Detrás de los muros de las prisiones más duras de Malawi

 

Desde junio de 2014, MSF ha establecido una presencia permanente en dos de las cuatro prisiones principales en Malawi: la prisión Maula en Lilongwe, la capital, (la más grande del país con 2,650 reclusos que cumplen condenas cortas y largas) y Chichiri, en la ciudad sureña de Blantyre (cuenta con 2,000 reclusos, ambos convictos con sentencias medias y también con un número importante de presos en espera de juicio). 
 
El equipo médico de MSF se compone de cuatro colaboradores en cada sitio.La intervención tiene como objetivo abordar las necesidades insatisfechas de una población en riesgo de contraer VIH / tuberculosis (TB) en un contexto extremadamente contagioso. Los médicos de MSF también ofrecen atención básica de salud para los presos, así como para el personal de las prisiones. La gran mayoría de las personas en las cárceles eventualmente regresan a sus comunidades. Cualquier enfermedad contraída en entornos cerrados, o agravada por las malas condiciones de reclusión, se convierte en un asunto de salud pública.
 
MSF también ha comenzado a trabajar para mejorar la situación del agua y el saneamiento en las dos cárceles, una situación que puede describirse como crítica.
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