Personas desplazadas, refugiadas y migrantes

Zeynab tiene 12 años. Ella y 6 miembros de su familia, incluido su abuelo de 97 años, tienen que compartir una tienda de campaña con otras 4 familias. La carpa se divide en cuatro partes de 4-5 metros cuadrados cada una. "Cuando intentamos dormir, ni siquiera tenemos espacio para estirar las piernas. © Anna Pantelia /MSF

Hay muchas razones para huir, como la guerra, la persecución, los conflictos, los desastres naturales, la precariedad y la represión. Vemos de primera mano que tal trastorno representa una necesidad desesperada en lugar de una elección, y genera dificultades en el camino de estas personas.

Datos sobre personas refugiadas y desplazadas internamente (1)

  • Una persona desplazada internamente (PDI) es alguien que se ha visto obligada a huir de su hogar, pero permanece dentro de las fronteras de su país y, por lo tanto, no está legalmente definida como refugiada.
  • El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que de las casi 82.4 millones de personas desplazadas en todo el mundo, más de la mitad, alrededor de 48 millones, son personas desplazadas internamente.
  • Hay aproximadamente 26 millones de personas refugiadas en todo el mundo.
  • Otras 4,1 millones son solicitantes de asilo, cuya solicitud de estatus como persona refugiada aún no se ha determinado.
  • Las naciones de ingresos bajos albergan al 85 por ciento de la población refugiada del mundo.

Hay muchas razones para huir, como la guerra, la persecución, los conflictos, los desastres naturales, la precariedad y la represión. Vemos de primera mano que tales situaciones representan una necesidad desesperada en lugar de una elección, y genera dificultades en el camino de estas personas.

Con su salud y bienestar en peligro durante el éxodo, la vida de las personas más vulnerables puede estar en peligro. Los equipos de Médicos Sin Fronteras trabajan junto con estas poblaciones en sus puntos de llegada o durante los peligrosos viajes que emprenden.

Personas internamente desplazadas y refugiadas: necesitan asistencia y protección

Una gran parte de nuestras actividades en el terreno están dirigidas a la atención de personas desplazadas internamente (PDI) y refugiadas. El número de personas que han sido forzosamente desplazadas se duplicó en la última década, sus necesidades de salud continúan aumentando y no siempre se satisfacen.

Nuestras raíces se asentaron en los campos establecidos para refugiados vietnamitas, camboyanos, laosianos, afganos y etíopes a fines de los años 70 y 80. En MSF tenemos una larga historia de asistencia y protección a estas poblaciones.

¿Qué vemos? ¿Cómo respondemos?

Las consecuencias para la salud pública de los conflictos armados y el desplazamiento de la población han sido bien documentadas durante los últimos 30 años. Vemos altas tasas de mortalidad entre los desplazados internos y las poblaciones de refugiados, pero se han identificado prioridades claras para frenar la mortalidad. Se ha demostrado que la provisión de alimentos adecuados, agua potable, servicios de saneamiento y refugio son intervenciones efectivas.

Nuestros equipos en el terreno realizan evaluaciones rápidas de necesidades, establecen prioridades en cuestiones de salud pública, trabajan estrechamente con las comunidades afectadas, organizan y gestionan instalaciones de salud y suministros médicos esenciales, capacitan a los trabajadores locales, coordinan con una compleja gama de organizaciones de ayuda, monitorean y evalúan el impacto de los proyectos, y gestionan eficientemente los escasos recursos.

Nuestro trabajo con personas refugiadas y desplazadas internamente incluye una amplia gama de servicios como:

  • Tratamiento de enfermedades no transmisibles,
  • Campañas de vacunación,
  • Actividades de salud mental,
  • Cirugías y atención de traumatismos,
  • Consultas externas,
  • Servicios de salud materna y obstetricia,
  • Provisión de refugio, agua potable, letrinas, y más.

También abogamos por que nuestras y nuestros pacientes tengan acceso a atención médica gratuita o asequible.

Un viaje inseguro

La migración y la movilidad humana son parte del mundo interconectado en el que vivimos y, en consecuencia, el “alcance” de la migración humana es vasto. Nuestro trabajo para atender a personas refugiadas y desplazadas internamente s se amplió en la década de 1980 para incluir la “exclusión social” en Europa y más allá, incluidas las necesidades de las personas migrantes indocumentadas.

Una historia de violencia y altos niveles de sufrimiento son comunes entre aquellas personas que buscamos ayudar. Las rutas que toman pueden estar marcadas con violencia y abuso, delincuentes, contrabandistas de personas que extorsionan y abandonan su “carga” y el paso peligroso a través de los desiertos y en el mar.

También se enfrentan a la contención, la detención y la deportación, ya que los movimientos de población (lo que sea que los impulse) a veces se consideran una amenaza, en lugar de incitar expresiones de solidaridad. Algunos gobiernos no protegen a los hombres, mujeres, niños y niñas que ya están expuestos a una mayor vulnerabilidad de sufrir más violencia o privaciones. Se niega la seguridad a las personas que necesitan refugio, se cierran los ojos ante los altos riesgos de paso y se aplasta su dignidad y sus derechos. El maltrato, y a veces la violencia, infligido por las autoridades puede tomar muchas formas, dejando a las personas despojadas de sus derechos básicos y afectadas en su salud y bienestar.

Trabajando entre estas poblaciones móviles, actuamos basándonos sobre las necesidades y vulnerabilidades médicas, independientemente de cualquier “etiqueta” individual que las autoridades u otros acuerden.

 

 

¿Qué vemos?

En MSF tenemos experiencia de primera mano sobre las consecuencias de la contención, deportación y disuasión que se manifiestan a través de fronteras cerradas, detención, retornos, la estadía prolongada en los campos y la negación del derecho a buscar y gozar de asilo o ganarse la vida. Nuestros equipos son testigos de importantes niveles de violencia y maltrato. Esto incluiría la violencia de pandillas en los países de origen, por ejemplo, o incluso la persecución desenfrenada fuera de su país de origen cuando residen allí durante años o están atrapados. Estas personas necesitan escapar, refugiarse y protegerse como refugiadas.

La aguda persecución de las y los migrantes sometidos a detención, esclavitud y violencia en Libia, los sirios que viajan a Europa y las víctimas de la violencia de pandillas en el Triángulo del Norte de América Central que buscan a llegar a los Estados Unidos a través de México son ejemplos de esta situación.

¿Cómo respondemos?

Nos colocamos firmemente en solidaridad con quienes están en movimiento y con quienes les brindan ayuda. Desde MSF somos testigos de las consecuencias perjudiciales de estas políticas y prácticas, que alimentan el trabajo de las redes criminales, y hacemos un llamado para que prevalezca la humanidad en todos los casos, junto con la provisión de asistencia médica y humanitaria y protección para las personas necesitadas.

En nuestras misiones y proyectos, prestamos especial atención a los servicios médicos que se brindarán a las personas en en estas situaciones, siempre que se identifiquen necesidades críticas de salud o cuando las autoridades nieguen las necesidades de ayuda vital.

Durante 2015 y 2016, los equipos de MSF brindaron asistencia en múltiples puntos a lo largo de la ruta terrestre de los Balcanes, especialmente en las fronteras de Grecia y Serbia, brindando atención médica, apoyo psicológico, saneamiento, alimentos, refugio y transporte. Estamos, o hemos estado presentes en Italia, Suecia, Bélgica y Alemania. También proporcionamos refugio, agua, saneamiento y artículos de ayuda esenciales en centros de recepción, asentamientos informales y campos de tránsito.

En un campo para personas migrantes en Italia, una cuarta parte de las y los encuestados dijeron que había malas condiciones de higiene en el lugar. En un asentamiento cercano, más de una de cada diez personas dijo que faltaba agua potable.

En 2020, los equipos de MSF en todo el mundo continúan respondiendo a las crecientes necesidades. En Siria, proporcionamos a las personas desplazadas que huyen de la guerra artículos de ayuda, como tiendas de campaña, mantas y kits de higiene que incluyen jabón. Una oleada de violencia de los grupos armados en el Sahel (Malí, Burkina Faso y Níger) ha obligado a miles de personas a abandonar sus hogares, donde nuestros equipos les brindan atención médica, incluidos servicios de asesoramiento psicológico.

Centros de apoyo

Nuestros equipos en Francia identifican a los jóvenes, que generalmente han emprendido el viaje sin compañía, y les ofrecen apoyo a través de un centro de día para menores en París. Los equipos allí brindan asistencia, atención médica y asistencia administrativa a través del centro de acogida.

MSF también gestiona un centro especializado en Atenas, Grecia, para la rehabilitación de los sobrevivientes de tortura, la mayoría de los cuales llegaron a los mares en busca de seguridad y protección en Europa.

Actividades de búsqueda y rescate

Actualmente brindamos atención médica en el Mediterráneo central en un barco de búsqueda y rescate, el Geo Barents.

Los equipos de MSF han trabajado realizando actividades de búsqueda y rescate en varios barcos en el Mediterráneo desde 2015, y han salvado a miles de personas de morir ahogadas.

Consecuencias de las políticas migratorias de la UE

En junio de 2016, anunciamos que MSF ya no aceptaría financiamiento de la Unión Europea y sus Estados miembros.

Esta decisión se tomó porque estamos en contra de sus políticas de disuasión perjudiciales y a los intentos cada vez más intensos de alejar a las personas y su sufrimiento de las costas europeas. Esta decisión se ha aplicado a nuestros proyectos en todo el mundo.

 

 


(1) Fuente: ACNUR Tendencias mundiales: desplazamiento forzado en 2020: www.unhcr.org/flagship-reports/globaltrends/

 

 

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