“La medicina está siendo estrangulada”: doctor de MSF sobre el colapso del sistema médico de Gaza

El sistema médico de Gaza es un cascarón roto, que apenas funciona, aplastado por la destrucción deliberada de todos los aspectos de la vida, incluyendo las propias instituciones destinadas a salvar vidas.

Sin camas disponibles, los pasillos y las áreas al aire libre del Hospital Nasser están llenos de pacientes, mientras las instalaciones médicas en Gaza luchan por sobrevivir en medio del genocidio israelí en curso.
Sin camas disponibles, los pasillos y las áreas al aire libre del Hospital Nasser están llenos de pacientes, mientras las instalaciones médicas en Gaza luchan por sobrevivir en medio del genocidio israelí en curso. © MSF

Durante los últimos 22 meses, la guerra generalizada de Israel contra Gaza, Palestina, ha dejado el sistema médico de la Franja en ruinas. Las instalaciones sanitarias y el personal médico han sido continuamente blanco de ataques, lo que ha dejado al 50% de todos los hospitales fuera de servicio, y los que permanecen abiertos solo funcionan parcialmente.

 

Sin camas disponibles, los pasillos y áreas al aire libre del Hospital Nasser están llenos de pacientes.
El sistema médico de Gaza es un cascarón roto, que apenas funciona. Sin camas disponibles, los pasillos y áreas al aire libre del Hospital Nasser están llenos de pacientes. © MSF

 

Mientras tanto, el asedio casi total impuesto a Gaza desde marzo ha dejado a los centros sin suministros básicos y al personal médico sin alimentos suficientes. Al mismo tiempo, en julio, los centros de Gaza registraron el mayor número de ingresos hospitalarios desde octubre de 2023.

El Dr. Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza, habla de la desastrosa situación de la salud sobre el terreno y pide, una vez más, un alto al fuego.

El sistema médico de Gaza es un cascarón roto, que apenas funciona, aplastado por la destrucción deliberada de todos los aspectos de la vida aquí, incluyendo las propias instituciones destinadas a salvar vidas.

Lo que vemos hoy en nuestras instalaciones médicas es una ola de pacientes sin precedentes. No se trata solo de víctimas de ataques aéreos y bombardeos. Se trata de personas con enfermedades crónicas que ya no pueden acceder a tratamiento.

Ahora nos encontramos con un nuevo horror: los llamados “puntos de distribución de alimentos”, apoyados por Israel a través de la Fundación Humanitaria de Gaza (FGH). Lugares que supuestamente deberían apoyar a la población palestina hambrienta se han convertido en campos de exterminio. Los ataques en estos lugares aumentan la afluencia diaria de heridos, ya que las fuerzas israelíes abren fuego contra los civiles que buscan comida.

En julio de 2025, los equipos de MSF en Gaza atendieron a cientos de pacientes con traumatismos, cifras que alcanzaron los niveles más altos jamás registrados en la Franja. Incluyendo un máximo de 1,200 personas hospitalizadas en tan solo una semana a finales de julio, un aumento significativo con respecto a junio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó 13,500 heridos en Gaza en julio, la cifra más alta registrada desde los primeros tres meses de la guerra total de 2023.

 

Sin camas disponibles, los pasillos y áreas al aire libre del Hospital Nasser están llenos de pacientes, mientras las instalaciones médicas en Gaza luchan en medio del actual genocidio israelí.
Sin camas disponibles, los pasillos y las áreas al aire libre del Hospital Nasser están llenos de pacientes. Franja de Gaza. © MSF

 

Algunas clínicas de MSF cierran sus puertas a las 9:30 de la mañana debido al exceso de capacidad, tras atender a más de 200 personas en tan solo unas horas. Estos pacientes que atendemos son solo una fracción de las personas que necesitan atención médica. Nuestros equipos deben limitar el número de pacientes que atienden diariamente, ya que sin suministros médicos, camas ni personal adicionales, simplemente no podemos brindar atención adecuada a más personas. Muchas mueren antes de poder llegar a nosotros. Otras permanecen desangradas durante horas en salas de urgencias abarrotadas y pasillos repletos. Heridas que serían tratables en cualquier otro lugar, aquí se convierten en sentencias de muerte.

Vemos amputaciones, heridas abiertas infectadas, huesos destrozados y arterias desgarradas. Heridas que requieren cirugía urgente y cuidados intensivos. Pero estos servicios vitales están colapsando. En los hospitales que quedan en Gaza, no hay suficientes analgésicos, anestésicos, antibióticos, fijadores externos para fracturas ni instrumental quirúrgico.

Todos los hospitales están desbordados. Las instalaciones de MSF funcionan a más del 100% de su capacidad, mientras que algunos hospitales del Ministerio de Salud han alcanzado más del 200%, incluyendo el hospital Al-Shifa. Las listas de espera quirúrgicas son tan largas que los pacientes a menudo mueren antes de que tengamos la oportunidad de operarles. El hambre es otra amenaza, ya que el personal médico trabaja turnos de 24 horas con una sola comida al día. Los pacientes con quemaduras, fracturas o heridas graves reciben comidas escasas y deficientes en nutrientes. Sin proteínas ni calorías suficientes, los huesos no se curan, las quemaduras no cicatrizan y las infecciones se propagan.

 

Sin camas disponibles, los pasillos y las áreas al aire libre del Hospital Nasser están llenos de pacientes. Franja de Gaza.
Todos los hospitales están desbordados. Las instalaciones de MSF funcionan a más del 100% de su capacidad. Hospital Nasser, Franja de Gaza. © MSF

 

Antes del 7 de octubre de 2023, el sistema de salud de Gaza ya era frágil. Hoy, apenas sobrevive, desbordado por la enorme cantidad de pacientes, el colapso de las cadenas de suministro, el aumento del hambre y los ataques contra la población civil. Muertes evitables y discapacidades permanentes son nuestra realidad diaria. Al mismo tiempo, según la OMS, al menos 14,500 personas necesitan desesperadamente una evacuación médica para recibir atención médica especializada que no pueden recibir en Gaza, ya que no hay servicios disponibles. En lugar de facilitar estas evacuaciones, las autoridades israelíes las bloquean o retrasan arbitrariamente.

Por 675ª vez en esta guerra, lo repito: sin un alto al fuego inmediato, sin acceso médico y humanitario sostenido, no quedará nada que salvar. Ni los hospitales. Ni los pacientes. Ni el futuro.

 

Alto al fuego en Gaza
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