfizer-BioNTech que compartan de inmediato su tecnología de las vitales vacunas de ARNm con los fabricantes que están listos para impulsar el suministro mundial.
 
Un año después de que se administrara la primera dosis de vacuna de ARNm contra la COVID-19, y mientras el mundo se ve afectado por Ómicron, otra preocupante variante del virus que causa la COVID-19, Médicos Sin Fronteras renueva su llamado a las corporaciones farmacéuticas Moderna y Pfizer, y su socio BioNTech, para que compartan urgentemente la tecnología de las vitales vacunas de ARNm con todos los fabricantes mundiales. Compartir la tecnología y los conocimientos técnicos podría impulsar la producción y el suministro de vacunas a nivel mundial en cuestión de meses, ayudando a los países de ingresos medios y bajos a ser autosuficientes para hacer frente a las pandemias actuales y futuras, y salvando innumerables vidas en el proceso.
 
"A medida que nos enfrentamos a variantes en constante evolución y a otros virus nuevos que pueden surgir, las vacunas de ARNm ofrecen una gran ventaja para salvar vidas, -si tan solo Moderna y Pfizer-BioNTech compartieran la tecnología con el resto del mundo", asevera Alain Alsalhani, Farmacéutico de Vacunas y Proyectos Especiales de la Campaña de Acceso de MSF. La plataforma de vacunas de ARNm permite una rápida modificación de las vacunas contra las nuevas variantes y tiempos de producción relativamente cortos, incluso por parte de fabricantes de medicamentos inyectables existentes. En este momento, aún no se sabe si es necesario modificar las vacunas actuales para la variante Ómicron. “Afortunadamente, la tecnología de vacunas de ARNm de Moderna y Pfizer-BioNTech es adecuada para responder rápidamente a las variantes virales, si es necesario”, agregó Alsalhani. 
 
MSF identificó a siete fabricantes capaces en el continente africano que podrían iniciar la producción de vacunas de ARNm en cuestión de meses si Moderna y Pfizer-BioNTech comparten la tecnología y los conocimientos técnicos. Hoy, no se está fabricando ni una sola dosis de estas vacunas en las empresas de países de ingresos bajos y medios. En el escenario probable de que el virus de la COVID-19 continúe mutando en nuevas variantes de preocupación, el acceso distribuido geográficamente a la tecnología de vacunas de ARNm en todo el mundo permitiría una rápida adaptación de la vacuna y una respuesta dirigida a las necesidades locales. 
 
Moderna y Pfizer-BioNTech no deberían ser los únicos que controlen esto, especialmente dado que la población ha pagado miles de millones por la investigación y el desarrollo (I + D) de estas vacunas contra la COVID-19. El dinero de contribuyentes públicos a través del gobierno de Estados Unidos, proporcionó a Moderna casi $10 mil millones de dólares para casi el costo total del desarrollo clínico de su vacuna de ARNm y la compra de 500 millones de dosis. El apoyo financiero del gobierno alemán y otras fuentes públicas contribuyeron con más de $700 millones de dólares al desarrollo de la vacuna contra COVID-19 de BioNTech con Pfizer. La población pagó por la tecnología de la vacuna de ARNm y debería opinar sobre cómo se comparte.
 
“MSF pide a Moderna y Pfizer-BioNTech que compartan de inmediato la tecnología y los conocimientos técnicos sobre las vacunas de ARNm con el centro de transferencia de tecnología de las vacunas de ARNm contra la COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Sudáfrica”, dice Candice Sehoma, Gestora de Incidencia de la Campaña de Acceso de MSF en Sudáfrica. “Los países de ingresos bajos y medios deben poder ser autosuficientes y para producir herramientas médicas para la COVID-19, como vacunas, para sus poblaciones, sin tener que depender de la caridad o de las donaciones de los países de ingresos altos y de la industria farmacéutica. Hay demasiadas vidas en juego: necesitamos que Moderna y Pfizer-BioNTech compartan la tecnología ahora".
 

Para lograr un acceso mundial a las vacunas contra la COVID-19

Además de exigir a Pfizer-BioNTech y Moderna que compartan la tecnología de las vacunas de ARNm, MSF insta a todos los gobiernos a apoyar de forma financiera y política el Centro de Transferencia de Tecnología de Vacunas de ARNm contra la COVID-19 de la OMS. Además, MSF hace un llamado a los gobiernos con suficientes dosis de vacunas contra la COVID-19 a que redistribuyan inmediatamente las dosis excedentes a la instalación COVAX o a los organismos regionales.
 
MSF también insta a los gobiernos a apoyar la propuesta de exención de los ADPIC en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para renunciar a los monopolios de propiedad intelectual en todas las vacunas, pruebas, tratamientos y otras herramientas médicas contra la COVID-19 durante la pandemia; y a utilizar todas las herramientas legales y políticas para facilitar la producción ininterrumpida y la diversidad en el suministro de herramientas médicas contra la COVID-19.
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