“Son los afortunados quienes llegan a nosotros”: Dentro de la crisis de desnutrición infantil en Afganistán

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El Dr. Mohammed se encuentra en un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Lashkar Gah, donde cientos de madres, niñas y niños llegan después de largos viajes buscando atención médica. En esta entrada de blog, explica lo que ve día con día.

El Dr. Mohammed se encuentra en un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Lashkar Gah, donde cientos de madres, niñas y niños llegan después de largos viajes buscando atención médica. En esta entrada de blog, explica lo que ve día con día.
 

Cuatrocientos

Este es el número de niñas y niños con desnutrición grave que tratamos mensualmente en el Hospital Boost en Lashkar Gah, Afganistán. 
 
Cada uno de estos pequeños pacientes es menor de cinco años. Muchos también sufren complicaciones preocupantes como neumonía, diarrea o problemas gastrointestinales. 
 
Soy médico de MSF y trabajo en nuestro centro de alimentación terapéutica intensiva. Puedo decirte que ahora mismo estamos muy ocupados. 
 

Nos quedamos sin camas

Durante el conflicto y el cambio de gobierno, muchas personas no podían llegar a nosotros. Era demasiado peligroso y las carreteras estaban cortadas. 
 
Lamentablemente, esto me afectó personalmente. Mi madre se enfermó durante los combates, pero la ruta al hospital estaba bloqueada por los enfrentamientos. Pasaron días conduciendo para que finalmente pudiera recibir tratamiento en Herat, al otro lado del país. Murió 10 días después de enfermarse. Fue un momento terrible.
 
En Lashkar Gah, ahora que la situación de seguridad es más estable y las personas pueden viajar otra vez, estamos viendo el doble de la cantidad habitual de pacientes en el centro de alimentación: en mayo, admitimos a 250 niños y niñas, pero recientemente son más de 500 por mes. 
 
Nuestra principal preocupación es que nos estamos quedando sin camas. Por el momento, hay dos familias – una madre y un niño – por cada cama grande. 
 
Nos esforzamos por ser flexibles, pero solo podemos admitir a las y los pacientes más enfermos. Esto significa que el triaje (clasifiación) de pacientes es realmente importante y nos aseguramos de que aquellos a los que no podemos admitir sean atendidos en otro lugar del hospital. 
 
A pesar de ello, en el centro de atención hay calma. Aunque muchas madres están ansiosas, se alegran de estar aquí y de que sus hijos e hijas reciben atención médica de calidad. 
 

Personas afortunadas

El sistema sanitario ha colapsado en Helmand, y ahora las personas viajan desde distritos muy lejanos del norte de la provincia  para llegar hasta nosotros. Son viajes que pueden durar más de tres horas. Eso es demasiado cuando una niña o niño está muy enfermo. 
 
Las personas que llegan hasta nosotros son las más afortunadas. 
 
Había una familia que llegó de Musa Qala, que estaba bajo el control talibán desde el año pasado, y desde donde solo unos pocos pacientes han llegado. Su historia ayuda a explicar la crisis. 
 
La familia era muy pobre y luchaba por encontrar comida mientras la joven madre estaba embarazada. Esto es lo mismo para muchas familias ahora – no hay trabajo y todo en el mercado es muy caro. Las personas también tienen acceso muy limitado a la información sobre salud o la crianza de sus hijos e hijas, así que cuando enferman de gravedad, a veces no saben qué hacer o a dónde ir. 
 
Cuando nació su bebé, la joven madre se debilitó y no podía amamantar a su hija. La pequeña tuvo desnutrición desde el primer día de vida.  
 
Aunque tratamos a muchas y muchos pacientes durante tres semanas, esta niña lleva con nosotros tres meses en el centro de alimentación. Sigue débil, pero esperamos que se recupere con nuestro cuidado. 
 

Encontrando esperanza

En este momento en Afganistán, muchas personas tienen miedo todos los días. Pero merecemos una buena vida, y queremos vivir en paz.
 
En medio de esta situación, mi trabajo con MSF me da esperanza. 
 
En el Hospital Boost contamos con un equipo de más de 1,300 personas: es uno de los proyectos más grandes de MSF en el mundo. Al hospital llegan al rededor de 700 pacientes cada día. A veces son 900 y la mayoría son niños y niñas. 
 
En el centro de alimentación, nuestro equipo trabaja día y noche para tratar las complicaciones médicas directas de la desnutrición, además de preparar constantemente alimentos terapéuticos para alimentar a cada niña o niño tres veces al día.  
 
He trabajado aquí desde 2010 cuando se inauguró el hospital, y sigo estando muy orgulloso de lo que hacemos todos los días. Trabajamos duro para ayudar a las personas pobres que son más vulnerables a lo que está sucediendo, como la joven familia de Musa Qala.
 
Si estás leyendo esto y eres alguien ha donado alguna vez a MSF, te pido que por favor continúes con tu apoyo. Brindamos algo que de otro modo estaría fuera del alcance de las personas aquí: atención médica gratuita que salva vidas. 
 
Como médicos, no nos preocupamos por la situación política; estamos aquí por nuestras y nuestros pacientes. 
 
 
 
*El nombre de este integrante de MSF fue modificado para proteger su identidad.  
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