Sudán del Sur: Atrapados por la violencia en el estado de Unidad

Juba, 30 de octubre 2015 – La espiral de violencia que golpea el estado de Unidad de Sudán del Sur está teniendo un efecto devastador sobre la población civil y provocará una crisis humanitaria sin precedentes, afirma MSF.

Juba, 30 de octubre 2015 – La espiral de violencia que golpea el estado de Unidad de Sudán del Sur está teniendo un efecto devastador sobre la población civil y provocará una crisis humanitaria sin precedentes, afirma la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). 
 
Los equipos de MSF en el estado de Unidad están recibiendo información diaria de extorsiones, secuestros, violaciones en masa y asesinatos,  y han sido testigo de la quema de pueblos enteros y del robo y destrozo de cosechas. “A medida que el conflicto se intensifica, la violencia contra la población civil está aumentado”, cuenta la coordinadora de la emergencia de MSF Tara Newell. “La población civil está siendo objetivo de forma repetida de la violencia. MSF no ha visto estos niveles de violencia y brutalidad antes”. 
 
El saqueo de la base de MSF en Leer, en el sur de Unidad, del pasado 3 de octubre forzó al equipo a evacuar la zona y el hospital tuvo que cerrar por segunda vez desde mayo. Desde entonces, la población, que es muy vulnerable, se ha quedado sin asistencia médica, sin suministros de comida u otra forma de asistencia humanitaria.  
 
 

Escondidos y al límite de sus fuerzas

 
La violencia ha forzado a la población a huir de sus casas en varias ocasiones y a esconderse durante largos periodos de tiempo en los bosques y pantanos de alrededor. La población no ha podido cosechar sus cultivos desde que empezaran las ofensivas en primavera y sus stocks de comida son muy escasos. Por ello, están sobreviviendo con lo que encuentran. Los desplazamientos continuos están acabando con la resistencia de muchas personas, que están al límite de sus fuerzas. 
 
“Los pacientes de nuestras clínicas móviles en Leer y los pueblos de alrededor nos explican los meses que están viviendo de inseguridad”, afirma Newell. “Estar en continuo movimiento les ha impedido cosechar sus campos. Además, el miedo constante les ha llevado a esconderse y han tenido que alimentarse a base de hojas y raíces de lirio para sobrevivir”. 
 
Los equipos de MSF ya empezaron a observar una situación de desnutrición preocupante en Leer y los pueblos de alrededor en agosto y septiembre, cuando los niveles de desnutrición aguda severa se estimaban entre el 28 y el 34 por ciento. Pese a que el acceso a la población es muy complicado, los dos días que los equipos de MSF pudieron comprobar la salud infantil, encontraron 78 niños con desnutrición aguda severa. 
 
 
En el pasado mes, mientras el conflicto se ha intensificado y la violencia ha aumentado en el sur del estado de Unidad, la situación humanitaria y de desnutrición seguramente habrá empeorado. “Sin un acceso continuo y fiable a comida y apoyo nutricional, los niños es probable que estén con desnutrición aguda”, dice Newell. “Esos niños que ya fueron identificados como severamente desnutridos, seguramente se habrán muerto”. 
 
Con la actual violencia, la falta de asistencia humanitaria, la incapacidad para proteger a la población civil de forma eficiente y la cada vez más escasa capacidad para afrontar la situación de la gente, MSF cree que la crisis  humanitaria en el sur de Unidad es de una escala sin precedentes.
 
MSF pide de forma urgente que haya protección para la población civil y que aumente el acceso seguro para las organizaciones humanitarias en el sur del estado de Unidad.
 
MSF ha trabajado en el estado de Unidad de Sudán del Sur desde 1988, proporcionando asistencia médica y humanitaria independiente, neutral e imparcial. En los tres últimos meses, cuatro trabajadores de MSF han sido asesinados y muchos más están desaparecidos por la violencia.  
 
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