MSF brinda atención médica a personas desplazadas en Carnot

Tras el reporte de dos casos sospechosos de sarampión en el campamento de personas desplazadas de Carnot, al este la República Centroafricana, Médicos Sin Fronteras (MSF) vacunó, en sólo un día, a 186 niños de entre 6 meses y 15 años contra la mortal enfermedad.

Tras el reporte de dos casos sospechosos de sarampión en el campamento para personas desplazadas en Carnot, al este la República Centroafricana, Médicos Sin Fronteras (MSF) vacunó, en sólo un día, a 186 niños de entre 6 meses y 15 años contra la mortal enfermedad.
 
520 personas desplazadas continúan en el enclave de Carnot en donde buscaron refugio en febrero de 2014. La mayoría son familias dedicadas al comercio, que han estado languideciendo en condiciones deplorables en la iglesia católica de la ciudad desde hace 18 meses.
 
Las familias viven con escasas posesiones -catres, unos cuantos cambios de ropa y algo de comida- en la iglesia y sus edificios externos. Hay alrededor de 200 niños en el enclave, muchos de los cuales nacieron en este lugar.
 
MSF está apoyando al Ministerio de Salud con su Programa de Vacunación Expandido en Carnot. El Dr. Aubin Vergnes, de MSF, dice que actuar rápido es crucial cuando hay riesgo de epidemia. “En situaciones de hacinamiento como estas, un sólo caso de sarampión puede extenderse rápidamente hacia todos los niños del campamento, por lo que las autoridades de salud y MSF prepararon una campaña de vacunación en tan sólo tres días.”
 
 
El día de vacunación empieza con un anuncio público hecho por el promotor de salud en el campo, Stanislas Tatale. Stanislas ha trabajado con MSF desde la llegada de las personas desplazadas en 2014. Hablando por un micrófono, informa a las madres que la campaña de vacunación está por comenzar. Un poco más tarde, los equipos de MSF instalan su equipo, listos para recibir a las primeras madres que llegan con sus hijos. El registro de vacunación de cada niño es actualizado y por fin llega el tan temido momento para los pequeños niños. Sin embargo, la inyección es olvidada rápidamente y regresan a jugar. 
 
Al final de la mañana, Harouna viene a que vacunen a su hija Koukaya, de tres años. Mientras carga en brazos a su otra hija Miriam de cinco meses, sostiene firmemente a Koukaya para asegurarse de que no corra cuando vea la aguja. Como dice Harouna, “es esencial proteger a nuestros niños contra enfermedades como el sarampión. Sufrimos mucho durante la crisis pero mientras sigamos en la iglesia estamos seguros y podemos acceder a atención médica”.
 
El hogar, para Harouna, es un catre en el piso de la iglesia. Los domingos recoge sus pertenencias para hacer lugar a los feligreses que asisten a misa. Cuando su bebé Mariam estaba a punto de nacer, MSF refirió a Harouna al Hospital de Carnot para que pudiera dar a luz de forma completamente segura. 
 
La situación en Carnot sigue siendo tensa y la mayoría de los desplazados no se atreven a regresar a sus hogares. El 29 de agosto, Mamadou dejó la iglesia para ir a la ciudad y varios individuos armados con machetes lo atacaron, lastimando su cara y su pierna. MSF lo refirió al Hospital para que recibiera tratamiento. Mamadou regresó esa tarde con varias puntadas y con la certeza de que aún no era el momento de regresar a casa. 
 
MSF ha trabajado en Carnot desde 2009 brindando apoyo al hospital (en los departamentos de pediatría, nutrición y medicina interna) y en dos centros de salud de la periferia. Desde febrero de 2014 la organización también ha brindado atención médica a las personas desplazadas que han buscado refugio en la iglesia católica. Un trabajador de salud presente en el lugar refiere los casos graves al hospital y todos los jueves llega una clínica móvil a brindar cuidados de salud básicos a las 520 personas que viven en la iglesia. 
 
Entre enero y junio de 2015, como parte de sus actividades en Carnot, MSF hizo más de 25,000 consultas médicas y trató a más de 18,900 pacientes que sufrían de malaria.
 
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