Grave crisis de desnutrición en el campo de Zamzam, Sudán

Intensificamos nuestras actividades y pedimos que se amplíe urgentemente la respuesta humanitaria en Darfur Norte.

Los equipos de MSF ofrecen servicios de alimentación terapéutica ambulatoria en el campo de Zamzam.
Los equipos de MSF ofrecen servicios de alimentación terapéutica ambulatoria en el campo de Zamzam. © Mohamed Zakaria

En respuesta a la escalada de los combates en Darfur Norte, Sudán, Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos tratado a más de 100 heridos de guerra, entre ellos 11 niños y niñas, la mayoría con heridas de bala, en el Hospital Sur de El Fasher durante las últimas dos semanas. Al mismo tiempo, estamos ampliando nuestra respuesta a la crisis de desnutrición en el campo de Zamzam, donde la situación se está volviendo más crítica.

Hacemos un llamado a las partes beligerantes para que garanticen la protección de la población civil, las estructuras sanitarias y el personal. De modo que se pueda brindar asistencia vital a las decenas de miles de personas cuyas vidas corren peligro antes de que sea demasiado tarde.

Tras los devastadores resultados de una evaluación rápida de nutrición y mortalidad que llevamos a cabo a principios de enero, en marzo y abril se realizó un cribado masivo de más de 63,000 niños y niñas menores de 5 años, así como de mujeres embarazadas y lactantes, que confirma la existencia de una crisis de desnutrición catastrófica y potencialmente mortal en el campo de Zamzam, Darfur Norte.

A pesar de haber pedido ayuda urgente en febrero, cuando se publicaron los resultados de la evaluación rápida, casi tres meses después, seguimos siendo casi la única agencia de ayuda internacional que responde a esta enorme crisis. Por tanto, una de las pocas capaces de responder a los eventos con víctimas masivas en El Fasher.

Los equipos de MSF ofrecen servicios de alimentación terapéutica ambulatoria en el campo de Zamzam.
Madres con sus bebés esperan ser evaluadas en una clínica de MSF en el campo de Zamzam. Sudán, 15 de febrero de 2024. © Mohamed Zakaria

 

De los más de 46,000 niños y niñas examinados, un 30% sufría desnutrición aguda, y un 8% desnutrición aguda grave. Cifras similares se registraron entre las más de 16,000 mujeres embarazadas y lactantes examinadas: el 33% sufría malnutrición aguda y el 10% desnutrición aguda grave. Para ambos grupos de población, estas cifras duplican el umbral de emergencia del 15%, lo que indica que en el campo de Zamzam hay una emergencia masiva que amenaza la vida.

“En el campo de Zamzam hay un desastre agudo de escala catastrófica”, afirma Claire Nicolet, nuestra responsable de Emergencias en Sudán. “La situación es crítica, el nivel de sufrimiento es inmenso, pero a pesar de que se sabe desde hace casi tres meses, no se ha hecho lo suficiente para ayudar a quienes luchan por sobrevivir. Con la escalada de los combates, nos preocupa que esto dificulte aún más la llegada de la tan necesaria ayuda internacional que hemos estado pidiendo”.

“Con la llegada de la temporada de escasez de alimentos entre cosechas, también nos preocupa que en las próximas semanas se produzca un rápido deterioro de esta crisis de desnutrición, ya de por sí drástica. La vida de cientos de miles de personas ya estaba en peligro, y ahora, con los combates actuales, aún más. Hay una necesidad urgente de que la respuesta humanitaria se amplíe rápidamente para que esta crisis de desnutrición pueda salir del borde del abismo. Para que esto suceda, es vital que las partes beligerantes tomen medidas para permitir el acceso humanitario seguro y la protección de los civiles”.

En Médicos Sin Fronteras hemos ampliado nuestra respuesta abriendo una segunda clínica de salud. Inscribimos a más de 11,000 niños y niñas en nuestro programa de nutrición y abrimos un hospital de campaña de 35 camas para tratar los casos más críticos. Actualmente, todas las camas están ocupadas y entre los pacientes hay 19 niños y niñas con desnutrición aguda grave y tres con sospecha de sarampión.

Tenemos previsto iniciar una campaña de vacunación contra el sarampión y ampliar nuestras actividades para dar apoyo a las mujeres embarazadas. Sin embargo, esto no basta para cubrir las necesidades. En el campo no se está brindando atención sanitaria adicional y es vital que se restablezca urgentemente.

Los equipos de MSF ofrecen servicios de alimentación terapéutica ambulatoria en el campo de Zamzam.
Madres con sus bebés esperan ser evaluadas en una clínica de MSF en el campo de Zamzam. Sudán, 15 de febrero de 2024. © Mohamed Zakaria

 

“No cabe duda de que existen enormes desafíos a la hora de brindar ayuda humanitaria en Sudán, pero es posible hacerlo”, afirma Nicolet. “Las restricciones al acceso humanitario, incluyendo las obstrucciones deliberadas a la entrega de ayuda por las partes enfrentadas, han obstaculizado considerablemente la capacidad de los organismos de ayuda para ampliar la respuesta. También lo ha hecho la inseguridad. Pero la situación es demasiado crítica para que estos problemas sigan sirviendo de excusa. La ONU y la comunidad humanitaria en general deben hacer más para negociar el acceso de las agencias de la ONU y las ONG internacionales a Zamzam y ayudar en la respuesta”.

Las condiciones de vida de los habitantes de Zamzam son deplorables. No ha habido distribuciones oficiales de alimentos en el campo desde mayo de 2023. Aunque un puñado de camiones de la ONU llegó a El Fasher hace dos semanas, nada llegó a Zamzam hasta el lunes 29 de abril. En esta fecha, se entregaron a los líderes comunitarios alimentos que luego debían distribuir entre la población. Sin embargo, incluso antes del comienzo de la guerra, los habitantes del campo recibían muy poca ayuda. Las raciones de comida eran muy inferiores a los estándares internacionales, no había suficiente agua potable y sólo había otras dos clínicas de salud en el vasto campo antes de que abriéramos la primera en 2022, que ahora apenas funcionan.

“La situación es desastrosa para todos los residentes del campo y durante el último año se ha deteriorado considerablemente. Para las miles de personas desplazadas de Nyala, Tawila y otros lugares donde se han producido intensos combates. La situación es especialmente mala. Muchas llegaron a Zamzam sin nada y viven hacinadas en escuelas sin acceso a alimentos ni agua. Todos los habitantes del campo de Zamzam necesitan ayuda, pero los recién llegados son especialmente vulnerables. Con la escalada de la violencia en Darfur Norte nuevamente más personas se están desplazando. Esto significa que pronto puede haber aún más competencia por los ya muy limitados recursos del campo”.

Unas distribuciones fiables de alimentos, que proporcionen raciones suficientes, son lo único que evitará que la situación caiga aún más en la catástrofe. Con la llegada de la temporada de lluvias y la falta de asfalto en las carreteras, será difícil que los camiones de ayuda lleguen a Zamzam, lo que hará aún más imperativa la entrega rápida de la ayuda.

Los equipos de MSF ofrecen servicios de alimentación terapéutica ambulatoria en el campo de Zamzam.
Madres con sus bebés esperan ser evaluadas en una clínica de MSF en el campo de Zamzam. Sudán, 15 de febrero de 2024. © Mohamed Zakaria

 

A pesar de ser conscientes de la gravedad de la situación, y de las alertas de hambruna procedentes de sus propias agencias, la ONU está haciendo demasiado poco para evitar que la crisis de malnutrición en Zamzam caiga aún más en la catástrofe.

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