Sudán: MSF denuncia atrocidades masivas en El Fasher y teme que muchas personas corran grave peligro

Una enfermera prepara a joven para la cirugía de las heridas infectadas por disparos y metralla que sufrió hace seis meses y que fueron operadas inicialmente en El Fasher. Imagen tomada el pasado 11 de octubre en el hospital de MSF en Tawila. AURÉLIE LÉCRIVAIN/MSF
Una enfermera prepara a joven para la cirugía de las heridas infectadas por disparos y metralla que sufrió hace seis meses y que fueron operadas inicialmente en El Fasher. Imagen tomada el pasado 11 de octubre en el hospital de MSF en Tawila. © Aurrélie Lécrivain/MSF

En Médicos Sin Fronteras (MSF) denunciamos las horrendas atrocidades y asesinatos masivos, tanto indiscriminados como por motivos étnicos, que han culminado esta semana en El Fasher y sus alrededores. Reiteramos nuestro temor de que un gran número de personas sigan en grave peligro y que las Fuerzas de Apoyo Rápido y sus aliados les impidan llegar a zonas más seguras, como Tawila, donde trabajamos.

Nuestros equipos en Tawila se prepararon para hacer frente a una afluencia masiva de personas desplazadas y heridas cuando El Fasher, la capital del estado de Darfur Norte, situada a 60 kilómetros de distancia, fue tomada por las Fuerzas de Apoyo Rápido el 26 de octubre tras 17 meses de un asfixiante asedio y ataques. En los últimos meses, oleadas de personas huyeron a Tawila tras cada escalada de violencia en El Fasher, que, según la ONU, aún albergaba a 260,000 personas a finales de agosto. Sin embargo, en los últimos cinco días, poco más de cinco mil personas lograron llegar a Tawila, según las agencias de ayuda humanitaria presentes en la zona. Describen masacres y hablan de personas que permanecen atrapadas y que son víctimas de tortura, secuestros para pedir rescate, violencia sexual y ejecuciones sumarias en El Fasher y pueblos vecinos, así como en las rutas de escape.

“Las cifras de llegadas no cuadran, mientras que los relatos de atrocidades a gran escala se multiplican. ¿Dónde están todas las personas desaparecidas que ya han sobrevivido a meses de hambruna y violencia en El Fasher?”, pregunta Michel Olivier Lacharité, jefe de emergencias de MSF.

“Según lo que nos cuentan los pacientes, la respuesta más probable, aunque aterradora, es que los están asesinando, bloqueando el paso y persiguiendo cuando intentan huir. Exigimos urgentemente a las RSF y a sus grupos armados aliados que respeten a la población civil y les permitan ponerse a salvo. También instamos a todas las partes diplomáticas, incluyendo el Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (Quad), integrado por Estados Unidos, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, a que utilicen su influencia para detener esta masacre”, añade Lacharité.

Entre el 26 y el 28 de octubre, llegaron en camión personas procedentes de El Fasher, en su mayoría mujeres, niñas, niños y adultos mayores con niveles catastróficos de desnutrición. Otras, incluyendo víctimas de disparos, viajaron a pie, ocultándose durante el día y caminando por la noche para evitar a los hombres armados en las carreteras principales.

Entre las personas que llegaron el 27 de octubre, los 70 niños y niñas  menores de cinco años presentaban desnutrición aguda grave, y el 57 % de ellos sufría desnutrición aguda severa. Al día siguiente, nuestro equipo examinó a 120 hombres procedentes de El Fasher, de los cuales el 20% sufría desnutrición aguda grave. Estos alarmantes indicadores evidencian la terrible agonía que padecen las personas en El Fasher y los campos aledaños. La zona fue declarada en estado de hambruna hace más de un año y, desde entonces, ha sufrido un creciente aislamiento en cuanto a alimentos y suministros vitales, por lo que la población depende del alimento para animales para sobrevivir.

Varios testigos presenciales relataron a MSF que un grupo de 500 civiles, junto con soldados de las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas Conjuntas, intentaron huir el 26 de octubre, pero la mayoría fueron asesinados o capturados por las RSF y sus aliados. Los sobrevivientes informan que las personas fueron separadas por género, edad o etnia percibida, y que muchas permanecen retenidas para exigir rescate, con sumas que oscilan entre los 5 y los 30 millones de libras sudanesas (entre 7,000 y 43,000 euros). Un sobreviviente declaró haber pagado 24 millones de libras sudanesas (34,000 €) a sus captores para salvar su vida y escapar. Otro describió escenas extremadamente espeluznantes de combatientes atropellando a varios prisioneros con sus vehículos.

“Entre el 26 y el 29 de octubre, recibimos a 396 personas heridas y atendimos a más de 700 recién llegadas de El Fasher en una sala de urgencias habilitada en un hospital. Las principales lesiones de los pacientes que se están tratando actualmente en el hospital son heridas de bala, fracturas y otras lesiones relacionadas con palizas y torturas. Algunas sufren heridas infectadas o complicaciones de intervenciones quirúrgicas realizadas en El Fasher en condiciones desesperadas, prácticamente sin acceso a suministros médicos ni medicamentos”, afirma la Dra. Livia Tampellini, subdirectora de emergencias de MSF.

MSF instalamos un puesto de salud en la entrada de Tawila, al tiempo que reforzó la prestación de atención de urgencias, atención quirúrgica y otros servicios médicos en el hospital. La mayoría de nuestro personal sudanés de MSF en Tawila tiene familiares que murieron en El Fasher durante la semana. Las personas desplazadas que ya se encuentran en la ciudad acuden a recibir a los recién llegados con la esperanza de reconocer algún rostro familiar entre la población hambrienta y traumatizada, o para obtener noticias de sus familiares desaparecidos.

“Dado el estado de las personas que lograron escapar y llegar a Tawila con vida, es evidente que necesitan urgentemente atención médica y nutricional, asistencia psicosocial, refugio, agua y ayuda humanitaria en general”, afirma Tampellini. No hay tiempo que perder para ayudar a otros supervivientes; es necesario permitirles trasladarse a zonas más seguras y recibir asistencia vital.

Compartir