Acapulco, México: “Estamos donde hay más brechas de acceso a servicios de salud”

Un mes después de la emergencia causada por el Huracán Otis en Acapulco, el coordinador de nuestras actividades en la ciudad, Jorge Castro, hace un balance de la situación y de los logros de nuestra respuesta. 

Médicos sin Fronteras en Acapulco tras el huracán Otis
Equipo de MSF en una clínica móvil brinda asistencia a la población afectada por el huracán Otis. © MSF

El 25 de octubre de 2023 Acapulco cambió para siempre. Si bien esta ciudad de la costa pacífica mexicana había experimentado en el pasado la fuerza de la naturaleza, lo que se vivió esa madrugada con el Huracán Otis quedará marcado como un antes y un después para sus habitantes.

Árboles arrancados desde sus raíces, palmeras dobladas y marchitas, edificios lujosos convertidos en ruinas, calles bloqueadas por los escombros, sed, hambre y días y noches de calor asfixiante quedaron como evidencia del paso destructor de este fenómeno natural sobre esta zona del país y especialmente sobre las comunidades más vulnerables. 

Un mes después, la ciudad y sus habitantes se están recuperando poco a poco de la tragedia. Los trabajos de rehabilitación de los servicios básicos y de aseo continúan. En todas las calles se encuentran personas locales y foráneas trabajando para reconstruir y volver a comenzar. Desde el comienzo de la emergencia, Médicos Sin Fronteras (MSF) entramos en contacto con las autoridades para ofrecer nuestro apoyo, especialmente en el restablecimiento de los servicios de salud que se vieron gravemente afectados tras el paso de Otis.  

Pasado el primer mes de la emergencia, Jorge Castro, coordinador de las actividades de MSF en Acapulco, hace un balance de la situación.

 

¿Cómo está Acapulco un mes después de la emergencia? 

Pese a los esfuerzos de las autoridades y de otros actores, todavía hay comunidades en las zonas periféricas y en los alrededores de la ciudad con dificultades de acceso a servicios básicos de agua, luz y alimentación.

Estas afectaciones tienen un impacto en la salud física y emocional de las personas, que se ve agravado al no tener acceso a la atención requerida. Como organización médico-humanitaria de emergencia buscamos llegar a esos lugares donde hay mayores brechas de acceso a estos servicios. 

 

¿Cuál ha sido la respuesta de Médicos Sin Fronteras? 

Desde el 10 de noviembre, un equipo multidisciplinario se encuentra en Acapulco y Coyuca de Benítez ofreciendo atención en salud primaria, salud mental y promoción de la salud en las zonas más afectadas. Hasta el 23 de noviembre, los profesionales de la organización han brindado 599 consultas primarias y psicológicas, incluyendo la entrega de medicamentos, y han alcanzado a más de 500 personas con actividades comunitarias de educación y prevención.  

 

¿Cuáles son las principales afectaciones que han atendido? 

Hemos visto menores de edad y personas adultas con infecciones respiratorias y estomacales por cuenta de las condiciones de vida tras el huracán. A personas con enfermedades crónicas que perdieron sus medicamentos y han tenido dificultad para desplazarse o tener acceso a unidades de atención en el sistema público debido a las afectaciones a la infraestructura y la falta de personal durante estas primeras semanas. También vemos a mujeres embarazadas que no han tenido acceso a controles médicos y pacientes con enfermedades mentales diagnosticadas previamente que se han agudizado a raíz de la emergencia. 

 

Atención a niños y niñas en Acapulco - Otis
Atención a niños y niñas en Acapulco,© MSF

 

¿Cómo está la salud mental de las personas tras este desastre? 

Como parte de nuestras actividades brindamos atenciones individuales y sesiones de psicoeducación grupal. Nos ha sorprendido la demanda de estos servicios por parte de la población. Hay muchas personas que piden directamente pasar con la profesional de nuestro equipo, y otras que lo solicitan tras escuchar la sensibilización.

Cuando escuchan hablar de la sintomatología que se puede experimentar por lo ocurrido, como alteraciones del sueño, las personas son conscientes de la afectación y piden la atención. Es un tema fundamental para MSF y queremos reforzarlo de la mano de las autoridades y nuestras contrapartes locales. 

 

¿Qué ha sido lo más retador de esta respuesta? 

El acceso a las comunidades ha sido un reto, así como la identificación de los lugares más adecuados para brindar nuestra atención. Hemos enfrentado barreras físicas porque no estaban habilitados los pasos tras el desastre y dificultades en las telecomunicaciones por los daños en las redes de internet. Afortunadamente, la experiencia de MSF trabajando previamente en Acapulco y el conocimiento de nuestro equipo en el involucramiento comunitario nos han permitido solventar estas barreras. 

 

¿Qué ha sido lo más gratificante? 

Lo más gratificante ha sido poder asistir a las comunidades con mayores dificultades de acceso a los servicios de salud. Brindar atención a personas que de lo contrario habrían podido agravar sus condiciones médicas y de salud mental hace que todo el trabajo del equipo y de las personas que nos apoyan valga la pena. 

 

¿Cuáles son los planes de MSF para los próximos días? 

Estamos evaluando permanentemente nuestras actividades para identificar los lugares más pertinentes para desarrollar la intervención. Hacemos un monitoreo constante con nuestras contrapartes locales y con la Secretaría de Salud para definir estos sitios. Siempre queremos estar donde hay mayores brechas de acceso a servicios de salud y de acuerdo a eso vamos planificando nuestra respuesta.

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