Sudán: Tras huir del conflicto, cientos de miles de personas enfrentan enfermedades en campos sobrepoblados en el estado del Nilo Blanco

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En junio, MSF comenzó a brindar atención a personas desplazadas del Nilo Azul en tres clínicas
Un médico de MSF atiende a un niño en la clínica en Um Sangour. Sudán, 1 de julio de 2023. © Ahmad Mahmud/MSF

Más de 140,000 personas, en su mayoría mujeres, niñas y niños sursudaneses que han huido de Jartum, han llegado recientemente al estado del Nilo Blanco desde que estalló el conflicto en Sudán.

Ahora se enfrentan a enormes necesidades de alimento, refugio, atención médica y agua y saneamiento en 10 campos de acogida que albergan a unas 387,000 personas, según las autoridades locales. Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) que trabajan en algunos de estos campos nos encontramos desbordados con decenas de nuevos casos sospechosos de sarampión y desnutrición entre las niñas y niños.

“Cada día llegan más personas, y los números van en aumento. A su vez, aumenta la necesidad de ofrecer mejores servicios de salud, alimentos y refugio”, afirma Alí Mohammed Dawoud, responsable de actividades médicas de MSF.

En junio, desde MSF comenzamos a apoyar tres clínicas del Ministerio de Salud para brindar atención médica primaria en los campos para personas refugiadas de Um Sangour y Al Alagaya, así como en Khor Ajwal. Ambos albergan a población sudanesa desplazada del estado del Nilo Azul. Recientemente, también comenzamos a apoyar el centro de alimentación terapéutica en el hospital del campo para personas refugiadas de Al Kashafa. Allí están ingresados unos 50 menores con desnutrición aguda severa, algunos derivados de otros campos de personas refugiadas.

Um Sangour, un campo destinado a albergar a unas 30,000 personas, ahora acoge a más de 70,000. Las necesidades son enormes y van en aumento en estos campos sobrepoblados. “Las enfermedades más comunes que afectan a la comunidad aquí, especialmente a las niñas y niños menores de cinco años, son el sarampión, la neumonía y la desnutrición”, dice Alí.

“El número de muertes ya era alto cuando llegamos. Recibimos un promedio de 15 a 20 casos sospechosos de sarampión diariamente, con seis muertes registradas en la primera semana. Trágicamente, la mayoría de los fallecidos eran menores de cinco años. Junto con el Ministerio de Salud hemos establecido un centro de aislamiento para brindar a estas niñas y niños la atención necesaria”.

En junio, MSF comenzó a brindar atención a personas desplazadas del Nilo Azul en tres clínicas
Campo de refugiados de Ajwal en el estado del Nilo Blanco, donde han buscado refugio miles de personas que huyen del conflicto en Jartum. Sudán, 7 de julio de 2023. © Ahmad Mahmud/MSF

 

“Actualmente realizamos un promedio de 300 a 350 consultas diarias, incluyendo de 30 a 40 casos sospechosos de sarampión”, continúa Ali. “También tenemos una sala de parto para mujeres embarazadas. Asistimos uno o dos partos al día y hacemos entre 20 y 30 consultas de atención prenatal para mujeres embarazadas. Nuestros servicios de inmunización de rutina alcanzan entre 30 y 40 menores por día”.

Durante varias semanas, desde Médicos Sin Fronteras abogamos ante las autoridades sanitarias locales para movilizar las vacunas contra el sarampión disponibles, que ya se encuentran en el país, y poder realizar una vacunación masiva de niñas y niños en el estado del Nilo Blanco. Al mismo tiempo, para ampliar las actividades médico humanitarias, necesitamos un aumento significativo de personal, incluyendo más especialistas internacionales, dado que los equipos que trabajan in situ están sobrecargados y agotados.

El conflicto actual ha dejado a Sudán sin capacidad de laboratorio para identificar brotes de enfermedades. Al otro lado de la frontera, en las localidades de Renk y Malakal de Sudán del Sur, se ha confirmado un brote de sarampión entre las personas que huyeron del conflicto. Se estima que más de 100,000 personas ya han cruzado la frontera de Sudán a Sudán del Sur.

Entre las y los pacientes con sarampión que desde MSF tratamos y examinamos en Malakal, el 90 por ciento no está vacunado. Esto muestra que ha habido una interrupción en los programas de vacunación de rutina en Sudán.

“Mi sobrina tiene fiebre, diarrea, y también vómito”, cuenta Philip*, un joven que espera con su hermana y su hija en una de las clínicas del estado del Nilo Blanco. “Aunque le recetaron medicamentos, no pudimos encontrarlos en la farmacia. Desafortunadamente, hay una gran escasez de medicamentos. El sarampión se está cobrando vidas rápidamente. La fiebre está resultando letal. Si alguien se enferma por la mañana, a menudo no sobrevive hasta la noche”.

 

En junio MSF comenzó a brindar atención a personas desplazadas del Nilo Azul en tres clínicas
Recién llegados de Jartum se reúnen para recibir atención médica en la clínica de MSF del campo para personas refugiadas de Um Sangour, en el estado del Nilo Blanco. © Ahmad Mahmud/MSF

 

En otra parte de la clínica, una mujer embarazada, Hamida*, que espera con su hijo enfermo, describe otros retos a los que se enfrenta la población.

“Hubo intensos bombardeos en nuestro barrio. Mi familia de ocho y yo huimos de Jartum hace dos meses. Nuestra situación aquí es un reto porque somos recién llegados y no hemos recibido ninguna ayuda. Luchamos para conseguir algo de comer. Hasta ahora solo hemos recibido lonas de plástico. Numerosas personas están esperando comida y materiales de refugio; no hay espacio para los refugios. Las condiciones son increíblemente difíciles; muchas personas viven al aire libre porque carecen de un refugio adecuado. El agua está sucia, lo que provoca enfermedades. Si bebes agua, enfermas de diarrea y empiezas a vomitar”.

La estación anual de lluvias ya ha comenzado, lo que puede provocar un aumento de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera y la malaria, que es endémica en la zona.

En estos campos de acogida sobrepoblados, las personas tienen pocas opciones para mantenerse a sí mismas o sus familias y dependen completamente de la asistencia. Algunos han recibido algunos alimentos a través de refugiados y familiares que ya vivían en los campos antes del estallido del conflicto actual.

A medida que llegan más personas, existe una necesidad urgente de aumentar la asistencia. Esta debe incluir el apoyo nutricional y la provisión de refugio, alimentos, agua potable, saneamiento y vacunas contra el sarampión para frenar un brote. Para ello se requiere urgentemente más personal, incluyendo personal con experiencia en la gestión de este tipo de crisis y emergencias, y asegurar rutas de suministro más cortas que lleguen directamente al estado del Nilo Blanco desde el extranjero.

En poco más de tres meses de intensos combates en Sudán, más de 3 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según la ONU. Más de 2,1 millones han buscado refugio dentro de Sudán. Según la Organización Internacional para las Migraciones, el estado del Nilo Blanco, junto con Darfur Occidental, Río Nilo y los estados del norte, es una de las zonas que registra un mayor número de personas desplazadas.

*Los nombres fueron modificados para mantener el anonimato de las personas

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