Así han sido las primeras horas de nuestra respuesta a la emergencia tras el paso del huracán Otis en Acapulco, México

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Médicos sin Fronteras en Acapulco tras el huracán Otis
Equipo de MSF en una clínica móvil brinda asistencia a la población afectada por el huracán Otis. © MSF

Actualización 24 / 11 /2023

Hasta el momento hemos brindado atención médica primaria y servicios de salud mental a 599 personas.

Además, hemos llegado a más de 500 personas con nuestras actividades de promoción de la salud.

Buscamos enfocarnos particularmente en atender a niños y niñas que se vieron afectadas por el huracán Otis, y para ello nuestros equipos realizan actividades para que identifiquen y expresen sus emociones para gestionarlas de una manera saludable.

Atención a niños y niñas en Acapulco - Otis
Atención a niños y niñas en Acapulco,© MSF

A través de una clínica móvil ubicada en una de las zonas más afectadas por el huracán Otis en la ciudad de Acapulco, en México, nuestro equipo ha atendido 96 personas con afectaciones físicas y emocionales tras la emergencia. 

“Ese huracán venía desnudo y enfermo”, dice Juan Jassiel Zárate con una mezcla de broma y espanto. “Todavía no he podido recuperar varias de mis prendas ni el único par de zapatos que tenía, y toda la medicina que tenía para la diabetes nunca volvió a aparecer. Creo que Otis se llevó todo eso con él”.

Así explica este habitante de Acapulco algunos de los impactos que sufrió por cuenta del fenómeno natural que el pasado 27 de octubre tocó tierra en este municipio de la costa pacífica de Guerrero, México, dejando una estela de destrucción de la que apenas la población se empieza a recuperar. 

El hombre cuenta su testimonio a la salida de la clínica móvil que Médicos Sin Fronteras (MSF) instalamos en la colonia Potrerillo, una de las zonas más afectadas por el huracán y donde todavía no se restablecen completamente los servicios de agua y electricidad.

Tampoco los de salud, pues Zárate afirma que cuando fue al hospital de la localidad, le dijeron que solo estaban respondiendo a las urgencias y no contaban con las medicinas para tratar su condición. “Antes de Otis me atendían una vez al mes y me entregaban los medicamentos, pero después de esto quién sabe cuándo se va a normalizar la situación”. 

MSF ha iniciado actividades en Acapulco tras el paso del huracán Otis
A través de una clínica móvil ubicada en una de las zonas más afectadas de la ciudad, el equipo de MSF ha atendido a 96 personas con afectaciones físicas y emocionales tras la emergencia. © MSF

 

Zárate es una de las 96 personas que han recibido asistencia por parte de MSF en los dos primeros días de la intervención que la organización ha desplegado para apoyar al sistema de salud de Acapulco tras la emergencia causada por el huracán Otis.

“En estas primeras horas de actividad hemos encontrado muchos casos de personas con enfermedades crónicas que no tienen acceso a atención ni medicamentos, así como menores de edad con infecciones gastrointestinales, respiratorias y de la piel. También mujeres en las primeras etapas de embarazo que empiezan a presentar algunas complicaciones”, cuenta Miriam Hernández, referente médica del proyecto de MSF en la ciudad. 

La salud mental también es una de las grandes preocupaciones del equipo de MSF. “Yo no he podido volver a dormir bien desde que nos tocó vivir esta pesadilla”, dice doña Maritza Romero mientras aguarda su turno en la sala de espera de la clínica móvil de MSF. “Todo el tiempo retornan a mi mente las imágenes de los tanques de agua rompiéndose en mil pedazos por la fuerza de los vientos y de los golpes que sonaban en las puertas como si estuvieran dando mazazos para romperlas”, cuenta con angustia esta mujer de 63 años cuya casa quedó gravemente dañada tras el paso del huracán. 

Durante las dos primeras jornadas, el equipo ha realizado cuatro charlas grupales de salud mental y siete consultas individuales.

“En estas actividades hemos podido detectar síntomas de estrés agudo relacionadas con el fuerte impacto causado por el huracán, que dejó múltiples pérdidas humanas y materiales para las personas de la ciudad”, dice Berzaida López, psicóloga del equipo de MSF en Acapulco. “Sin embargo, también hemos detectado afectaciones emocionales que vienen de antes de la emergencia y que se han visto intensificadas y agravadas por la magnitud de la emergencia que han tenido que afrontar”. 

MSF ha iniciado actividades en Acapulco tras el paso del huracán Otis
Calles de Acapulco, México © MSF

 

En los próximos días, el equipo de la organización continuará brindando asistencia en Potrerillo y reforzará sus actividades de promoción de la salud en las zonas aledañas para acceder a quienes necesiten sus servicios. Para lograrlo tendrán que superar varios retos.

Esta colonia está en una zona escarpada de la ciudad donde el acceso y la movilidad son complicadas. Incluso, durante estas primeras horas han conocido testimonios de personas que requieren atención, pero que no pueden desplazarse hacia el punto de atención por dificultades físicas o por estar a cargo de otros familiares.  

Simultáneamente, MSF mantendrá el contacto constante con las autoridades de salud y otros actores locales para responder a las necesidades médicas y humanitarias en otras zonas de la ciudad donde su presencia pueda ser requerida. “En esta primera etapa hemos encontrado una gran fortaleza comunitaria que ha puesto todos los recursos que tiene a su disposición para avanzar en la recuperación tras la catástrofe. Estas personas y organizaciones serán nuestras principales aliadas para que las actividades que desarrollemos tengan el impacto esperado de mejorar la salud de la población más afectada”, concluye Hernández. 

  

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