MSF solicita la revocación de la detención de Geo Barents

El 23 de julio, Médicos Sin Fronteras (MSF) solicitó oficialmente la liberación de su barco, el Geo Barents, a tres semanas de su detención y después de haber respondido a todas las solicitudes realizadas por la Autoridad Marítima Italiana, que el 2 de julio identificó 22 deficiencias que llevaron a la detención administrativa del barco.

El 23 de julio, Médicos Sin Fronteras (MSF) solicitó oficialmente la liberación de su barco, el Geo Barents, a tres semanas de su detención y después de haber respondido a todas las solicitudes realizadas por la Autoridad Marítima Italiana, que el 2 de julio identificó 22 deficiencias que llevaron a la detención administrativa del barco. 
 
Desde entonces, se han abordado todas las deficiencias, aunque MSF y el propietario del buque consideran que la detención no se basa sistemáticamente en las regulaciones pertinentes y es demasiado punitiva para el Geo Barents, sus propietarios y fletadores.
 
MSF ha llevado al mar un barco totalmente equipado y certificado para realizar operaciones de búsqueda y rescate, respetando las normas y reglamentos vigentes establecidos por las autoridades marítimas pertinentes. Si bien un Control del Estado del Puerto (PSC por sus siglas en inglés) es un procedimiento marítimo legítimo desarrollado para garantizar la seguridad de la navegación en el mar, estas inspecciones han sido instrumentalizadas por las autoridades estatales, teniendo como objetivo a los buques de ONG de manera discriminatoria. El uso discriminatorio de la normativa, la forma en que se han realizado las inspecciones y la interpretación distorsionada de las disposiciones legales nos hacen creer que los PSCs se están utilizando como un medio para impedir que las ONG realicen su labor de salvar vidas y que, por ende, es una motivación política.
 
“Aunque MSF apoya plenamente todos los procedimientos y controles marítimos legítimos que garantizan la seguridad de la navegación en el mar, MSF cuestiona la legitimidad de la detención del Geo Barents y, en particular, la declaración de las autoridades italianas sobre que el barco es inadecuado para realizar operaciones sistemáticas de búsqueda y rescate, alegando que el barco tenía demasiadas personas a bordo. El derecho internacional no estipula una clasificación internacional específica para los buques humanitarios de salvamento. Tal interpretación del derecho marítimo ignora el hecho de que las operaciones de salvamento, según el deber de los capitanes de proporcionar asistencia a las personas en peligro en el mar, se consideran situaciones de fuerza mayor, según el artículo IV del Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS) y, por tanto, el número de personas a bordo no debe ser tomado en cuenta a efecto de comprobar el cumplimiento de otras disposiciones del Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar”, añade Frauke Ossig.
 
“Si bien las ONG enfocadas a las actividades de rescate humanitario están llenando el mortal vacío dejado por la desvinculación de los Estados de su responsabilidad de proporcionar capacidad dedicada a las operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo Central, es inaceptable que se impida a las ONG salvar vidas”, enfatiza Frauke Ossig. “El número de personas muertas aumenta día a día y se siguen perdiendo vidas innecesariamente en el Mediterráneo. La detención administrativa del Geo Barents está costando vidas y desperdiciando recursos cruciales que nos permitirían seguir salvando a personas que se encuentran en peligro en este momento”.
 
En estas semanas, se han seguido perdiendo vidas innecesariamente en el Mediterráneo.
 
 
 
Desde principios de 2021 y hasta la fecha, se ha confirmado la muerte o desaparición de al menos 820 personas en su intento por cruzar la frontera marítima más mortal del mundo, incluyendo 38 muertes en dos naufragios  reportados esta semana frente a las costas de Túnez y Libia.
 
Desde que el nuevo barco fletado por MSF, el Geo Barents, comenzó a operar en la zona de búsqueda y rescate el 13 de mayo, los equipos a bordo realizaron una serie de rescates entre el 10 y el 12 de junio, salvando a 410 personas que mostraban signos de agotamiento extremo y diversas vulnerabilidades. Entre ellas se encontraban 16 mujeres, de las cuales seis viajaban solas y una estaba embarazada, así como 101 menores no acompañados. La mayoría provenía de países devastados por la guerra, como Siria, Etiopía, Eritrea, Sudán, Mali.
Compartir