Un pequeño ejército de antropólogos

¿Podrías hablar con un extraño sobre un tema sensible como la planificación familiar? ¿Y estando en un mercado o mientras esperas en una fila? Elizabeth, una promotora de la salud británica, nos comparte en este blog cómo su equipo en Sudán del Sur está cambiando la educación de la salud.

¿Podrías hablar con un extraño sobre un tema sensible como la planificación familiar? ¿Y estando en un mercado o mientras esperas en una fila? Elizabeth, una promotora de la salud británica, nos comparte en este blog cómo su equipo en Sudán del Sur está cambiando la educación de la salud.
 
“Esperaba ansiosamente para conocer a mis colegas sursudaneses al llegar a mi primera misión con MSF. Pronto quedé maravillada, y no pasó mucho tiempo para que mis colegas cambiaran totalmente la forma en que realizaba mis investigaciones, que son un componente central de la promoción de la salud. 
 
Antes de MSF, trabajé varias veces como investigadora independiente; investigando opiniones y representado algunas veces en cada una de las situaciones humanitarias en las que estuve presente. 
 
A pesar de ser extremadamente apasionada por los temas que trataba, la vida como investigadora académica es extremadamente independiente y anhelaba el intercambio colaborativo de ideas relacionadas con el trabajo como parte de un equipo. Esta fue una de mis mayores motivaciones para unirme a MSF.
 

Moldeando la educación de la salud

 
Cuando llegué a Bentiu, el equipo de promoción de la salud mantenía discusiones con grupos focales sobre la planificación familiar, una investigación cualitativa que ayudaría al equipo médico a comprender las actitudes y percepciones de las comunidades que se encuentran más allá de la periferia de las instalaciones de MSF.
 
La información obtenida de estas discusiones ayuda al equipo de alcance comunitario a dar forma a las sesiones de educación de la salud en torno a las necesidades educativas y emocionales de la comunidad.
 
 
 
Por ejemplo, si las mujeres quieren probar métodos de planificación familiar pero están preocupadas por cómo reaccionarán sus esposos, el equipo de alcance comunitaria responderá acudiendo a espacios públicos donde se congregan grupos de hombres para comenzar a crear conciencia sobre la importancia de la planificación familiar.
 
Del mismo modo, si las discusiones revelaran confusión y escepticismo acerca de los métodos de planificación familiar, las sesiones de educación para la salud se diseñarán para brindar información detallada sobre los diferentes métodos disponibles: cómo funcionan, su longevidad y el apoyo que brinda la clínica de salud sexual y reproductiva de MSF.
 
El objetivo general es promover la confianza, y la toma de decisiones informadas entre la comunidad.
 

Desafiado las suposiciones previas

 
El equipo local rápidamente puso a prueba mis cómodas suposiciones sobre lo que significaba realizar una investigación.
 
En Bentiu, no había un solo investigador sino un equipo de 23 personas: los trabajadores de salud comunitaria de MSF que desempeñaron un papel igualmente importante en la recopilación de datos.
 
A medida que el equipo se separaba en diferentes direcciones y salía de las puertas del recinto cada mañana, no podía dejar de imaginarlos como un pequeño ejército de antropólogos. Su labor es informar sobre el comportamiento y las actitudes locales, no de forma individual, sino como miembros activos de un equipo estrechamente unido.
 
 

Sobrecarga de información

 
Me uní a mi equipo de trabajadores de salud comunitaria para ayudar a la comunidad tanto como pude; pero como no podía hablar Nuer, el lenguaje más hablado en Bentiu, a menudo era más útil para mí estar en la oficina, analizar y recopilar los datos que el equipo traía del campo.
 
Al final de la semana, el equipo me entregaba un montón de notas escritas a mano. Con eso, asumía que habían discutido los métodos anticonceptivos y la planificación familiar con cada hombre, mujer y joven que vive en la localidad de Bentiu.
 
El tamaño de la pila de papeles equivalía a un pequeño libro. Ciertamente no era poco trabajo. Llegué a sentirme abrumada por la cantidad de miembros de la comunidad con los que habían mantenido conversaciones, ya sea en la calle, en el centro juvenil local o en los tukuls, las chozas redondeadas que son hogares tradicionales en Sudán del Sur.
 

Tradiciones 

 
Las notas de las discusiones que el equipo había entregado mostraban conversaciones ricas en experiencia y opiniones. La proximidad que establecieron con sus participantes fue impresionante: la planificación familiar es un tema difícil de discutir en Sudán del Sur.
 
Es algo característico de la región que el tamaño de las familias sea grande: se considera que las las madres adquieren riqueza con cada nuevo hijo y el estado de la familia aumenta a medida que la familia crece. Tradicionalmente, más niños se traducen en más guerreros y, por lo tanto, un mayor número de niños sirve como medida de protección contra clanes rivales.
 
Esta costumbre local ignora los beneficios médicos del "espaciamiento de los niños", donde se deja pasar un par de años entre cada embarazo con el objetivo de proteger la salud y el bienestar de la madre y el niño.
 
 
 
Recordé mi propia experiencia en la investigación de temas delicados y, a menudo, incómodos. Los participantes suelen terminar la conversación y sellan sus labios como si estuvieran abrochándose rápidamente una chaqueta de invierno. Otros asienten con la cabeza y sonríen dulcemente, deslizándose hacia la conocida práctica de la escucha selectiva.
 
Empaticé con mi equipo de promoción de la salud. Una conversación sobre temas íntimos y personales es una tarea difícil: hablar sobre la planificación familiar está a mundos de distancia de las conversaciones sobre el ganado y los cultivos que fluyen durante los minutos previos a la llegada del equipo.
 

Un equipo talentoso

 
Aunque muy conscientes de la sensibilidad del tema, la profesionalidad del equipo, su conocimiento del tema y su profunda comprensión del contexto local les hicieron posible moldear la conversación con cautela para dar cabida a las diferentes personalidades de los participantes.
 
Acurrucada en la entrada del tukul de alguien, sobre un taburete del mercado, o adyacente a la fila de personas colocadas en el pozo de agua local, parece que el equipo es capaz de involucrar a casi cualquier persona en la discusión.
 
Los trabajadores de salud comunitaria no son antropólogos. Muchos no recibieron una educación formal y un gran porcentaje de ellos no sabe leer o escribir. Pero eso no los hizo menos capaces de hacer frente a las discusiones grupales que se requieren para recolectar datos importantes. 
 
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