Tememos que el Sea Watch 4 quede bloqueado después de ser obligado a atracar en Palermo

Sea Watch - Open Arms

Después de estar en cuarentena más de 14 días y a pesar de que toda la tripulación dio negativo en dos pruebas de COVID-19, al Sea-Watch 4 se le ha negado un cambio de tripulación con el buque fondeado y ahora debe ingresar al puerto de Palermo. En estas circunstancias, prevemos que con el Sea Watch 4 va a continuar una tendencia de obstaculización de los barcos de búsqueda y rescate, tendencia por la que el barco sería posteriormente paralizado.

Después de estar en cuarentena más de 14 días y a pesar de que toda la tripulación dio negativo en dos pruebas de COVID-19, al Sea-Watch 4 se le ha negado un cambio de tripulación con el buque fondeado y ahora debe ingresar al puerto de Palermo. En estas circunstancias, prevemos que con el Sea Watch 4 va a continuar una tendencia de obstaculización de los barcos de búsqueda y rescate, tendencia por la que el barco sería posteriormente paralizado.

El 15 de agosto, el Sea Watch 4, operado conjuntamente por la ONG alemana Sea Watch y Médicos Sin Fronteras (MSF) salía de España en su primera misión conjunta hacia Mediterráneo central.
Entre el 22 y el 24 de agosto, los equipos de Sea-Watch y MSF rescataron a 202 hombres, mujeres y niños, en tres operaciones. Cuatro días después, el 29 de agosto, trasladaron a bordo a 152 personas más desde el buque Louise Michel después de que este declarara el estado de emergencia y no pudiera navegar debido a un exceso de capacidad peligroso. Del total de rescatados, más de 100 eran niños y menores no acompañados, siendo el superviviente más joven a bordo menos de dos años. Durante el transcurso de la misión, los médicos de MSF realizaron 461 consultas en cubierta y en la clínica.

Once días después de su primer rescate, las autoridades italianas asignaron Palermo como lugar seguro y dieron instrucciones al Sea Watch 4 para trasladar a las 353 personas rescatadas a un ferry en la rada de Palermo. Tras el desembarco el 2 de septiembre, el Sea Watch 4 inició su cuarentena obligatoria fondeado frente a la costa de Palermo. En el séptimo día de aislamiento, la Cruz Roja Italiana visitó el Sea-Watch 4 y realizó pruebas de COVID-19 a la tripulación, todos los miembros dieron negativo.

Ellen van der Velden, directora las operaciones de búsqueda y salvamento de Médicos Sin Fronteras:

"Y así comienza. Otro final anunciado, otro desenlace predecible. Dado que no se ha dejado otra posibilidad al Sea Watch 4 que ingresar en un puerto italiano, ya sabemos de antemano que es muy probable que no vayan a permitir que el barco salga. Y que todo esto termine de nuevo en otro barco humanitario más atrapado en una red de obstáculos, tecnicismos y barreras. Si así fuera, este sería el quinto barco de salvamento incautado en el lapso de cinco meses. Argumentos insignificantes, pero aprovechados para evitar nuestro trabajo: salvar vidas en el mar. Mientras la noticia de otro naufragio mortal frente a las costas de Libia retumba en nuestras cabezas, la presión por eliminar del todo las operaciones de búsqueda y rescate resulta cruel, en el mejor de los casos. En el peor, es criminal. Sin embargo, las autoridades italianas dirán que somos nosotros quienes infringimos la ley y la verdad quedará oculta bajo la retórica de la legislación marítima o la preocupación de salud pública. Pero el propósito real de todo esto es evitar que los barcos de salvamento rescaten a personas en el Mediterráneo central. Porque, a pesar de todo lo que escuchamos sobre compromisos con una humanidad compartida, lo cierto es que, en el caso de las fronteras europeas, algunas vidas sencillamente no importan".

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