Cerramos nuestro centro en Atenas tras nueve años de atención

Después de casi una década de brindar apoyo médico, psicosocial y socio-legal vital a personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas en Grecia, Médicos Sin Fronteras (MSF) cerramos nuestro centro de atención en Atenas el 30 de mayo de 2025.

El centro se inauguró en 2015 para responder a las necesidades humanitarias urgentes de la población durante el punto álgido de la crisis migratoria de la Unión Europea (UE), cuando más de un millón de personas llegaron a Grecia buscando refugio del conflicto, la persecución y la inestabilidad. Desde su creación, el equipo multidisciplinario de MSF —que incluye personal médico, expertos legales y trabajadores sociales— brindó atención gratuita, integral e inclusiva, independientemente de la situación legal de los pacientes. Brindamos servicios que abarcan desde atención médica esencial y servicios de salud sexual y reproductiva hasta apoyo en salud mental, gestión de enfermedades crónicas y asistencia legal y social.

Durante nueve años, en el centro de día brindamos más de 14,900 consultas, incluyendo atención a enfermedades no transmisibles, 51,859 consultas de servicios de salud sexual y reproductiva y 24,475 sesiones de salud mental. También apoyamos a 1,289 sobrevivientes de violencia sexual y brindamos 3,026 consultas de trabajo social que abordaron las necesidades médicas inmediatas y el bienestar a largo plazo de las personas.

En su punto álgido en 2016, Atenas recibió a miles de recién llegados que huían del conflicto. Si bien las llegadas anuales siguen siendo significativas, entre 50,000 y 60,000, ya no reflejan los niveles de crisis de ese año.

Con el paso de los años, el centro evolucionó para adaptarse a las cambiantes realidades de la migración en Grecia, ampliando los servicios e intensificando las iniciativas de incidencia política a medida que el acceso a la atención médica se restringía cada vez más debido a los cambios en las políticas. En momentos de crisis —desde el acuerdo entre la UE y Turquía en 2016 hasta la pandemia de COVID-19—, MSF nos adaptamos para proteger y tratar a los más vulnerables, incluyendo a las personas excluidas del sistema de salud, las sobrevivientes de violencia sexual y las personas indocumentadas.

Tras completar nuestra respuesta de emergencia en Atenas y extenderse más allá de lo previsto, Médicos Sin Fronteras hemos cerrado el centro de día, en consonancia con nuestra labor médica humanitaria, basada en evaluaciones de necesidades y centrada en intervenciones urgentes y con plazos concretos. Animamos a la sociedad civil y a los actores nacionales a asumir el control y continuar esta labor vital, incluso mientras los desafíos globales, incluyendo la reducción de la financiación humanitaria, siguen afectando a las personas en movimiento.

En MSF instamos al gobierno griego y a la UE a respetar sus obligaciones legales y humanitarias para la protección de las personas solicitantes de asilo, los refugiados reconocidos y los migrantes, especialmente en lo que respecta al derecho de asilo, el acceso a la atención médica, una recepción y unas condiciones de vida dignas, y procedimientos administrativos justos.

Si bien hemos transferido los servicios médicos a algunos actores locales, donado medicamentos esenciales a farmacias sociales y organizaciones sin fines de lucro, y traspasamos responsabilidades a nuestros socios en Atenas, seguimos activos en Grecia con proyectos médicos en Samos, Lesbos y Leros. Como organización de emergencias médicas, MSF estamos preparados para responder a futuras crisis, evaluando continuamente los servicios para brindar un mejor apoyo a las personas.

“Durante nueve años, Médicos Sin Fronteras construimos más que una unidad de salud para brindar servicios médicos integrales y gratuitos. Construimos una respuesta adaptada a las necesidades humanas reales. Cuando las personas no podían acceder a la atención médica debido a barreras legales o sociales, ampliamos nuestros servicios, defendimos sus derechos y les acompañamos en cada crisis”, afirma Christina Psarra, directora general de MSF en Grecia.

“Cuando se cerraron las puertas del sistema de salud, trabajamos para abrir otras. Esto nunca fue solo un centro de salud, fue un salvavidas”, concluye Psarra.