Israel refuerza su control sobre Cisjordania en medio de la escalada con Irán

A medida que la atención internacional se centra en la escalada del conflicto entre Israel e Irán, las fuerzas israelíes han intensificado sus actividades en Cisjordania. El aumento de las operaciones militares en las gobernaciones de Jenin, Nablus y Tulkarem, junto con el despliegue adicional de tropas, ha provocado un aumento de las restricciones a la población palestina. Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) advertimos que estas acciones empeoran la ya grave situación de la población palestina en Cisjordania, que se enfrenta a importantes obstáculos para acceder a la atención médica y a los servicios esenciales, especialmente desde octubre de 2023. En MSF instamos al cese inmediato de las medidas que contribuyen al desplazamiento forzado y a un sistema de anexión, como la presencia militar prolongada, las restricciones de movimiento, las demoliciones, el uso excesivo de la fuerza y ​​la negación de servicios básicos.  

“El 13 de junio, las fuerzas israelíes asaltaron mi aldea en Tulkarem. Ocuparon dos edificios residenciales y los convirtieron en cuarteles militares, desplazando a las personas que vivían allí. Desde entonces, han estado patrullando la aldea regularmente, realizando investigaciones, interrogatorios, arrestos, registros y detenciones”. Karim*, miembro del personal de MSF. 

“Durante la última semana, las comunidades de Cisjordania han visto sus vidas aún más controladas por una potencia ocupante mientras el mundo mira hacia otro lado. Esto no puede continuar”. Simona Onidi, coordinadora del proyecto Jenin y Tulkarem. 

El 13 de junio, el día en que comenzaron las escaladas, las autoridades israelíes bloquearon todos los principales puestos de control y accesos a Hebrón durante cuatro días. Esto obligó a las personas que buscaban atención médica a cruzar a pie entre zonas, obligando a las personas en estado crítico a caminar largas distancias, arriesgándose a recibir disparos o incluso a que se les impidiera cruzar.

“El 14 de junio, intenté llevar a mi hermano desde Belén a una cita médica en Hebrón, un viaje que debería durar 25 minutos. Sin embargo, debido a las nuevas restricciones israelíes, todas las entradas y salidas principales estaban cerradas. Tardamos tres horas y, al final, a pesar de estar muy enfermo, tuvo que cruzar a pie un puesto de control cerrado, como muchos otros, lo cual no es seguro”. Oday Al-Shobaki, oficial de comunicaciones. 

Médicos Sin Fronteras hemos suspendido las clínicas móviles en Hebrón y Nablus que brindan salud mental, atención sexual y reproductiva, y atención médica básica debido al cierre de estos puestos de control y a las preocupaciones de seguridad derivadas de la intensificación de las operaciones militares. En Jenin y Tulkarem, las clínicas móviles tuvieron que adaptar su horario, funcionando algunos días y otros no, debido a la presencia de las fuerzas israelíes en las aldeas cercanas. Esto ha obligado a los pacientes a recurrir a consultas telefónicas.  

Las operaciones militares y las violentas incursiones del ejército israelí llevan años ocurriendo en Cisjordania. En 2022 se registró un número récord de muertes de palestinos debido a la violencia de las fuerzas israelíes o de los colonos. Desde octubre de 2023, las fuerzas israelíes han incrementado el número de medidas coercitivas y el uso de violencia física extrema contra los palestinos en la Cisjordania ocupada, incluyendo severas restricciones de movimiento, incursiones militares y barreras sistémicas a los servicios esenciales. 

En enero de 2025, las fuerzas israelíes iniciaron la operación militar “Muro de Hierro” en el norte de Cisjordania, que aún continúa. Tras vaciar violentamente los campos establecidos e impedir cualquier retorno, más de 42,000 personas han sido desplazadas por la fuerza, dejándolas sin un hogar estable y con acceso limitado a alimentos, agua y atención médica. 

“Esta última ola de restricciones y violencia, ocurrida la última semana, parece ser una oportunidad para que las fuerzas israelíes consoliden el control, profundicen la fragmentación de las comunidades palestinas y profundicen el sistema que la Corte Internacional de Justicia ha descrito como equivalente a la segregación racial y al apartheid. Instamos a terceros Estados a que vayan más allá de las palabras de condena y presionen realmente a las autoridades israelíes para que pongan fin al uso excesivo de la fuerza y ​​levanten las restricciones de movimiento que bloquean el acceso a los servicios esenciales y la ayuda humanitaria, intensificando el apoyo a las comunidades desplazadas y aisladas en toda Cisjordania”. Simona Onidi, coordinadora del proyecto, Jenin y Tulkarem. 

* El nombre fue cambiado.