La lucha continua para acceder a la atención médica en Afganistán

Después de 40 años de conflicto, Afganistán se enfrenta a otro periodo de inestabilidad en 2021. Las negociaciones de paz entre el gobierno afgano y el Emirato Islámico de Afganistán (EIA, también conocido como El Talibán) han avanzado poco o nada desde que comenzaron en septiembre de 2020. Los combates entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados de oposición continúan cobrando miles de vidas civiles cada año y paralizando la infraestructura pública.

Después de 40 años de conflicto, Afganistán se enfrenta a otro periodo de inestabilidad en 2021. Las negociaciones de paz entre el gobierno afgano y el Emirato Islámico de Afganistán (EIA, también conocido como El Talibán) han avanzado poco o nada desde que comenzaron en septiembre de 2020. Los combates entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados de oposición continúan cobrando miles de vidas civiles cada año y paralizando la infraestructura pública.

La violencia y la inseguridad son omnipresentes en todo el país y no muestran signos de amainar. Las instalaciones médicas en Afganistán son atacadas con frecuencia, más que en casi cualquier parte del mundo, lo que obliga a su cierre temporal o permanente y privando así a millones de personas del acceso a servicios médicos vitales. La crisis humanitaria, agravada por los impactos médicos y socioeconómicos de la pandemia de COVID-19, se agrava en todo el país.

Este documento informativo, elaborado por Médicos Sin Fronteras (MSF), presenta nuevos datos médicos y relatos de pacientes, cuidadores y personal clínico de MSF en las provincias de Helmand, Herat, Kandahar y Khost.

Al encuestar a estos grupos, MSF descubrió que la población afgana tiene dificultades para acceder a las necesidades básicas, incluyendo la atención médica, como resultado de la violencia y la inseguridad, la pobreza y un sistema de salud con fondos y recursos insuficientes. Todos los días, las y los afganos deben emprender peligrosos viajes a través del frente activo y carreteras minadas, a través de puestos de control y áreas controladas por grupos armados para buscar atención médica. A menudo no pueden o tienen demasiado miedo de salir de sus hogares y, cuando ocurren emergencias médicas, estos retrasos pueden resultar fatales.

MSF trajo estos problemas a la atención pública en informes publicados en 2014 y 2020. Hoy, publicamos este nuevo informe para mostrar que las barreras persistentes que enfrenta la población afgana cuando busca atención médica se mantienen hasta el día de hoy.

Haz click aquí para leer el informe (en inglés).

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