Mali: la tasa de vacunación aumenta un 50% en Ansongo

La novedad en Ansongo en 2015 fue que durante la campaña se aprovechó para completar la cartilla de vacunación de los niños menores de 11 meses y vacunar a aquellos que nunca antes habían sido vacunados.

Una reciente encuesta realizada por Médicos Sin Fronteras (MSF) muestra que la cobertura de vacunación para todos los antígenos del programa nacional ha aumentado en al menos un 50% en los niños menores de 5 años, en el distrito de Ansongo, en la región de Gao, norte de Mali. Esta mejora se ha logrado gracias a la implementación el pasado año de una estrategia que unía la quimioprevención de la malaria estacional, una evaluación nutricional rápida y la vacunación.
 
Entre agosto y noviembre de 2015, MSF y el Ministerio de Salud de Mali pusieron en marcha una campaña de quimioprevención de la malaria estacional, la primera causa de mortalidad infantil en el país, que llegó a más de 45.000 niños entre 3 meses y 5 años. Esta estrategia –recomendada por la Organización Mundial de la Salud para el Sahel desde el año 2012– da tratamiento antimálarico una vez al mes para mantener la suficiente concentración terapéutica de medicamento en sangre y evitar la enfermedad durante el periodo de mayor riesgo de transmisión. La novedad en Ansongo en 2015 fue que durante la campaña se aprovechó para completar la cartilla de vacunación de los niños menores de 11 meses y vacunar a aquellos que nunca antes habían sido vacunados.
 
Así, se examinó la cartilla de todos los niños menores de 5 años y se aprovechó las cuatro rondas de la quimioprevención para completarla, usando todas las vacunas incluidas en el calendario nacional de Mali: BCG (tuberculosis), VPO (polio), Pentavalente (difteria, tos ferina, tétanos, gripe tipo b y hepatitis b), Neumonía, Rotavirus, Sarampión y Fiebre Amarilla. Una encuesta realizada a principios de 2016 mostró que la cobertura de cada antígeno había aumento al menos de un 50%.
 
Un aumento muy considerable teniendo en cuenta las bajas tasas de vacunación en Mali. Según una encuesta nacional realizada en 2012-2013, solo el 39% de los niños de entre 12 y 23 meses habían sido completamente vacunados. La situación es peor en el norte del país; la crisis que estalló en 2012, cuando varios grupos armados tomaron el control de la zona, afectó seriamente al sistema de salud, privando a la mayoría de la población de la atención sanitaria básica, incluyendo la vacunación de rutina para los niños. 
 
 
En un contexto inestable como Ansongo, con movimientos de población y dificultades de acceso, debido a las largas distancias a las estructuras de salud y a la inseguridad, es muy importante tener la oportunidad de dar al niño de una vez todo lo que puede salvarle la vida”, explica José Bafoa, coordinador médico de MSF en Mali. Una parte de la población de Ansongo es nómada y se desplaza con el ganado. La campaña de vacunación y prevención de la malaria también ha llegado hasta los campamentos donde se encontraban.
 
La movilización comunitaria es una de las claves que ha permitido el éxito de esta estrategia. Alimatou Abdoul Karim tiene 3 hijos y vive en el pueblo de Monzonga, donde trabaja sensibilizando a sus vecinos sobre temas de salud. “El pueblo está situado al lado del río así que durante la estación de lluvias hay muchos casos de paludismo entre los niños menores de 5 años”, explica. “Pero estos últimos años en que toman medicamentos, no hay malaria en las casas de los niños. Con la quimioprevención se ha juntado la vacunación con muchos antígenos, como el rotavirus que puede evitar la diarrea”.
 
A pesar de que Mali había introducido la nueva vacuna contra el rotavirus dentro de su calendario de vacunación, esta no había llegado todavía al distrito de Ansongo. Durante la campaña del pasado año fue la primera vez que los niños pudieron ser vacunados contra este virus, la causa más común en enfermedades diarreicas en menores de 2 años.
 
“La estrategia ha sido un éxito, sobre todo teniendo en cuenta nuestras dificultades de acceso en casi todo el distrito debido a la inseguridad. Esta experiencia nos sirve para poder replicar esta forma de trabajar en otros países y contextos inestables donde trabaja MSF”, explica Cristian Casademont, referente médico de MSF para África Occidental.
 
 
 
 
MSF trabaja en Ansongo desde el año 2012, apoyando al hospital del distrito y varios centros de salud de la zona.
 
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