La migración desde el cuidado de la salud mental

Una perspectiva de la migración y la implicación emocional que conlleva, desde las vivencias de psicólogas y psicólogos de Médicos Sin Fronteras en la frontera norte de México.

Equipo de psicología en el proyecto de Reynosa, Tamaulipas.
Equipo de psicología en el proyecto de Reynosa, Tamaulipas. México 2025. © MSF

Al hablar de movilidad o migración, hablamos de un cambio (o muchos), y todo cambio representa una adaptación que se vive diferente a través de la mirada de cada persona. Dicha perspectiva viene acompañada de un contexto de cultura, costumbres, lengua, familia y comunidad, que se traduce en arraigo y raíces que se llevan siempre a lo largo del camino. 

Por el equipo de psicología del proyecto migración en Reynosa, Tamaulipas: Osvaldo Huesca, Carolina Mejía, Graciela Piña, Aimeé Lerma y Alejandro Alvarado.

Para hablar de cómo se vive la salud mental desde la migración, tenemos que tomar en cuenta un marco mucho más amplio que solo la salud mental por sí misma, debido a que el bienestar de todas las personas viene acompañado de múltiples elementos como los recursos económicos, las redes de apoyo –amistades y familia– y un entorno saludable que permita el acceso a una vida plena. Las personas que migran se ven obligadas a dejar todo esto atrás, lo que les ocasiona emociones como tristeza, enojo, frustración, angustia y miedo, y se genera un nivel de estrés tan alto que algunas personas sienten que han perdido la capacidad para superar las desavenencias de su vida cotidiana y de una ruta migratoria llena de violencia y vulnerabilidad.

 

Un grupo de jóvenes migrantes juega a las cartas en la Casa del Migrante en Reynosa, Tamaulipas. México 2025.
Un grupo de jóvenes migrantes juega a las cartas en la Casa del Migrante en Reynosa, Tamaulipas. México 2024. © Sara de la Rubia/MSF

 

La ruta migratoria de las Américas, desde los países del sur y centro hasta llegar a tierras mexicanas, es generalmente vivida como un terreno hostil, arduo, largo y violento donde las personas vienen con el “sueño americano” en el que se anhela seguridad y prosperidad. Sin embargo, la movilidad presenta diversos matices, algunos positivos y muchos negativos, que las personas que han pasado por nuestras atenciones de salud mental en el proyecto de Reynosa, Tamaulipas (frontera norte con EE. UU.), han compartido durante los años que llevamos brindando atención.

Como psicoterapeuta, nada te prepara para enfrentarte a escuchar historias de violaciones, secuestros, robos, humillaciones, discriminación y extorsiones que forman parte de la ruta de quien decide dejar su lugar de origen. De estos testimonios de dolor, cambio y resiliencia, compartimos la experiencia y perspectiva del equipo de psicología de Médicos Sin Fronteras.

Osva:

“En muchas ocasiones, se escuchan los testimonios de los adultos que tomaron la decisión de migrar, sin embargo; niñas y niños también forman parte de este fenómeno, por lo que es de suma importancia prestar atención a lo que nos quieran compartir sobre su vida emocional.

Con niñas y niños procuramos generar un espacio donde logren sentir seguridad y, en la medida de sus posibilidades, que nos cuenten sobre sus afectos. Si bien, a razón de la etapa de desarrollo en la que se encuentran, decir lo que sienten en palabras puede ser difícil, bien podemos servirnos de otro tipo de actividades que faciliten la expresión emocional. Les contamos cuentos de perritos y aves viajeras que les ayudan a no sentirse solos y ver que hay otros que también han vivido cosas similares, de monstruos de colores que les enseñan a nombrar sus emociones y que no está mal sentir alguna de ellas, y también la historia sobre un niño que aprendió a ser un poco menos “preocupón”.

Pero niñas y niños no son simples receptores pasivos de información, día a día ponen en marcha su capacidad creadora, a través de la cual tratan de otorgarle sentido a todas las experiencias que han acumulado a lo largo de su corta vida. Para muchos de ellos su única realidad ha sido el cambio constante de lugar de residencia, la persecución y el señalamiento en función de su lugar de origen y, a pesar de estas circunstancias, niñas y niños en movilidad siguen llenando de vida y alegría los espacios que habitan, siempre recordándonos que como dijo El Principito: “lo esencial es invisible a los ojos”.

Caro:

“Al trabajar con adolescentes en movilidad, llama nuestra atención que estos poseen un alto grado de madurez, lo cual nos hace reflexionar que hace un año sus preocupaciones giraban en torno a sus resultados académicos, sus amigos, pareja, etc., y ahora, giran en torno a cuestiones que ningún adolescente debería tener tan presente, como su seguridad, la sobrevivencia de su familia y cuánto tiempo más esperarán para poder retomar sus estudios, ya que muchos llevan casi un año “en pausa”.

Aun así, nos asombramos todos los días con la capacidad de las y los adolescentes para hacer nuevas amistades, aprender cosas y cuidar de su salud mental por iniciativa propia aun cuando se encuentran a miles de kilómetros de su lugar de origen. Cabe mencionar que las y los adolescentes son de las personas que demuestran mayor iniciativa por acudir a grupos de consejería y solicitar atención psicológica individual, así como un gran compromiso con su salud mental y la de sus amigas y amigos, demostrándonos la fortaleza que tienen para afrontar no sólo los cambios asociados con la migración, sino también los cambios físicos y mentales que trae consigo esta etapa del desarrollo”.

 

Niños y jóvenes migrantes juegan con un rompecabezas en la Casa del Migrante de Reynosa, Tamaulipas. México 2024.
Niños y jóvenes migrantes juegan con un rompecabezas en la Casa del Migrante de Reynosa, Tamaulipas. México 2024. © Sara de la Rubia/MSF

 

Grace:

“Cuando acompañas en consulta a sobrevivientes de violencia sexual, acompañas a personas que les han arrebatado el control y les han roto sus límites, a quienes les han quitado la autonomía y la capacidad de decisión. Cuando acompañas a personas sobrevivientes, primero se realiza un trabajo desde el interior para saber que este hecho de violencia no ha sido su culpa ni su responsabilidad.

En el espacio de atención psicológica, se reconstruyen herramientas de fortaleza, se recupera la autonomía y la toma de decisiones, así mismo, reconocen nuevamente su espacio y su corporalidad y que pueden comprender y acompañar a otras personas que han enfrentado los mismos signos y síntomas de la violencia”.

Aimeé:

“En los 7 años como psicóloga en MSF, he podido dar acompañamiento a personas que experimentan dificultades y retos al pasar por muchos países hasta llegar a la frontera. Gracias a su compromiso y determinación, han logrado disminuir el impacto a nivel emocional que tiene la ruta, puesto que llegan a desarrollar depresión, trauma, ansiedad y duelos, aunados a sus propias historias de vida.

En cada país que cruzan, han debido adaptarse y asumir distintas maneras para protegerse y sentir seguridad. En nuestras atenciones individuales y grupales, han desarrollado nuevas formas para afrontar emocionalmente lo que implica una nueva realidad en EEUU, y se abordan las preocupaciones sobre los retos que tienen, como: la falta de acceso a servicios de salud, empleo, educación y redes de apoyo que podrían impactar el cuidado de su salud mental”.

Ale:

“La desintegración familiar es algo que observamos constantemente. Desde madres viajando solas con sus hijos e hijas, menores no acompañados, padres viajando por su cuenta para “mandar un dinerito” y que sus seres queridos tengan una mejor vida, entre muchas otras formas de familia que hemos atendido, son quienes nos han contado sus dolores y sus pesares. Usualmente estas personas viven un duelo constante al dejar sus raíces, sus aromas, su comida y sus seres queridos en un lugar de donde debían salir, pero anhelan regresar. Es justo con estas personas donde vemos el ejemplo de resistencia y resiliencia que existe, son quienes atraviesan fronteras peligrosas y sistemas migratorios ineficientes para tener la posibilidad de una vida libre y segura. En terapia, recuerdo lo que un hombre que viajaba solo mencionó: ‘gracias por darme un espacio donde he podido llorar sin sentir vergüenza’. Y de eso se trata nuestra atención, de permitir que las personas se sientan validadas y que cuentan con recursos internos para sentirse seguras”.

 

Con los cambios en las políticas migratorias estadounidenses que ocurrieron en enero de 2025, se detonaron reacciones emocionales como la angustia excesiva y estrés elevado, causando desaliento en las personas por su propio futuro debido a la incertidumbre que este contexto creaba. A partir de esto, hay muchas personas que siguen en espera de una respuesta favorable a su petición y en MSF seguimos acompañando con atenciones de salud de calidad y calidez.

Si bien, la atención psicológica profesional es relevante para la recuperación de un estado óptimo del bienestar, es importante recalcar que el bienestar va más allá de ir a terapia.

Cuando se genera un entorno seguro para todas las niñas, niños, adolescentes y adultos que migran, estos serán capaces de recordar sus fortalezas y recursos internos que les ayudarán a enfrentar el camino que tienen por delante.

Compartir