Calais, Francia: ¿qué pasará con los menores no acompañados?

Con los refugiados a punto de ser evacuados de sus refugios, todavía hace falta que se propongan medidas específicas para proteger a los 627 menores no acompañados que son asistidos por MSF en el campo.

El 1 de septiembre de 2016 Bernard Cazeneuve, el Ministro de Interior de Francia,  anunció que la parte norte de “la Jungla”, el campo de refugiados instalado en la primavera de 2015 en Calais, en el norte de Francia, está a punto de ser desmantelado. 

Con los refugiados a punto de ser evacuados de sus refugios, todavía hace falta que se propongan medidas específicas para proteger a los 627 menores no acompañados que son asistidos por MSF en el campo.

En marzo de 2016, la parte sur de “la Jungla" fue evacuada forzosamente, y después fue demolida. La primera parte, el desmantelar el campo, se ejecutó en un ambiente violento ya que los refugiados, al negarse a abandonar sus refugios, opusieron resistencia.

La amenaza de que haya otra evacuación ahora está sobre cientos de personas que durante los últimos seis meses han vivido hacinados en lo que queda de “la Jungla”. De acuerdo con los reportes policiales, actualmente hay alrededor de 7,000 personas viviendo en el campo; pero de acuerdo con otras organizaciones, la cifra es de 9,000.[1]

¿Qué alternativa se les está ofreciendo? Se le ha ordenado a los prefectos regionales de Francia que creen un espacio para alojar de 9,000 a 12,000 personas para finales de este año, mismas que serán hospedadas en centros de recepción y orientación a lo largo del país. “Muchos refugiados en Calais no confían en esta estrategia,” explica Franck Esnée, jefe de misión de MSF en Francia. “Sólo han recibido información parcial y no siempre en un lenguaje que puedan entender. Tendrán que cambiar los planes que tenían para su futuro y solicitar asilo en Francia, que no era una opción que habían contemplado. Por último, lo que en realidad quieren es ir al Reino Unido pasando a través de Calais (que todavía es la única ruta para llegar al país).

Cerrar la frontera, desmantelar el campo, y el reciente anuncio de que se construirá un muro, apuntan a que los gobiernos de Francia y Reino Unido no están asumiendo sus responsabilidades de proporcionar refugio y asistencia a las personas que han huido de sus países porque simplemente era imposible quedarse.”

Actualmente hay 861 menores no acompañados entre los refugiados que viven en Calais, y 627 de ellos se encuentran viviendo dentro de “la Jungla”[2]. La mayoría son de Sudán, Afganistán, Eritrea o Etiopía; el más pequeño tiene sólo 10 años de edad. “Estamos viendo que no se han realizado planes específicos para estos niños para cuando el campo sea desmantelado. Ningún plan,” dice Esnée. “Tenemos todo el derecho de preguntar, ¿en dónde vivirán estos pequeños? ¿estarán con niños de su edad? ¿Cuántos de ellos estarán juntos? ¿Serán alojados junto a los adultos? ¿Qué tipo de protección recibirán, además de los servicios de salud y educación?”

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De acuerdo con la organización Citizens UK, 178 menores no acompañados en Calais son elegibles para reunirse con sus familiares que viven en el Reino Unido. “No olvidemos que este es un país que realizó un compromiso oficial de aceptar a 3,000 niños,” agrega Esnée. “Una vez que estén dispersos en Gran Bretaña y en el sur de Francia, ¿cómo podemos estar seguros de que sus solicitudes seguirán siendo procesadas? Pasa lo mismo con los menores y los adultos que buscan reunirse con su familia o que solicitan asilo, y cuyos casos se están revisando.”

En julio, MSF abrió un centro para menores no acompañados en “la Jungla”, en donde unos 50 u 80 niños reciben apoyo psicológico, educación y asistencia legal a diario. En colaboración con la organización Refugee Youth Services, un profesor capacitado especialmente proporciona un respiro a estos jóvenes por medio de actividades de recreación. Esto le da a los niños espacio y algo de libertad para tomar sus propias decisiones, la oportunidad de tomar el control de sus propias vidas y dejar de ser víctimas. “No sabemos qué pasará con estos niños,” dice Esnée. “Podemos perderles el rastro una vez que la parte norte de “la Jungla” sea desmantelada. Ni MSF ni otras organizaciones que trabajan con ellos y los ayudan lidiar con la situación podrán seguir proporcionándoles estos servicios de calidad.”

Nuestros equipos también están preocupados por los pacientes que reciben atención por parte del proyecto de MSF, mismo que fue creado para proporcionar tratamiento a los muchos refugiados que sufren de trauma psicológico a causa de lo que experimentaron en sus países de origen o durante sus viajes hacia el exilio y durante su estancia en “la Jungla”.

“De las 91 personas que vienen por sus consultas, 18 están bajo medicamentos. ¿Cómo podemos asegurarnos de que su atención médica continúe?”, dice Esnée, preocupada. “¿Cómo afectará la evacuación a la gente que sufre ya de depresión, ansiedad o estrés postraumático? Pronto, las autoridades deberían proporcionar detalles sobre las varias etapas que implica la inminente desmantelación del campo. Esperemos que nuestras preocupaciones y preguntas sean abordadas a la brevedad y que las respuestas serán acordes a las circunstancias.”

 

[1] 9,106 personas viven en el sitio, de acuerdo con un censo realizado entre el 6 y el 9 de agosto de 2016 por L’Auberge des Migrants and Help Refugees.

[2] Estudio realizado por FTDA 24-26 de agosto de 2016: http://www.france-terre-asile.org/rss-actualites/ftda-actu/communique-recensement-des-mineurs-a-calais-toujours-plus-de-jeunes-en-danger

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