Un hospital vital para niñas y niños

La labor de MSF en el hospital Mazar i Sharif busca cubrir lagunas críticas en la atención pediátrica y neonatal
Sala donde se registran los pacientes. © Oriane Zerah

Nuestra labor en el hospital Mazar i Sharif busca cubrir lagunas críticas en la atención pediátrica y neonatal así como atender las necesidades críticas de los lactantes, niños y niñas vulnerables, ante una demanda abrumadora, unos sistemas sanitarios deficientes y una escasez de recursos. Queremos garantizar que cada niño y niña que acude al hospital reciba la atención y el apoyo personalizados que necesita.

“No sé exactamente cuánto está sufriendo, pero estoy aquí con ella, esperando que mejore pronto“, dice Farida, madre de Hadia, una bebé de 9 meses.

Durante dos días, Hadia no ha querido comer nada, ni siquiera plátanos, su fruta preferida. Su madre la ha llevado a varios centros sanitarios y médicos, pero no ha mejorado. En su desesperación por intentar que su bebé mejorara, Farida ha llevado a Hadia a todos los sitios que le sugerían. “Todo lo que la gente decía, yo lo intentaba. La llevé a muchos médicos. He gastado mucho dinero en recetas, pero no mejora, e incluso comenzó a tener diarrea, y su estado empeoró“, dice Farida.

La labor de MSF en el hospital Mazar i Sharif busca cubrir lagunas críticas en la atención pediátrica y neonatal
Kaussar, de 47 días, en brazos de su madre Naz Gul. Kaussar padece una anomalía en las vías respiratorias. © Oriane Zerah

 

Hoy está sentada en la sala de urgencias pediátricas del Hospital de Derivaciones de Mazar i Sharif, en la provincia de Balkh en Afganistán, que cuenta con nuestro apoyo. El diagnóstico de la pequeña Hadia es desnutrición grave. Los médicos dicen que puede haber sido causada por los ataques de diarrea, entre otros posibles motivos. Farida tiene esperanzas de que su niña mejore.

Un piso por encima de la sala de urgencias, Shekiba* sostiene a su bebé, Atoosa*, en la sala de prematuridad, donde han estado los dos últimos días tras recibir el alta de la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Atoosa llevaba cuatro semanas en la incubadora de la UCIN, pues había nacido de 28 semanas –tres meses antes de lo previsto– y pesaba tan solo 1,2 kg.

“Fue difícil para mí ver a mi niña en una incubadora, con vías por la nariz y cables conectados a muchas partes de su cuerpo. Odiaba los pitidos constantes de los equipos que me recordaban que mi bebé estaba muy enferma”, dice Shekiba.

“La veía tan frágil. La angustia de no saber si mi niña mejoraría era como si algo me estuviera consumiendo por dentro”, añade. “Recuerdo el día en que los médicos me dijeron que la trasladarían de cuidados intensivos a la sala de prematuridad porque estaba estable. ¡No me lo podía creer! Llamé a mi esposo inmediatamente y le dije que preparara todo ¡porque se acercaba la hora de volver a casa!”.

La labor de MSF en el hospital Mazar i Sharif busca cubrir lagunas críticas en la atención pediátrica y neonatal
Marhaba, nació prematuramente a los 7 meses. Pesó 1,3 kilos al nacer. Hoy pesa 1,4 kilos. Se le permitirá salir cuando su peso alcance entre 1,8 y 2 kilos. La doctora Suraya le toma las constantes vitales. © Oriane Zerah

 

En agosto de 2023, pusimos en marcha servicios médicos en el Hospital Regional de Mazar i Sharif, en la provincia de Balkh, en colaboración con el Ministerio de Salud Pública, con el objetivo de reducir las tasas de mortalidad pediátrica y neonatal en las provincias del norte. Con este fin, la organización tiene una UCIN especializada y una sala de urgencias para niños y niñas de hasta 15 años, con el apoyo de un sistema de triaje para garantizar que los pacientes más críticos sean ingresados y reciban la atención que necesitan.

Nuestros equipos médicos en la sala de urgencias pediátricas del Hospital Regional de Mazar i Sharif tratan a un promedio de 3,000 niños y niñas en estado crítico al mes e ingresan a una media de 546 recién nacidos al mes en la UCIN. Las necesidades son excepcionalmente altas: la tasa promedio de ocupación de camas ha sido superior al 140%, sistemáticamente, desde que MSF iniciamos actividades en la UCIN. Actualmente, acoge a 60 lactantes, más del doble de su capacidad de 27 camas. MSF hemos tenido que poner en marcha recursos adicionales para garantizar que el personal pueda seguir brindando atención y cuidados personalizados a cada bebé y reducir el riesgo de agotamiento a pesar de las necesidades de capacidad y el espacio limitado.

“Decidimos intervenir en Mazar i Sharif para atender las necesidades sanitarias críticas de la población afgana, en particular de los lactantes y niños y niñas vulnerables, ante una demanda abrumadora, unos sistemas sanitarios deficientes y una escasez de recursos. Nuestro objetivo es garantizar que cada niño y niña que acude al hospital reciba la atención y el apoyo personalizados que necesita, así como reducir el número de muertes infantiles por afecciones tratables”, afirma Heidi Hochstenbach, responsable de nuestros programas en Mazar i Sharif.

“Las altas tasas de ocupación de camas en los servicios que apoyamos reflejan la enorme necesidad de estos servicios y las profundas lagunas en la prestación de asistencia sanitaria en la provincia”.

La labor de MSF en el hospital Mazar i Sharif busca cubrir lagunas críticas en la atención pediátrica y neonatal
Abdullah, de 3 años, procede de la provincia de Samangan. Desde hace tres meses, Abdullah no puede andar ni mantenerse en pie. © Oriane Zerah

 

El sistema sanitario de Afganistán se enfrenta, desde hace tiempo, a problemas como la escasez de personal, la falta de financiación y la capacidad de respuesta inadecuada a las necesidades de la población. El sistema sanitario se ha visto sometido a una presión adicional debido a la retirada de la ayuda de varios donantes cuando los talibanes asumieron el poder, en agosto de 2021. Esto ha provocado el deterioro de la infraestructura sanitaria, la escasez de personal sanitario y la inadecuación de la infraestructura lo cual, a su vez, ha dejado a muchas personas sin acceso a la atención sanitaria y ha aumentado el riesgo de malas condiciones de salud y la mortalidad en la población.

Las experiencias de estas madres, Farida y Shekiba, ponen de manifiesto las necesidades y lagunas críticas en el acceso a la atención sanitaria que intentamos cubrir con atención especializada y apoyo en el Hospital Regional de Mazar i Sharif. “Sueño con los momentos futuros que tendré con mi pequeña: peinarla, hacerle trenzas bonitas, jugar con ella y llevarla al colegio”, dice Shekiba.

 

Médicos Sin Fronteras comenzamos a trabajar en Afganistán en 1980 y constantemente hemos adaptado nuestros servicios a los cambios en el contexto y las necesidades de la población. Los servicios en la provincia de Balkh se suman a los siete proyectos que gestionamos actualmente en el país. Estamos analizando ampliar gradualmente nuestros servicios para cubrir la unidad de cuidados intensivos pediátricos, las salas de hospitalización para niños y niñas con desnutrición grave y la sala de pediatría general del Hospital Regional de Mazar i Sharif. 

*Se han cambiado los nombres para proteger la identidad de las personas.

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