Reanudamos operaciones de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo

El nuevo barco Oyvon, ha sido reacondicionado y equipado para ayudar a salvar vidas en una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo

Capacitación a bordo del nuevo buque Oyvon de MSF
Capacitación a bordo del nuevo buque Oyvon de MSF. © MSF

En Médicos Sin Fronteras (MSF) anunciamos el relanzamiento de nuestras actividades de búsqueda y rescate (SAR) en el mar Mediterráneo, casi un año después de vernos obligados a poner fin a las operaciones con nuestro último barco de rescate, el Geo Barents. 

Oyvon significa “esperanza para la isla” en noruego. El barco que ha sido reacondicionado y equipado para llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate en una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo. El Oyvon operaba anteriormente como barco ambulancia en Noruega. 

 

Equipo de MSF durante la capacitación a bordo del nuevo buque Oyvon.
Equipo de MSF durante la capacitación a bordo del nuevo buque Oyvon. © MSF

 

“Como organización médica y humanitaria, nuestro compromiso de estar presentes en el mar y apoyar a las personas que se desplazan es inquebrantable”, ha declarado Juan Matías Gil, representante del proyecto SAR de MSF.

“Hemos vuelto para cumplir con nuestro deber de rescatar a quienes se encuentran en peligro en el mar, obligados a embarcar en embarcaciones no aptas para la navegación, después de haber soportado condiciones deplorables e inhumanas, detenciones, abusos y extorsiones en Libia”. 

 

Las políticas restrictivas hicieron casi imposible las labores de búsqueda y rescate 

MSF nos vimos obligados a suspender las actividades de rescate del Geo Barents en diciembre de 2024, tras más de dos años operando bajo las restrictivas leyes y políticas italianas. En concreto: el Decreto Piantedosi y la práctica del puerto lejano. Estas normas restrictivas hicieron inviable el funcionamiento del Geo Barents; a pesar de su capacidad para transportar hasta 700 personas, se le dirigía repetidamente a puertos lejanos cuando sólo transportaba a unos 50 suobrevivientes.

“La decisión de MSF de desplegar un barco más pequeño y rápido es una respuesta estratégica a las leyes y prácticas restrictivas y obstructivas impuestas por el Gobierno italiano, que se dirigen específicamente a los barcos de rescate humanitario”, añade Gil. 

Con su regreso al Mediterráneo central, en MSF también pretendemos informar y documentar las experiencias de las personas que huyen de Libia y recopilar sus testimonios sobre las violentas interceptaciones en el mar a manos de la Guardia Costera libia y otros actores, así como sobre su devolución forzosa a Libia, reconocida como una violación del derecho marítimo internacional, los derechos humanos y el derecho de las personas refugiadas por los tribunales italianos y los organismos de las Naciones Unidas.  

En los últimos meses se ha producido un aumento de los ataques violentos en aguas internacionales por parte de la Guardia Costera libia y otros grupos armados contra las personas que cruzan el Mediterráneo, así como contra los buques de rescate humanitario. 

La tripulación de MSF a bordo incluye un médico y una enfermera para proporcionar atención médica en situaciones que ponen en peligro la vida y tratar a las personas por hipotermia, inhalación de combustible, quemaduras por combustible, así como por las heridas que puedan haber sufrido en el ciclo de abusos y detenciones en Libia. 

 

Capacitación a bordo del nuevo buque Oyvon de MSF
Capacitación a bordo del nuevo buque Oyvon de MSF. © MSF

 

El mar Mediterráneo sigue siendo una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo, según la OIM1 . Al menos 25,630 hombres, mujeres, niñas y niños han muerto o desaparecido en este tramo del mar desde 2014, incluyendo 1,810 solo en 2024. Esto significa que, en promedio, han muerto cinco personas al día, lo que convierte al 2024 en el segundo año más mortífero registrado desde 2017, a pesar del descenso observado en las salidas. 

MSF lleva desde 2015 participando activamente en actividades de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo, trabajando en nueve embarcaciones de rescate diferentes (en solitario o en colaboración con otras ONG) y rescatando a más de 94,200 personas. 

En enero de 2023, el Decreto Piantedosi (Decreto Ley 1/2023) introdujo en Italia un nuevo conjunto de normas, aplicables exclusivamente a los buques de rescate civiles, y una serie de sanciones por incumplimiento, que van desde 10 a 20 días de detención en puerto hasta la confiscación del buque. 

Desde la aplicación del punitivo Decreto Piantedosi, el Geo Barents ha sido sancionado en cuatro ocasiones, lo que supone un total de 160 días de detención impuesta. Entre diciembre de 2022 y diciembre de 2024, las medidas obstructivas también obligaron al Geo Barents a recorrer 64,966 kilómetros adicionales y a pasar 163 días más en el mar para llegar a puertos lejanos del norte de Italia para el desembarco de los supervivientes tras el rescate, en lugar de a puertos más cercanos del sur. 

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