Yemen: al intensificarse los enfrentamientos, es más peligroso buscar atención médica

La guerra ha escalado de nuevo en Yemen. El acuerdo de cese al fuego en abril llegó a un violento final con la suspensión de las conversaciones de paz el 6 de agosto.

La guerra ha escalado de nuevo en Yemen. El acuerdo de cese al fuego en abril llegó a un violento final con la suspensión de las conversaciones de paz el 6 de agosto. 
 
De la gobernación de Saada -en el norte del país- a la gobernación de Taiz -al sur-, los intensos bombardeos aéreos se han reanudado y el 15 de agosto, un hospital de MSF en la ciudad de Abs fue alcanzado por un ataque aéreo de la coalición liderada por Arabia Saudí. El daño de este ataque fue sustancial: 19 personas murieron y 24 más resultaron heridas.
 
Por razones de seguridad, MSF evacuó al personal de seis hospitales a los que apoya en el norte de Yemen, en donde las víctimas civiles causadas por los bombardeos han sido mayores.
 
“Hablamos sobre este ataque aéreo porque MSF estaba presente en el hospital. Esta es la cuarta instalación médica de MSF que ha sido atacada durante los últimos 12 meses. Pero hay otras instalaciones médicas, escuelas, mercados y puentes que han sido atacados y destruidos por ataques aéreos, disparos o bombas,” dice Hassan Boucenine, jefe de misión de MSF en Yemen. “Dichos ataques causan víctimas directas, pero la guerra también provoca muchas víctimas indirectas en la población (fracasos económicos, problemas de acceso, cierre de hospitales, escasez de personal médico, etcétera).”
 
Las víctimas indirectas del conflicto son numerosas. Incluye a gente que es incapaz de acceder a las instalaciones médicas para conseguir tratamiento; por ejemplo, pacientes que requieren transfusiones sanguíneas o mujeres que requieren cesáreas de emergencia.
 
Incluso cuando una instalación médica está funcionando, es probable que no tenga la capacidad de proporcionar atención médica debido a la escasez de suministros vitales, personal o medicamentos; o a que no tienen combustible para que funcione su generador. El camino hacia algunas instalaciones médicas simplemente es demasiado peligroso como para que la población llegue a ellas, así que la gente no va.
 
Además, la guerra ha causado que la economía yemení colapse, dejando a muchas personas con pocos o ningún ingreso. Muchos tienen que elegir entre comprar medicamentos o comprar comida para su familia.
 
“Ahora que la violencia se ha reanudado, viajar para buscar atención es un peligro,” dice Laurent Sury, jefe de los proyectos de emergencia de MSF. Consecuentemente, en la ciudad de Haydan, en la gobernación de Saada al norte de Yemen, MSF descubrió que la gente no está saliendo para conseguir atención médica.
 
En julio, el hospital de Haydan estaba operando con toda su capacidad y el equipo de MSF realizaba entre 60 y 80 consultas diarias. “Desde principios de agosto, la gente dejó de viajar para buscar atención porque tienen miedo de usar las carreteras o temen que el hospital sea objetivo de ataques,” dijo Sury.
 
Por supuesto, uno se puede arriesgar a viajar si hay una emergencia, como sucedió el 13 de agosto. Dos días antes del ataque al hospital de Abs, el equipo de MSF en el hospital de Haydan admitió a 38 niños después de un ataque aéreo a un edificio civil que los testigos describieron como una escuela coránica. Diez niños murieron al llegar y los 28 que resultaron heridos fueron estabilizados antes de ser transferidos al hospital Al Jumhori, apoyado por MSF en Saada.
 
El mismo hospital en Haydan fue parcialmente destruido por un ataque realizado por la coalición en octubre de 2015. El acuerdo de cese al fuego realizado en abril permitió al equipo de MSF regresar y rehabilitar el departamento de maternidad y la sala de urgencias. Las personas desplazadas regresaron, los niños y las mujeres embarazadas fueron a consultas médicas. Sin embargo, con la extendida inseguridad, los habitantes están buscando refugio en cuevas durante el día y el acceso a la atención médica es muy difícil.
 
En el sur de Yemen, la situación es crítica. En la sitiada ciudad de Taiz, los enfrentamientos ocurren en el centro de la ciudad, en donde tanto los hutíes y los grupos armados apoyados por el gobierno de Adén diariamente se involucran en crudos enfrentamientos en vecindarios residenciales densamente poblados
 
Tan sólo el 18 y 19 de agosto, 129 heridos fueron admitidos a los hospitales apoyados por MSF. Los habitantes de la parte sitiada de la ciudad luchan diariamente por conseguir comida y agua. MSF proporciona apoyo a cuatro hospitales, pero el acceso a la atención es limitado debido a cuestiones de seguridad.
 
El 2 de diciembre de 2015, un ataque aéreo de la coalición liderada por Arabia Saudí alcanzó una clínica móvil de MSF en Taiz, matando a una persona e hiriendo a 9 más. El 3 de octubre, el hospital Al Thawrah, apoyado por MSF, fue alcanzado por misiles lanzados por los hutíes, hiriendo a siete integrantes del personal de MSF que trabajaban en la sala de urgencias.
 
Con los bombardeos, los enfrentamientos en las líneas de combate y ataques como el bombardeo suicida del 29 de agosto, la violencia se ha intensificado en Yemen. La población sólo ha tenido unos cuantos meses de respiro, y ahora el conflicto sigue cobrando más víctimas directas e indirectas. 
 

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