Discurso de la Dra. Joanne Liu, Presidenta de MSF, ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

Dra. Joanne Liu
Discurso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
28 de septiembre de 2016

Dra. Joanne Liu

Discurso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

28 de septiembre de 2016

"Excelencias, damas y caballeros:

La semana pasada, el mundo fue testigo de un violento ataque a un convoy humanitario de Naciones Unidas y la Media Luna Roja Árabe Siria, y de otro contra un hospital, cercano a Alepo. 

El Secretario General, Ban Ki Moon, dijo: “Cuando creemos que la situación no puede empeorar, la barra de la depravación se hunde todavía más bajo”.

En efecto, se hunde.

La conducta de la guerra actual no tiene límites. Es una carrera hacia el precipicio. El asalto implacable a Alepo por parte de las fuerzas rusas y sirias durante los últimos días -sin posibilitar evacuaciones y dejando los cadáveres sin enterrar- da testimonio de ello. 

El 3 de mayo, este consejo aprobó por unanimidad la resolución 2286.

Ustedes, los Miembros del Consejo, prometieron proteger a los civiles y a los servicios médicos que ellos necesitan para sobrevivir.  

Ustedes aprobaron la resolución a raíz de la destrucción del hospital Al Quds, en Alepo, por parte del gobierno sirio y sus aliados. Fue el último suceso de una serie de sobrecogedores ataques en la misma línea.  

Cinco meses después, la resolución no ha conseguido cambiar nada sobre el terreno. 

Este esfuerzo refleja la ausencia de voluntad política entre los Estados miembros del Consejo que luchan en las coaliciones y entre aquellos que consienten sus acciones. 

No podemos esperar más.

Cumplan sus promesas.

Desde que se aprobó esta resolución, sin ir más lejos, Médicos Sin Fronteras ha seguido sufriendo terribles ataques.

A principios de agosto, nuestro hospital en Abs, Yemen, fue destruido en un ataque aéreo de la colación liderada por Arabia Saudí. 19 personas murieron, entre ellas, pacientes y trabajadores sanitarios. 

Las coordenadas GPS de este hospital en pleno funcionamiento, fueron compartidas con los beligerantes, incluyendo al ejército saudí. 

No importó.

El de Abs fue el cuarto ataque de este tipo contra las instalaciones de Médicos Sin Fronteras en Yemen en menos de un año, que en total mataron a 32 personas e hirieron a 51. Tuvimos que evacuar a nuestros equipos médicos del norte del país, dejando atrás a miles de personas con una atención médica muy limitada que los devastadores bombardeos saudíes redujeron aún más después. La negligencia de la coalición liderada por Arabia Saudí y sus oponentes es tal, y sus reglas de combate tan laxas, que esta guerra realmente es un caso aparte. 

Muchos ataques son barridos debajo de la alfombra como errores cometidos en la niebla de la guerra.

Nosotros rechazamos la palabra “error”.

En Siria, los ataques no dan tregua. Los médicos de Alepo retiran la ventilación mecánica de sus pacientes más débiles para que otros tengan una oportunidad. Pero los ventiladores se crearon para los más débiles. Esto es práctica médica a la desesperada.

Sitiados, nuestros colegas sirios van a quedarse hasta el final. Nos dicen que morirán allí, con sus pacientes. Cuando les llegue la hora.

Deploramos la falta de control sobre las hostilidades. Esta ley de la selva es una decisión consciente. Hay un método en esta locura. 

Tanto en Yemen como en Siria, cuatro de los cinco miembros permanentes de este consejo están implicados de alguna forma en estos ataques. 

En esta época de guerras modeladas por el contraterrorismo, hay una licencia para matar. 

Les hacemos un llamado, de nuevo, a revocar esta licencia. 

Revóquenla, independientemente de si sus enemigos reciben o no la atención médica que ustedes atacan.

Porque tirar la imparcialidad médica por la ventana también se está convirtiendo en una nueva forma de guerra.Las necesidades humanitarias y las acciones militares deben estar equilibradas.

Los ataques a hospitales y a trabajadores sanitarios son una línea roja no negociable. Como tal, debe establecerse -en términos claros y unívocos-, en todos los manuales militares, reglas de combate y procedimientos estándares de operaciones.

Con demasiada frecuencia, información no verificada o rumores opacos de que un hospital  aloja "un centro de mando y control" es justificación suficiente para atacarlo.

Para acabar con esto, deben rendirse cuentas.

Deben realizarse investigaciones creíbles.

Y estas no deben quedar sólo en manos de los perpetradores. 

Pronuncio estas palabras casi un año después de que las fuerzas de Estados Unidos destruyeran el hospital de MSF en Kunduz, Afganistán. Seguimos esperando una investigación independiente sobre cómo 42 pacientes, personal sanitario y cuidadores pudieron ser asesinados mientras proporcionaban y recibían atención médica. 

Les llamamos a respaldar e implementar de inmediato las recomendaciones del Secretario General, en especial el llamamiento a que se pongan en marcha investigaciones independientes y efectivas.

También pedimos urgentemente al Secretario General que designe a un representante especial que ostente el mandato de documentar e informar sobre los ataques a instalaciones médicas, personal sanitario y pacientes.

La impunidad debe acabarse. 

Y sólo se acabará cuando se ejerza presión política y se exija rendición de cuentas.

En pocas palabras, cumplan su resolución.

Detengan los bombardeos contra los hospitales.

Detengan los bombardeos contra el personal sanitario.

Detengan los bombardeos contra los pacientes.

Gracias.

youtube://v/hlzmMdy1zc4

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