Desnutrición

MSF advierte sobre una inminente catástrofe si no se toman medidas inmediatas en Nigeria
Ibrahim Sheriff sufre desnutrición aguda y fue llevado al centro de nutrición Nilefa Kiji de Maiduguri (Nigeria) para ser inscripto en nuestro programa de alimentación ambulatoria. © Abdulkareem Yakubu.

En 2019, en MSF admitimos a 109,300 niños con desnutrición en nuestros proyectos de alimentación para pacientes ambulatorios y a 76,400 niños con desnutrición grave en nuestros proyectos de alimentación para pacientes hospitalizados.

Cuando los niños sufren desnutrición, sus sistemas inmunes están tan afectados que el riesgo de muerte aumenta considerablemente.  La edad crítica para la desnutrición es desde los seis meses – cuando las madres generalmente comienzan complementar la leche materna – hasta los 24 meses. Sin embargo, los niños menores de cinco años, los adolescentes, las mujeres embarazadas o lactantes, los ancianos y los enfermos crónicos también son vulnerables.
Las personas presentan desnutrición si no pueden ingerir suficientes alimentos o si no pueden aprovechar completamente los alimentos que consumen, debido a enfermedades como la diarrea u otras enfermedades prolongadas, como el sarampión, el VIH y la tuberculosis.
En 2019, en MSF admitimos a 109,300 niños con desnutrición en nuestros proyectos de alimentación para pacientes ambulatorios y a 76,400 niños con desnutrición grave en nuestros proyectos de alimentación para pacientes hospitalizados.

¿Qué causa la desnutrición?

La leche materna es el único alimento que un niño necesita durante los primeros seis meses. Más allá de este punto, la lactancia materna por sí sola no es suficiente. Las dietas en esta etapa deben proporcionar una combinación adecuada de proteínas, grasas esenciales de alta calidad e hidratos de carbono, vitaminas y minerales. En regiones como el Sahel, el Cuerno de África y en algunas partes de Asia del Sur, los alimentos altamente nutritivos como la leche, carnes y pescados en ocasiones son escasos o no están disponibles para la población.
En un niño menor de dos años, su dieta tendrá un profundo impacto en su desarrollo físico y mental. Los niños desnutridos menores de cinco años generalmente presentan un debilitamiento severo de su sistema inmunológico y son menos resistentes a las enfermedades comunes de la infancia.
Esta es la razón por la que un resfriado común o una diarrea pueden matar a un niño desnutrido. De los ocho millones de muertes de niños menores de cinco años de edad de cada año, la desnutrición contribuye a por lo menos un tercio.

Los síntomas de la desnutrición

El signo más común de la desnutrición es la pérdida de peso. La pérdida de peso también puede ir acompañada de una falta de fuerza y energía y de incapacidad para llevar a cabo tareas rutinarias. Quienes están desnutridos a menudo desarrollan anemia y, por lo tanto, una falta de energía y dificultad para respirar.
En los niños, los signos de la desnutrición pueden incluir incapacidad para concentrarse o un aumento de la irritabilidad, así como el retraso del crecimiento. En los casos de desnutrición aguda severa, se suele presentar inflamación del estómago, cara, piernas y también pueden ocurrir cambios en la pigmentación de la piel.

El diagnóstico de la desnutrición

La desnutrición se diagnostica mediante la comparación de los pesos y alturas estándar de una población determinada, o mediante la medición de la circunferencia media del brazo de un niño (utilizando un MUAC). Si las deficiencias dietéticas son persistentes, los niños dejan de crecer y presentarán “atrofias” – lo que significa que tienen una altura baja para su edad. Esto se diagnostica como desnutrición crónica.
Si experimentan pérdida de peso o ‘emaciación’ – bajo peso para la altura – son diagnosticados como pacientes con desnutrición aguda.Esto ocurre cuando una persona desnutrida comienza a consumir sus propios tejidos del cuerpo para obtener los nutrientes necesarios.
En la forma aguda severa, los niños con kwashiorkor – estómago distendido – pueden ser clínicamente diagnosticados con hinchazón del cuerpo, irritabilidad y cambios en la pigmentación de la piel.

El tratamiento de la desnutrición

Los alimentos terapéuticos listos para usarse (RTUF por sus siglas en inglés) son la forma más eficaz para tratar la desnutrición. Los RUTFs incluyen todos los nutrientes que el niño necesita durante su desarrollo y le ayudan a revertir las deficiencias y a aumentar de peso. Los RUTFs no requieren agua para su preparación, lo que elimina el riesgo de contaminación con enfermedades transmitidas por el agua.
Debido a su embalaje, los RUTFs se pueden utilizar en todos los tipos de ambientes y se pueden almacenar durante largos períodos de tiempo. A menos que el paciente sufra de complicaciones graves, los RUTFs también permiten a los pacientes ser tratados en casa.
En los lugares donde la desnutrición es propensa a llegar a a niveles graves, aplicamos un enfoque preventivo mediante la distribución de alimentos terapéuticos listos para usarse, como medida complementaria para los niños en situación de riesgo.

*Esta página se actualizó por última vez en agosto de 2020.

 

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