Kenia: récord de admisiones por desnutrición severa en el hospital de MSF en Dagahaley

Personas refugiadas en Dadaab, Kenia
Borow Ali Khamis, de 50 años, junto con su familia, afuera de su refugio en el campo de Dagahaley. © Lucy Makori / MSF

Los ingresos hospitalarios de niños y niñas con desnutrición severa se han disparado en Dagahaley, uno de los tres campos de personas refugiadas que forman Dadaab, mientras las condiciones humanitarias en estos campos sobrepoblados están empeorando.

En 2022, desde Médicos Sin Fronteras (MSF) tratamos la cifra récord de 12,007 pacientes −la inmensa mayoría niños y niñas− en nuestra unidad pediátrica y en el centro hospitalario de nutrición terapéutica de Dagahaley, un 33% más que el año anterior.

Igual que el alarmante aumento de ingresos infantiles, nuestros datos también muestran un aumento de la tasa de desnutrición aguda global entre los niños y niñas del campo de Dagahaley, que alcanzó el 8% durante el cribado que se hizo con MUAC, un brazalete que mide la circunferencia media del brazo, en diciembre de 2022. Esto supone un aumento del 45% en comparación con el cribado anterior de julio de 2022.

Varios factores están agravando la situación humanitaria en Dagahaley y poniendo a prueba la capacidad sanitaria del campo. Por un lado, el brote de cólera que está golpeando los campos de personas refugiadas, así como de las comunidades de los condados de Garissa y Wajir, y que fue declarado a finales de octubre de 2022.

Por otro lado, la devastadora sequía y el prolongado conflicto que siguen desplazando a población del Cuerno de África en busca de alimentos y agua. Y, por último, la inadecuada respuesta humanitaria como resultado de la escasez de fondos está provocando que haya más necesidades sin cubrir relacionadas con agua y saneamiento, nutrición, salud y protección.

Las previsiones dibujan un panorama sombrío para las personas refugiadas este año. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas ha pronosticado una nueva estación fallida de lluvias de marzo a mayo de 2023, la sexta consecutiva, lo que agravará la escala y la gravedad de la emergencia humanitaria en el Cuerno de África. Además, los recortes de financiación previstos para las personas refugiadas obligarán a reducir aún más las operaciones en un momento en que las necesidades están aumentando rápidamente.

En coordinación con la comunidad de acogida y varios actores humanitarios, MSF hemos ampliado nuestra respuesta de emergencia más allá de la atención médica integral en el campo de Dagahaley, con la apertura de dos puestos médicos, la construcción de 50 letrinas, la instalación de dos depósitos de agua y la distribución de artículos de refugio para unas 800 familias recién llegadas que residen en las afueras del campo.

A pesar de los esfuerzos que realizan nuestros equipos en MSF por atender a las personas refugiadas más vulnerables que viven en la periferia del campo de Dagahaley, la actual crisis humanitaria en Dadaab requiere urgentemente una respuesta a gran escala para evitar un mayor deterioro. Médicos Sin Fronteras pedimos a los donantes que liberen fondos lo antes posibles, ya que son imprescindibles para satisfacer las crecientes necesidades de asistencia y protección.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha hecho llamados a los donantes para movilizar recursos que permitan la reapertura del campo IFO 2, inicialmente cerrado en 2018, para acomodar hasta 80,000 personas refugiadas de los campos congestionados antes de la temporada seca que se aproxima, cuando se espera que más personas lleguen a Dadaab.

A menos que los llamados a los donantes se materialicen y se tomen medidas urgentes, la llegada de refugiados puede hacer que la crisis supere los niveles que las organizaciones humanitarias pueden gestionar con los recursos actualmente asignados.

Las personas refugiadas en Dadaab llevan 30 años atrapadas en una situación de emergencia crónica. Aunque la prioridad inmediata es responder a las crecientes necesidades en los campos, es igualmente vital aplicar un programa de soluciones duraderas para los refugiados −integrado en el marco jurídico keniano, en particular la Ley de Refugiados de 2022−, ya que su aplicación en Dadaab se ha retrasado.

Dadaab acoge actualmente a más de 233,000[i] refugiados registrados, muchos de los cuales llevan más de tres décadas viviendo en los campos y a más de 80,000 refugiados no registrados. Sólo en 2022, llegaron a Dadaab más de 50,000 personas que aún no han sido registradas oficialmente como refugiadas.

MSF hemos brindado asistencia sanitaria en Dadaab y sus alrededores durante la mayor parte de los 30 años de existencia del campo. Y nuestro trabajo actual se centra en el campo de Dagahaley, donde da atención médica integral a personas refugiadas y comunidades de acogida, incluyendo atención primaria y especializada a través de dos puestos de salud y un hospital de 92 camas.

Los servicios médicos incluyen atención sexual y reproductiva, cirugías obstétricas de urgencia, asistencia médica y psicológica a sobrevivientes de violencia sexual y de género, salud mental, atención domiciliaria con insulina y cuidados paliativos.

 

[i] ACNUR, julio 2022. https://www.unhcr.org/ke/wp-content/uploads/sites/2/2022/08/Kenya-StatisticsPackage-31-July-2022.pdf

Compartir