24 horas como enfermero en Etiopía

Chris Sweeney regresó hace poco de su misión en Gambella, Etiopía. En este blog, escribe sobre la vida en un campo de refugiados, la respuesta a emergencias y cómo mantenerse al tanto de un equipo escocés de fútbol.

Chris Sweeney regresó hace poco de su misión en Gambella, Etiopía. En este blog, escribe sobre la vida en un campo de refugiados, la respuesta a emergencias y cómo mantenerse al tanto de un equipo escocés de fútbol.
 

“El día comienza…

 
Despierto a eso de las 6:30 de la mañana con el sonido de las aves y lagartos que corren afuera de mi tienda. Quito el mosquitero, lavo mi cara en la bomba de agua y veo una serie de bidones al otro lado del lugar que habitamos a la vez que las mujeres recolectan agua.
 
Me tomo un multivitamínico y mi profilaxis para la malaria, lleno mis bolsillos de celulares y llaves antes de salir hacia la oficina. Me detengo en la farmacia central y me llevo algunos paquetes de hielo del refrigerador para las actividades de inmunización. 
 

Lo que realmente hago

 
Soy el responsable de nuestros centros de salud en los campos de refugiados de Nguenyyiel y Tierkidi, así como de sus 200 trabajadores. En los últimos seis meses de 2018, nuestras seis instalaciones realizaron 32,000 consultas ambulatorias. Médicos Sin Fronteras brinda atención médica a las 800,000 personas de esta región de Etiopía, la mitad de ellos refugiados que huyeron de la violencia en Sudán del Sur. 
 
Me encargo de ver cuáles son las necesidades de personal de los centros de salud con la ayuda de nuestro equipo de Recursos Humanos y hojas de Excel, además de procurar el suministro de material médico y no médico con el apoyo del equipo de logística y listas interminables. Los domingos por la tarde, reviso los datos médicos y nuestro uso de los suministros con la ayuda de una bebida fría y la página de fútbol de Escocia en el sitio web de la BBC.
 
Realizo entrenamientos semanales con el personal de enfermería en cada puesto de salud. Esta semana estamos repasando la atención a heridas, desde el saludo al paciente cuando entran a la sala, hasta los medicamentos apropiados que deben recetarse en caso de infecciones. Los supervisores gestionan las actividades diarias, pero yo voy de vez en cuando con un anotador para poder evaluar los procedimientos y realizar que todo esté en niveles óptimos de calidad.
 
Hubo una emergencia durante una de las visitas de esta semana: una mujer inconsciente que llegó en brazos de sus vecinos. Bien capacitado, el equipo reaccionó rápido y la diagnóstico y trató por un caso de malaria. Ella logró recuperarse totalmente. 
 

Lo mejor de mi trabajo

 
Amo ser parte de una organización que brinda atención médica y aboga por las personas más vulnerables del planeta. No tengo palabras para describir lo que me provoca ser testigo de la bondad innata y la resistencia de personas que han atestiguado cómo la guerra, el hambre y las enfermedades destruyen sus comunidades.
 
Nos mantenemos muy cerca de las personas a las que servimos; en mi proyecto actual, esto implica vivir dentro del campo de refugiados. Experimentar diferentes culturas es siempre un privilegio.
 

Mi mayor logro

 
Cuando pienso en mis recuerdos favoritos con MSF, se encuentra el ver cómo el personal crece y se desarrolla, el conocimiento de que continuarán brindando atención por mucho tiempo después de que me yo me vaya, y lograr resucitar a los bebés para que después sus padres los nombren en mi honor.
 

Después del trabajo

 
Entro al cubículo donde nos duchamos y vierto una jarra de agua sobre mi cabeza, mientras pienso en la escasez de agua y las filas de mujeres y niños que veo caminar todos los días en su búsqueda por algo de agua. Con el propósito de preservar este recurso natural, me tomo más tiempo al verter la siguiente jarra de agua.
 
Tomo una bebida fría del refrigerador, comparto una comida y las historias del día con mi equipo a la luz de unas velas. Antes de ir a la cama, intento encontrar un punto que tenga  Wi-Fi dentro del recinto para poder enviar un mensaje a mis amigos y familiares.
 
Así es un día como enfermero en MSF."
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