Salud Universal, pero no para las personas más vulnerables

Un informe de MSF evidencia los obstáculos a los que se enfrentan para recibir atención sanitaria quienes no pueden pagar, migrantes y refugiados, y poblaciones en crisis humanitarias.

En un informe, MSF reporta que cobertura sanitaria hoy en día no está ni cerca de ser universal
Ajok Atak, sostiene a su hijo mientras personal de MSF mide el nivel de nutrición del niño, Sudán del Sur, 26 de octubre de 2021. © Adrienne Surprenant/Item

Los Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a lograr una Cobertura Sanitaria Universal. Es decir, que para 2030 todo el mundo disponga de una atención médica adecuada, sin que ello suponga un perjuicio económico. Es uno de los temas principales en materia de salud de la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se celebra en Nueva York esta semana. 

En Médicos Sin Fronteras (MSF) lamentamos que los planes actuales de cobertura sanitaria universal estén dejando atrás a las mismas personas que ya están más excluidas (quienes no pueden pagar, migrantes y refugiados y poblaciones en crisis o conflictos) del acceso a la atención  médica.

Presentamos un informe titulado ‘Desaparecidos del objetivo de la cobertura sanitaria universal: dejando atrás a los más vulnerables1 (Missing (from) the UHC-target: leaving the most vulnerable behind, disponible en inglés). Este pone de manifiesto las barreras de acceso a una atención asequible y oportuna a las que se enfrentan las personas en una veintena de países analizados.

Y hablamos con la Dra. Mit Phillips, asesora sobre políticas de salud de MSF, para que nos explicara si estos compromisos están encaminados para volverse una realidad.

En un informe, MSF reporta que cobertura sanitaria hoy en día no está ni cerca de ser universal
Bibi Mariam y su madre Moslemeh en el Centro de Trauma de MSF en Kunduz, Afganistán. Bibi sufrió un accidente de moto en la ciudad de Kunduz mientras su padre la llevaba a casa. © Nava Jamshidi

¿En qué punto consideras que se encuentra el progreso hacia el compromiso de una Cobertura Sanitaria Universal?

“El acceso a la atención esencial hoy varía mucho dependiendo de dónde vive una persona, quién es y cuál es su necesidad médica. Una persona de una ciudad bien equipada tiene una experiencia completamente diferente a la de alguien que se encuentra en un entorno vulnerable cuando necesita una cirugía que le salve la vida, atención prenatal, un suministro confiable de medicamentos para el VIH o la malaria; o cuando necesitan pagar medicamentos para la diabetes.

En ese sentido, la cobertura sanitaria hoy en día no está ni cerca de ser universal. Nuestros equipos son testigos a diario de las tragedias humanas que provoca la falta de acceso a la atención sanitaria.

Las personas vulnerables se enfrentan hoy a los mayores y más graves obstáculos para acceder a la atención sanitaria. Son esas personas que no pueden permitirse pagar la atención esencial, personas que se enfrentan a una situación de crisis, personas excluidas o discriminadas por ser migrantes, refugiadas o en situación de exclusión social.

En la agenda actual de cobertura universal de salud y en los planes nacionales se presta poca atención a los más vulnerables. La atención se centra en los planes a largo plazo y el cambio de sistema, pero falta el vínculo crucial con la respuesta directa a las necesidades de salud de los pacientes. La cobertura sanitaria universal debe centrarse en medidas que ayuden a las personas más vulnerables, que no pueden permitirse esperar a que los planes teóricos den sus frutos.

 

Una Cobertura Sanitaria Universal implica que las personas no deberían sufrir dificultades financieras para acceder a la atención médica. ¿Ha habido mejora en ese sentido?

Hoy hay más personas en riesgo de caer en la pobreza por tener que pagar servicios médicos que en 2000. Los hogares pobres y vulnerables están más expuestos a los llamados gastos médicos catastróficos.

Para acceder a la asistencia médica, tienen que vender bienes, pedir dinero prestado o reducir otros gastos importantes para su familia, como la alimentación o la educación. Demasiadas personas tienen que elegir entre la enfermedad o incluso la muerte frente a la sobrevivencia económica de su familia.

En un informe, MSF reporta que cobertura sanitaria hoy en día no está ni cerca de ser universal
Este paciente, víctima de un traumatismo craneoencefálico, fue trasladado al centro de urgencias de MSF en Turgeau, Haití. Tras ser estabilizado, fue derivado a otro centro de salud. © Johnson Sabin

 

Ya hemos señalado la creciente carga que suponen las tarifas para las personas. Hoy en día, los pacientes se ven obligados a pagar tarifas antes de poder recibir atención, las exenciones de pagos son muy limitadas. Y en la agenda de la CSU todavía no se propone ninguna acción concreta para garantizar que quienes más la necesitan puedan acceder a la atención médica de forma gratuita.

La mayoría de los planes de Cobertura Sanitaria Universal dependen en gran medida de la movilización de recursos nacionales. Pero los países con los sistemas sanitarios más débiles también suelen tener las bases impositivas más reducidas. En la mayoría de los contextos en los que trabaja MSF, los presupuestos públicos para salud se han visto mermados y sufren medidas de austeridad desde la pandemia de COVID-19 y la crisis económica mundial.

Los pacientes ya se enfrentan deficiencias en suministros y servicios médicos esenciales. Al mismo tiempo, se produce una reducción de la financiación internacional para la salud, con fuertes recortes en países como Sudán del Sur, Sierra Leona y otros más.

Esto socava las estrategias para garantizar la atención esencial gratuita. ¿Cómo pueden los países con una escasez abrumadora de personal y desabastecimiento de medicamentos esenciales esperar brindar una cobertura universal de salud a su población?

Para compensar las pérdidas en la cobertura sanitaria y la mayor precariedad de las personas, los planes de cobertura universal de salud deben abordar urgentemente las barreras de acceso financiero. Las tarifas de usuario para la atención esencial deben suprimirse.

 

La Cobertura Sanitaria Universal es un pilar de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Está bien encaminada la promesa subyacente de “no dejar a nadie atrás”?

La mayoría de los planes nacionales de cobertura sanitaria universal no solo desatienden las necesidades y vulnerabilidades de las personas migrantes, solicitantes de asilo o  en situación de marginalidad, sino que a menudo las excluyen deliberadamente de los sistemas de protección social.

En algunas provincias de Sudáfrica, las mujeres, niñas y niños migrantes deben pagar de su bolsillo los servicios esenciales, cuando la documentación no se puede mostrar de inmediato. En Bélgica, los solicitantes de asilo están excluidos del tratamiento oportuno contra la hepatitis C que les salvaría la vida.

Así, la mayoría de los países europeos no proporcionan atención preventiva, como la vacunación, y ahora se están extendiendo entre los solicitantes de asilo brotes epidémicos de enfermedades prevenibles mediante vacunación”. La complejidad de los procedimientos y las trabas administrativas bloquean el acceso a una atención asequible y oportuna para este grupo.

Además, los planes de cobertura sanitaria universal no suelen prever adaptaciones en situaciones de crisis, como conflictos, brotes de enfermedades y catástrofes naturales.

Por ejemplo, incluso cuando los donantes internacionales aportan más fondos, falta el requisito de suspender las tarifas a los usuarios. Es difícil movilizar a más trabajadores de primera línea y apoyarlos adecuadamente. Los obstáculos burocráticos bloquean el rápido suministro de artículos médicos,” concluye Phillips.

Vacunación COVID-19 en Venezuela
Maryuri Garcia, enfermera de MSF, aplicando la vacuna de COVID-19 a un migrante venezolano en Perú. © Max Cabello Orcasitas

Excluidas: quienes no la pueden pagar, migrantes y poblaciones en crisis

Es irónico y trágico que las personas que más lo necesitan a menudo no sean tenidas en cuenta en los planes de cobertura sanitaria universal.

En Médicos Sin Fronteras, nuestros equipos ven cómo se demanda a los pacientes que paguen por medicamentos y servicios esenciales en los servicios públicos, incluso en lugares con políticas que declaran la atención gratuita. Las iniciativas de exención de tarifas, como las destinadas a mujeres, niñas y niños, pacientes con tuberculosis, VIH, enfermedades crónicas o malaria —clave para avanzar en el acceso a la atención y mejorar la carga de morbilidad y mortalidad— se ven socavadas por la escasez de financiación y la falta de verificación independiente.

Cuando faltan suministros médicos en los servicios públicos, las y los pacientes se ven obligados a buscar fármacos en establecimientos privados a precios más elevados, o a prescindir totalmente de ellos. A los pacientes que no pueden pagar sus facturas hospitalarias se les niega la asistencia.

Para avanzar en la cobertura sanitaria universal, es necesario adaptar los planteamientos actuales hacia resultados tangibles para las personas que ahora están excluidas del acceso a la atención sanitaria.

La experiencia que tenemos en Médicos Sin Fronteras muestra las barreras a las que se enfrentan algunas de las personas más excluidas, vulnerables y discriminadas para acceder a la atención sanitaria. Sin embargo, la agenda actual de la cobertura sanitaria universal y la mayoría de los planes nacionales no cumplen el principio de “no dejar a nadie atrás”.

Es urgente dar prioridad a un cambio real y a resultados tangibles en el acceso a la atención sanitaria, sobre todo para las personas más vulnerables. Mientras estas personas vulnerables no estén incluidas en los objetivos de la cobertura sanitaria universal, no se avanzará hacia una verdadera cobertura sanitaria universal. 

 

 

1 El informe se basa en las experiencias de 20 países contextos distintos en los que opera MSF: Afganistán, Burundi, Bélgica, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Guinea, Grecia, Haití, Italia, Kenia, Líbano, Malasia, Malí, México, Mozambique, Polonia, Sierra Leona, Sudáfrica, Sudán del Sur y Zimbabue.

Los Jefes de Estado y de Gobierno se reúnen estos días en la sede de la ONU en Nueva York para revisar la implementación de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La cobertura sanitaria universal, un componente clave para alcanzar el tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible ‘Buena salud y bienestar’, se abordará de forma específica en una Reunión de Alto Nivel el jueves 21. ​

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