Citologías para luchar contra el cáncer cervicouterino en el norte de Honduras

Tratamiento de cáncer cervicouterino en Honduras.
La doctora Maura Laínez da orientación a una mujer sobre cómo son los procedimientos para realizar una citología vaginal. © Laura Aceituno

El cáncer cervicouterino es una de las enfermedades no transmisibles más frecuentes en las mujeres. En Honduras, la incidencia de casos es tan frecuente como lo es para el cáncer de mama.

Las cifras de la Liga Contra el Cáncer, una organización sin fines de lucro que trabaja en el norte del país, indican que en el 2022 diagnosticaron 467 nuevos casos de cáncer en mujeres, de los cuales 145 fueron cervicouterinos.

La situación en Honduras, al igual que muchos otros países que no tienen programas de prevención y detección temprana del cáncer, es alarmante. Además de esto, hay limitaciones en el acceso a exámenes complementarios y tratamientos como cirugías, quimioterapias y radioterapias que influyen en los altos índices de mortalidad por esta enfermedad.

El cáncer cervicouterino es provocado en su mayoría por los virus del papiloma humano (VPH). Aunque desde el 2016 el país incluyó dentro de su esquema nacional de vacunas la del VPH para niñas hasta los 11 años, existen vacíos de acceso a la detección de este virus y de detección precoz de lesiones precancerosas que, de no tratarse a tiempo, puede generar el cáncer cervicouterino.

Desde 2017, Médicos Sin Fronteras (MSF) trabajamos en el norte de Honduras para mejorar el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres. A partir de 2022, incluyimos dentro de nuestros servicios la realización de citologías para la detección temprana de lesiones precancerosas a mujeres que no han accedido a la vacuna. Además, ese mismo año, comenzamos a ofrecer vacunas contra VPH para poblaciones de alto riesgo.

Entre julio de 2022 y febrero de 2023, nuestro equipo realizó 400 citologías en seis comunidades de Choloma y en nuestra Clínica en San Pedro Sula. De estas citologías, siete han salido positivas por VPH que se refirieron para realizar exámenes complementarios para confirmar los hallazgos; y en caso de ser necesario, realizar o recibir un tratamiento.

En el marco del Día Mundial de la Prevención del Cáncer Cervicouterino, la doctora Maura Laínez, gestora de actividades médicas móviles de MSF en Choloma, explica a través de esta entrevista cómo el equipo incluye dentro de sus actividades de atención en salud sexual y reproductiva, la realización de citología, con el objetivo de acercar estos servicios a mujeres que viven en diferentes aldeas de Choloma.

 

¿Cuál es la situación del cáncer cervicouterino en Honduras?

El cáncer cervicouterino es, después del cáncer de mama, el que más afecta a las mujeres en Honduras. A nivel de país la tasa de incidencia es de 17 por cada 100 mil mujeres. En un inicio, este cáncer no genera muchos síntomas; pero una vez avanza lo hace de una manera rápida y agresiva.

Por eso es tan importante realizarse de manera periódica las citologías y poderlo detectar en esas primeras etapas.

 

¿Por qué se genera este cáncer cervicouterino?

Hay diversos factores, el principal de ellos es la exposición al VPH. Conocemos que los virus del papiloma son un grupo de más de 200 virus de los cuales ciertos grupos pueden ser más cancerígenos que otros. De hecho, el 90% de los casos de cáncer cervicouterino son causados por este virus.

Otro factor es la predisposición genética de una mujer a desarrollar cáncer. Es decir, cuando su madre u otros familiares directos, como la abuela, por ejemplo, desarrolló cáncer; aumentan las probabilidades de progresión a cáncer con una infección de VPH.

© Laura Aceituno / MSF

 

¿Las mujeres que están llegando a consultas conocen qué es el VPH, el cáncer cervicouterino o sus consecuencias?

Algunas sí conocen, pero lastimosamente son una minoría. Sin embargo, a todas durante la consulta les explicamos y les ofrecemos consejería de por qué es una necesidad de salud hacerse la citología. Esto incluye explicar qué es lo que pasa cuando no la hemos realizado en tiempo y en forma, cuáles son los rumores que secundan a una citología, poder despejar todas las dudas que surjan en ese momento de la consulta y hacer que las pacientes se sientan mejor informadas.

Asimismo, les explicamos cuáles son los factores que pueden llevar al desarrollo de un cáncer, qué exámenes deberían de realizarse mínimamente cada año para que disfruten de una salud sexual y reproductiva sana.

 

En esta región del país, ¿cuáles son las principales barreras que dificultan el acceso a un diagnóstico?

Lo que hemos visto en estos lugares donde intervenimos es que hay diversas barreras que les dificultan el acceso a un diagnóstico y estas comienzan desde el mismo sistema médico. Por ejemplo, en el primer nivel de salud no hay recursos materiales y humanos que brinden estos servicios. Tampoco hay una política en salud sexual y reproductiva que asegure la información y educación sobre la importancia de la prevención y diagnóstico temprano.

Por otro lado, las usuarias relatan sobre las barreras vinculadas a las situaciones socioeconómicas. A muchas se les dificulta acercarse a una clínica por el costo del transporte o porque piensan en el costo del tratamiento. Otras mencionan sobre sus experiencias personales o creencias, donde tienen muchos temores, dudas o prejuicio de lo que es una citología.

Por eso remarcamos que es importante la educación y sensibilización para el personal sanitario como también para la población.

 

¿Por qué cree que tienen esas creencias?

Son creencias que vienen de antaño, de muy atrás, porque tampoco ha habido tiempo de preparación o de educación para ellas. Creo que desde la parte médica también hay fallas. No nos tomamos cinco minutos para explicarles a las pacientes qué es lo que vamos a realizar, en qué consiste este procedimiento, cuáles son los equipos que vamos a utilizar. Esto es importante para que ellas vayan perdiendo este temor que puedan tener respecto a este examen.

 

¿Dónde está trabajando MSF y cómo es el primer acercamiento con las mujeres?

Actualmente estamos trabajando con brigadas de citologías en comunidades que no cuentan con un centro de salud, o que la Secretaría de Salud no tiene personal para realizar estos procedimientos. Lo que hacemos es acercarnos a un centro de salud donde se nos asignan un consultorio para poder atender. Si es en la propia comunidad, el patronato nos presta un espacio dentro de una escuela o iglesia que adaptamos como consultorio.

Por ejemplo, hay una pequeña comunidad que se llama Montañuela. Allá, la comunidad tiene un espacio detrás de una iglesia y son como pequeñas aulas. Eso es lo que necesitamos para poder montar nuestra camilla, el biombo para que la paciente tenga privacidad y poderle realizar la citología.

 

¿Es la citología un procedimiento costoso para las mujeres de estas comunidades?

Muchas llegan a las brigadas porque es una consulta gratuita y confidencial. Si no fuera por los servicios de MSF, el costo de este examen estaría en un promedio de entre 900 a 1200 lempiras (entre 35 – 40 dólares).

No todas las mujeres reciben un salario mínimo y la canasta básica actualmente está muy cara. Esto sin contar con todos los servicios públicos, educación, si tienen niños y niñas. Hay un montón de gastos extras y generalmente la salud sexual de la mujer es puesta en un segundo plano para poder cubrir las necesidades del hogar. Si el resultado de la citología llegara a ser positivo, los costos adicionales para confirmación del resultado y exámenes complementarios implican también un gasto adicional.

Por eso actualmente trabajamos con dos contrapartes importantes. Cuando nosotros hemos tenido casos positivos con lesiones precancerosas en la comunidad, porque los hemos tenido, referimos al hospital Leonardo Martínez, donde se les brindan todos los tratamientos correspondientes completamente gratuitos. O, referimos a la Liga Contra el Cáncer, una organización que realiza la evaluación de las citologías para detectar si hay una posible lesión precancerosa; aquí MSF asume el valor de esta primera consulta de evaluación por parte de un especialista.

 

¿Por qué es importante la detección temprana?

Es importante porque permite prevenir en tiempo y forma el desarrollo de estados más severos del cáncer. La detección temprana nos permite que, en caso de encontrar una lesión precancerosa, se pueda iniciar un tratamiento y procedimiento curativo. Si encontramos a alguien con un cáncer o una lesión de alto grado, ya podría necesitar un tratamiento más complejo como la quimioterapia o radioterapia.

 

¿Cómo es el acompañamiento de MSF para los casos positivos?

Se hace un acompañamiento integral. Por medio de trabajo social se comienzan a hacer los enlaces para la paciente que necesita ser referida al hospital o a la clínica semiprivada. Y si vemos que hay una necesidad de apoyo en la parte de salud mental, que está en conjunto con la parte médica, se hace un acompañamiento terapéutico o psicoemocional.

 

¿Qué recomendaciones daría a otros médicos y médicas que realizan estos procedimientos?

Que tengan empatía. No es fácil para una persona mayor de 40 años el venir y plantarse frente a alguien, despojarse de su ropa para que alguien más la revise, no es fácil. Nosotras como médicas también recordar eso, que para nosotras tampoco es fácil.

Que les dediquen tiempo a las pacientes. Aunque nos atrasemos en la consulta, esos cinco minutos son de oro para poder captar a una paciente y hacer que después se sienta con ganas de regresar a la consulta. Que se vaya informada, que sienta que fue escuchada, que no fue violentada, que sienta que fue atendida de la mejor forma posible.

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