Buscamos dignificar la atención a las personas migrantes en Guatemala

Carolina López, psicóloga de MSF
La psicóloga Carolina López, de MSF. © Maribel Sandoval / MSF

En una cotidianidad donde es costumbre comer a diario, dormir en una cama, ducharse e ir al baño; puede resultar imposible soportar la falta de algunas de estas necesidades. Sin embargo, esta es la realidad para miles de personas migrantes en la región.

En el trayecto de la ruta, se enfrentan a múltiples limitaciones humanitarias que les impiden vivir con dignidad y que les obligan día tras día a tomar decisiones que nadie debería tener que elegir. Carolina López es una psicóloga colombiana que actualmente coordina el proyecto de atención a las personas migrantes que Médicos Sin Fronteras tenemos en Guatemala.

Al igual que los vecinos de la región, el país es actualmente el escenario de un flujo inédito de poblaciones que huyen en busca de bienestar y seguridad. En esta entrevista, López hace un balance de la situación migratoria y analiza la importancia de dignificar la atención a las necesidades de quienes migran.

 

¿En dónde están ubicados los proyectos de Médicos Sin Fronteras en Guatemala y qué servicios brinda a las personas migrantes?

Actualmente, el proyecto opera en dos locaciones claves de Guatemala: Tecún Umán (San Marcos) y Esquipulas (Chiquimula), ciudades fronterizas que se ubican en el norte y sur del país. Allí llevamos a cabo actividades simultáneas para mejorar el acceso a servicios de salud para la población migrante, con una atención integral y de alta calidad.

Brindamos servicios de salud primaria, atención psicológica médica, actividades comunitarias de promoción de la salud, orientación en trabajo social, entrega de agua potable y atención de higiene personal (duchas y sanitarios). Estos últimos servicios tienen un impacto en el restablecimiento de la dignidad de las personas migrantes.

MSF ha identificado un aumento de menores dentro de los flujos migratorios que atraviesan Guatemala
Personas migrantes en Guatemala dejan sus mensajes en esta pared. © MSF

 

¿Cuáles son las necesidades de salud de las personas migrantes?

Las condiciones en las que migran la mayoría de las personas migrantes tienen un gran impacto en su salud física y emocional. Entre julio y septiembre del presente año hemos brindado 3,364 atenciones en salud primaria y 279 atenciones en salud mental en Tecún Umán y Esquipulas.

En las consultas, los principales diagnósticos que encontramos son infecciones respiratorias, gastrointestinales y de la piel, generalmente relacionadas con el escaso acceso a alimentación y a servicios de agua y saneamiento durante el trayecto. En términos de salud mental el panorama general es preocupante. Sabemos que interviene la estigmatización y lo que más vemos son casos de estrés agudo que tienen muchísimo que ver con la experiencia que tiene la población en movilidad durante su paso por la selva de “El Darién”.

Esta selva separa a Colombia de Panamá, y durante el resto de la ruta migratoria hacia el norte, donde se exponen a situaciones de violencia, amenazas, extorsiones, dormir en la calle, caminar en temporadas de lluvia, deshidratación, condiciones de agua y saneamiento, entre otros. Otra observación es que la niñez se ve vulnerada a sus derechos como el jugar, la educación, alimentación y seguridad.

Esto hace que experimenten situaciones de estrés a lo largo del arriesgado viaje.

 

¿A qué se refieren con dignificar los espacios de atención para estas personas?

Las personas migrantes atraviesan por ciudades que carecen de espacios seguros y por ello es necesario dignificar los espacios de atención, esto implica no solo proporcionar servicios de alta calidad, como atención médica y apoyo psicológico, sino también crear un entorno en el que las personas en movimiento se sientan respetadas y valoradas en medio de condiciones difíciles e inciertas.

Es preocupante porque hay situaciones que se viven en la cotidianidad y es necesario contar con privacidad para hacerlas, como tomar una ducha o la higiene que necesitan los bebés que migran con sus familias. También, en el trayecto las personas que han recibido amenazas, que han experimentado situaciones en las que han robado su dinero y han tenido que vivir situaciones de abuso y violencia sexual. La población en movimiento necesita ser protegida e informada por todos los actores de los territorios que atraviesan y no lo contrario.

MSF ha identificado un aumento de menores dentro de los flujos migratorios que atraviesan Guatemala
Personas migrantes en Guatemala © MSF

Es un derecho sentirse digno y tener bienestar con uno mismo y con otras personas. Parte de este bienestar está en comer bien, dormir bien, tener acceso a agua y saneamiento, poder ducharse, ir al baño, estar informado y sentirse seguro.

Ante la falta de estas necesidades humanitarias, con el equipo brindamos un espacio seguro, confidencial y gratuito para que las personas en situación de movilidad puedan recibir consulta médica, orientación, información y atención psicosocial, así como: tomar una ducha, lavarse, las manos y beber agua pura. Es muy gratificante ver cómo las personas migrantes después de tomar una ducha, por muy sencillo que parezca, se ven más sonrientes y con más energía para continuar el trayecto.

 

¿Cómo está adaptando Médicos Sin Fronteras sus operaciones y equipos para atender las necesidades de migrantes que se desplazan en diferentes momentos del día y de la semana?

Nos estamos adaptando con nuestros equipos para que puedan trabajar en horas distintas, en horas donde, por ejemplo, la población está en descanso, antes de continuar la ruta. Por ejemplo, en Tecún Umán atendemos desde la cinco de la mañana hasta la una de la tarde.

La migración no se detiene, las personas migran por la mañana, por la tarde, por la noche, el día festivo, el fin de semana y debemos adaptarnos a sus necesidades. Ahora vemos familias, niñez y personas de la tercera edad migrando, están cruzando para poder buscar un lugar distinto de vida, un lugar donde puedan estar con tranquilidad, ya que a muchas personas les ha tocado huir por situaciones de violencia que viven en sus lugares de origen.

Otras necesidades que hemos encontrado como reforzar la producción, análisis y uso de estadísticas para dimensionar la realidad migratoria en Guatemala y, así, contribuir para que los diferentes actores puedan abordar adecuadamente las necesidades humanitarias frente a la crisis migratoria actual.

 

¿Cómo organización cómo abordan las complejas decisiones que enfrentan las personas en movimiento?

Una cosa que sucede mucho en el tema de la migración es que todo tiene un costo. Si vas al baño tiene un costo, si vas a ducharte también tiene un costo, cargar el teléfono, todo tiene un costo. Las personas en movimiento enfrentan decisiones difíciles, como elegir entre comer y ducharse, hay que tomar decisiones cuando se está en movimiento y las necesidades humanitarias básicas, como alimentación, refugio, la protección, información, consultas médicas, duchas y baños, son fundamentales.

Estas son las situaciones que estamos evidenciando y que deberíamos de replantear en las conversaciones que se presentan en las mesas de respuesta a la migración en las que participamos con otros actores humanitarios. Las organizaciones piensan dar kits, son útiles, pero hay necesidades atrás, ¿cómo voy a recibir un kit que tiene jabón y cepillo de dientes, pero no tengo acceso a bañarme? Esto nos hace reflexionar para ser más coherentes a la hora de brindar atención humanitaria.

 

Ante la preocupante tendencia de violencias múltiples a lo largo de la ruta migratoria, ¿puedes compartir algunas cifras relevantes en torno a la atención brindada?

En el primer semestre de 2023, se identificaron 158 casos de violencia contra personas en movimiento, con 629 sobrevivientes. De estos eventos hay una tendencia importante que se observó a lo largo del año y que se relaciona con las violencias múltiples, por ejemplo: situaciones de extorsiones, violencia verbal a veces ejercida por parte de autoridades, también de violencia sexual, esto sucede a lo largo de la ruta migratoria.

Es relevante mencionar los casos de violencia sexual que llegan a Médicos Sin Fronteras son atendidos de manera integral, entre julio y septiembre se han reportado 22 casos de violencia sexual. Efectuamos una búsqueda activa dentro de las consultas, esto quiere decir que nosotros hablamos con la gente a través de la sensibilización, también con la población que va en movimiento, les explicamos la importancia de la atención y también hablamos del abuso sexual, que son situaciones vistas por nuestros equipos como una emergencia física y una emergencia mental.

 

En vista de esta situación, ¿cuál es el llamado de Médicos Sin Fronteras a las autoridades encargadas de atender a la población migrante?

Urgimos una respuesta de atención médica digna e integral, la migración es un fenómeno constante, que exige de una adaptación inmediata para atender las necesidades humanitarias e inseguridad que enfrenta la población en movilidad en cualquier momento del día. Asimismo, es necesario fomentar la prevención de la violencia y la creación de espacios seguros que estén al alcance de todas las personas, para promover prácticas y estrategias de autocuidado.

 

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Médicos Sin Fronteras estamos presentes en Guatemala de manera intermitente desde 1984, desarrollando distintos proyectos regulares y de emergencias en zonas rurales y urbanas. Actualmente brindamos servicios de salud a las personas migrantes en Tecún Umán, (San Marcos) y Esquipulas (Chiquimula).

Para conocer más visita esta página.

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