Japón: “La gente tendrá que seguir viviendo en refugios por un tiempo”

Entrevista con la Dr. Sonoko Sidehara, coordinadora del proyecto de la respuesta de emergencia al terremoto en Kumamoto.

Entrevista con la doctora Sonoko Sidehara, coordinadora del proyecto de la respuesta de emergencia al terremoto en Kumamoto.
 
Hasta el 24 de abril, el número de fallecidos tras las réplicas del terremoto de Kumamoto llegó a 60, incluyendo a aquellos que murieron mientras vivían en refugios.
 
“Aunque llegaron bastantes suministros y organizaciones al lugar para brindar su ayuda, lo que depara el futuro para las personas y comunidades no está claro, y parece que la gente tendrá que seguir viviendo en refugios por un tiempo.” Sonoko Sidehara, quien lidera las actividades de Médicos Sin Fronteras como coordinadora de proyecto, nos reporta desde el terreno. 
 

¿Qué has encontrado en las áreas afectadas?

El 17 de abril llegamos al terreno inmediatamente después del primer terremoto y evaluamos las necesidades médicas en las ciudades de Kikuchi y Mashiki. A pesar de la gran escala del daño, el equipo encontró que las necesidades médicas, en su mayoría, estaban cubiertas. En Minami-aso, a donde MSF llegó el 19 de abril, se confirmó que el área estaba dividida en tres debido al colapso de los caminos y puentes principales.
 
En el área Hakusui de la ciudad instalamos una clínica temporal y hemos estado realizando consultas médicas. Además de la respuesta a casos de emergencia, MSF también comenzó actividades de promoción de la salud y una respuesta ante las infecciones y enfermedades crónicas a corto y largo plazo en varias áreas. Por ejemplo, hemos prescrito medicamentos para presión alta, diabetes y otras enfermedades. 
 

¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrentan?

El hospital Tateno, que solía usarse como el principal proveedor de atención médica en el área, fue afectado por el desastre y dejó de funcionar. A la población no sólo se le ha negado el acceso a la ya escasa atención médica, sino que también está atrapada y aislada, con movilidad restringida a causa del colapso de puentes y caminos. 
Puesto que el área Tateno, en donde se refugiaron alrededor de 150 personas, no había recibido asistencia médica aún, MSF instaló una clínica móvil en el lugar el 20 abril. Se continuó con las consultas a las personas re-evacuadas y se monitorea de cerca la situación para poder responder de una forma flexible. 

¿Qué hay de las otras necesidades médicas y de la situación en el futuro?

Es fácil imaginar que la gente en Minami-aso, especialmente los ancianos, sufren un estrés mental significativo por la pérdida de sus hogares y por el hecho de haber sido evacuados otra vez después de haber pasado una semana viviendo en refugios. 
 
Si bien MSF normalmente se enfoca en brindar apoyo durante la peor fase de las emergencias, creemos que necesitamos continuar la atención médica y psicológica durante al menos un mes, cuando otras organizaciones comiencen a irse. Nos aseguraremos de que los prestadores de servicios locales, incluyendo a los municipios locales y trabajadores de salud puedan realizar su trabajo sin estar exhaustos; y que las personas que perdieron a seres queridos o a sus propiedades puedan reconstruir sus vidas con dignidad y manteniéndose sanos. 
 
 
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